Rafinha es el protagonista de una las entrevistas que habitualmente publica la web oficial de LaLiga. En la misma reconoce que la Real le seguía de cerca: "Existía un interés desde hace tiempo, pero se empezó a hablar a finales de noviembre. Para ese momento ya conocía el equipo y estaba muy ilusionado con la posibilidad de volver a España".

El brasileño venía de una experiencia incómoda ya que apenas contaba para Pocchetino en el PSG: "Después de mis últimos seis meses en París, que fueron duros para mí, la verdad es tenía ganas de jugar y de volver a la Liga".

El cambio, tanto de dimensión de club, como de ciudad es evidente: "Es muy diferente a París. Aquí tienes la tranquilidad y la simplicidad de una ciudad pequeña, de tener todo a diez minutos. Mucho más fácil. Me recuerda a Vigo, una ciudad donde llovía, con ese encanto del verde".

Su adaptación ha sido muy rápida: "Lo que más me ha sorprendido ha sido el buen ambiente que hay en este vestuario. Es una familia, literal. Somos amigos, somos hermanos, es muy bonito".

El sentido de pertenencia se percibe desde que entras en la caseta: "Hay muchos jugadores de aquí que sienten lo que es llevar esta camiseta; es gracioso porque son tan buenas personas que también sufren cuando el equipo pierde o cuando no hay dinámica buena".

En el plano personal, su margen de mejor es evidente: "Yo me encuentro bien, pero sé que puedo dar muchísimo más, tengo ganas de poder mostrar mi máximo nivel. Cada momento de mi vida tanto bueno o mal he aprendido muchísimo y me ha hecho mucho mejor persona".