Real Sociedad - Rayo Vallecano | Imanol sigue agitando el árbolIker Azurmendi
Cuando a Imanol Alguacil le preguntaron, a escasos días de visitar Old Trafford, qué le estaba pareciendo el Manchester United en los partidos previos, se sacó de la chistera una respuesta marca de la casa. “Les he visto, sí. Pero en casa con mi mujer y mis hijos”. Es decir, aún sin ojo analítico ni toma de notas. Tres meses después de aquello, uno imagina al técnico siguiendo el Mundial de Catar estas últimas semanas. Y tal visualización sitúa al oriotarra presenciando los encuentros del torneo en su laboratorio de Zubieta, bloc en mano, antes que en el salón de su casa. Quizás esté empapándose de fútbol, absorbiendo más y más conceptos...
O quizás no. Quizás las probaturas que ejecutó en Anoeta, con motivo del amistoso contra el Rayo Vallecano, estuvieran presupuestadas de antemano, porque hablamos de un entrenador con una amplia y variada amalgama de recursos. El caso es que lo que vimos este sábado en la reaparición txuri-urdin sobre el verde, principalmente durante la primera mitad, se asemejó muy mucho a determinados movimientos que durante la Copa del Mundo se están repitiendo de forma casi sistemática. Abundan entre las selecciones los esquemas de tres centrales. Y proliferan también las salidas mentirosas de balón, esas para las que los combinados nacionales dibujan atrás líneas distintas a las que en teoría se les presuponen. ¿Un ejemplo? Argentina y Países Bajos el viernes. O la Real solo unas horas después.
El ensayo
Traduzcámoslo todo al txuri-urdin. Este sábado Imanol apostó por una estructura como las mencionadas: tres centrales y carrileros. Pero, al contrario de lo visto en la mayoría de ocasiones en que el técnico obra así (defendiendo ventajas en minutos finales o firmando planteamientos más reactivos como el de la eliminatoria ante el Leipzig), la Real que se enfrentó al Rayo en el amistoso de Anoeta probó el sistema desde una idea marcadamente ofensiva. El técnico situó a Zubimendi en el eje de la defensa. A sus flancos, puso a Aritz y Pacheco, dos centrales con capacidad para ejercer de laterales. Y, a partir de ahí, el equipo alternó fórmulas a la hora de iniciar sus ataques. Línea de tres cuando había más tiempo para elaborar. Y zaga de cuatro con Pacheco de lateral y Jonathan Gómez proyectado cuando el rival presionaba arriba. Los de Andoni Iraola no sabían por dónde les daba el aire...
Así se adelantó la Real, explotando ese tres e incluso cuatro contra dos que generó a la hora de dar salida al esférico. Y aprovechando también el lujazo que supone tener al propio Zubimendi en primera línea de creación. El donostiarra filtró en el minuto siete un pase estratosférico y entre líneas a Mikel Merino. El navarro abrió el balón a la derecha para encontrar a Álex Sola. Y el centro de este lo cabeceó a la red un enrachado Alexander Sorloth. Se marchó goleando, con dos dianas al Cazalegas y otra con su selección. Después anduvo de vacaciones por Nueva York. Y ahora, de regreso a la rutina, demuestra a las primeras de cambio que todo sigue como estaba. Buenísima noticia.
Todo salía a pedir de boca en Anoeta hasta que el entrenador rival acertó a resolver la ecuación planteada por su colega desde el banquillo local. Iraola, que es otro técnico como la copa de un pino, ajustó enseguida a los suyos mediante la actitud defensiva de su extremo zurdo, Andrés: centrado de inicio en tapar a Sola, pasó a saltar a por Aritz, y por ahí se igualó una batalla que, tras la superioridad blanquiazul de inicio, avanzó muchísimo más igualada hasta el descanso. De Tomás estrelló un balón en el palo tras pérdida peligrosa de Jonathan Gómez. Y poco más tarde llegó el empate, obra de Nteka tras error de Zubiaurre al intentar blocar un disparo lejano de Isi. Mientras, la Real, corriendo riegos en el arranque de sus jugadas, consiguió enganchar dentro con Brais y Merino en un par de ocasiones, pero las ofensivas resultantes no gozaron de continuidad y la probatura de Imanol llegó con 1-1 al descanso. Fue interesante en lo ofensivo. Y coherente en lo defensivo, para encajar en la presión con la estructura rival.
Otros once
El intermedio supuso, en clave realista, un carrusel total de cambios, ya que comparecieron sobre el césped para iniciar la segunda parte once futbolistas distintos. Variaron las caras y varió también el sistema, pues Imanol apostó para la reanudación por un 4-3-3 cuya noticia residió en la medular. Por delante de Guevara, ejerciendo de interiores, compartieron sala de máquinas David Silva y Robert Navarro, con este último actuando en una tercera altura. A él le correspondió atacar el área desde los carriles interiores. Y a él le correspondió también emparejarse con el punta para dibujar el 4-4-2 defensivo. Estuvo brillante el de Barcelona, participativo, fino en todas sus intervenciones, listo a la hora de interpretar cada situación y fuerte en las disputas.Solo le faltó algo de acierto, porque dispuso de dos buenas ocasiones para marcar.
Como extremo zurdo, mientras, jugó Momo Cho, dos meses después de su última participación, mostrando un nivel más que apto para aportar cosas en el regreso de la competición oficial. Y ejerció de delantero centro Carlos Fernández, protagonista de la mala noticia de la jornada. Sintió algo parecido a un pinchazo al disparar (en fuera de juego) tras servicio en profundidad del propio Cho, y tuvo que ser sustituido. Al fin y al cabo, los problemas físicos y las recaídas quedan ahí y significan el principal poso que dejan estos encuentros en lo negativo, con la vertiente positiva aludiendo ayer al mayor abanico de posibilidades tácticas que las reapariciones van a generarle a Imanol. ¿El resultado? Lo de menos, porque además pudo ganar cualquiera. David Silva estrelló un balón en el larguero en el minuto 83, tras un buen robo del potrillo Jorge Agirre. Y en la última jugada del partido Remiro palmeó espectacularmente al travesaño un envenenado centro chut de Bebé.
Ficha técnica
REAL SOCIEDAD Zubiaurre; Sola, Aritz, Zubimendi, Pacheco, Jonathan Gómez; Illarramendi, Merino, Brais Méndez; Sorloth, Karrikaburu. Tras el descanso han jugado Remiro; Gorosabel, Zubeldia, Le Normand, Diego Rico; Guevara, Silva, Robert Navarro; Ander Martín, Carlos Fernández (Magunazelaia, m. 68; Jorge Agirre, m. 82), Cho.
RAYO VALLECANO Diego López (Dmitrievski, m. 45); Mario (Balliu, m. 45; Mario Suárez, m. 68), Lejeune (Saveljich, m. 68), Mumim, Fran García; Óscar Valentín, Santi Comesaña (Unai López, m. 68); Isi (Bebé, m. 68), Nteka (Trejo, m. 45), Andrés (Camello, m. 45), Raúl De Tomás (Pozo, m. 68).
GOLES 1-0, m. 7: Sorloth. 1-1, m. 26: Nteka.
ÁRBITRO Soto Grado (Colegio Riojano). Ha amonestado al visitante Mumim y al txuri-urdin Guevara.
INCIDENCIAS Partido disputado en Anoeta ante 2.546 espectadores.
CARLOS FERNÄNDEZ, CON MOLESTIAS EN EL MUSLO
El reloj de Anoeta marcaba el minuto 65 cuando tuvo lugar la jugada con peor saldo de todo el encuentro para la Real. Ander Guevara robó un balón en la medular y conectó con un centrado Momo Cho. El francés levantó la cabeza y sirvió en profundidad a Carlos Fernández, cuyo disparo en carrera con la pierna derecha fue atajado por Dmitrievski. Poco importó el desenlace de la acción porque el sevillano se encontraba en fuera de juego. Y además tardó apenas centésimas en mirar al banquillo y solicitar el cambio.
Tras el partido, el club comunicó que el delantero tuvo que ser sustituido debido a unas molestias en la región posterior del muslo izquierdo. Se trata de la misma pierna que se lesionó contra el Sevilla en el Sánchez-Pizjuán, hace solo un mes. Como consecuencia de dicha dolencia, Carlos se perdió el partido de Copa del Rey contra el Cazalegas, aunque venía participando con el grupo en los entrenamientos desde el regreso al trabajo el pasado día 2. Su evolución determinará si puede ser de la partida el próximo miércoles 21 en el campo del Coria.