¿Cómo así Bolivia y el Bolívar?

La temporada pasada fue la tercera que completé en el staff de Andoni Iraola, tras un año en el Mirandés y dos en el Rayo. Tenía ganas de tomarme un tiempo para mí, y así se lo comuniqué al propio Andoni. Mi idea era iniciar una aventura como primer entrenador. Pero a los meses recibí la llamada de Beñat San José, a quien le había surgido la opción del Bolívar. Las condiciones eran buenas y acepté venir como segundo. 

¿Solo por las condiciones?

No, por un cúmulo de circunstancias. El grupo City, la gran estructura del Manchester City, está detrás del proyecto, lo que hace que las condiciones, efectivamente, sean muy buenas. A nivel deportivo, mientras, creo que se me presenta una muy buena oportunidad para seguir aprendiendo, con un entrenador con el bagaje de Beñat y bajo el paraguas de un conglomerado que también te instruye respecto a metodología con técnicos llegados desde Inglaterra, cuando Guardiola siempre ha sido un preparador de mi gusto. Y luego está el factor personal: al presentarse esta posibilidad, hablé con mi pareja y entendimos que venir a Bolivia también podía suponer una experiencia vital muy positiva. Por si todo esto fuera poco, tenemos un buen equipo y vamos a jugar la Copa Libertadores.

¿Cuáles son sus planes de futuro a más largo plazo? ¿Conserva esa intención de volver a ejercer de primer entrenador?

Sí. Es algo que no hago desde que dejé el Ordizia en 2019. Pero de momento me centro en esta oportunidad que tengo de trabajar con Beñat y en aprender de la experiencia. Luego ya veremos qué pasa. Como me suelen decir mis amigos y mis familiares, soy una especie de alma libre.

Es que cualquier otro se habría quedado en el Rayo...

Durante la temporada pasada percibí que necesitaba abrir una nueva etapa y seguir mi camino. Andoni Iraola lo aceptó de muy buen grado y seguimos hablando a menudo, dentro del lío que tenemos ambos. De momento nuestras carreras se han separado, pero nunca se sabe lo que puede suceder en un futuro.

¿Qué aprendió de Iraola?

Muchísimo. Para mí es una referencia. Estamos hablando de un entrenador de muchísimo nivel, con el que he tenido la suerte de compartir tres temporadas buenísimas: la del Mirandés, la del ascenso del Rayo y la pasada en Vallecas. De Andoni destacaría que tiene muy claras las cosas que quiere de su equipo, tanto con balón como sin él. Y que también sabe enfocar muy bien sus métodos de trabajo y los entrenamientos a lo que luego desea ver sobre el césped durante los partidos. Son sesiones muy específicas con las que he aprendido una barbaridad.