iendo el comentarista del partido entre el Valencia y la Real Sociedad Miguel Ángel Moyá, estaba claro que un portero tenía que ser el protagonista del partido jugado en Mestalla, y del lado de la Real, Alex Remiro alzó su voz por encima del resto. Mucha culpa tuvo el de Cascante para que el partido terminara cero a cero. No dispuso de mucho trabajo, todo hay que decirlo, pero el que le llegó, lo supo resolver de la mejor de las maneras, dejando, una vez más, su portería a cero. Y ya van doce en Liga. El de Cascante salvó los muebles, sobre todo en esa acción ante Bryan Gil a falta de siete minutos para el final del partido. La historia estaba escrita para que el de Barbate decidiera el partido y viviera su primera tarde de gloria como jugador valencianista, pero ahí emergió la figura de Álex Remiro para impedirlo. Un pase en profundidad de Guedes llegó al flamante fichaje del equipo che y este, sin pensarlo dos veces, ejecutó con su pierna buena, la izquierda, pero ahí emergió la figura, mejor dicho, el pie, de Remiro para solventar el peligro.

No está siendo una temporada sencilla para Álex Remiro. La salida de Moyá el verano pasado propició el aterrizaje de Mathew Ryan, que ha subido la competencia en la portería blanquiazul. El australiano ha aprovechado cada oportunidad que le ha concedido Imanol Alguacil y, más que nunca, ha quedado en entredicho la titularidad de Alex Remiro, sobre todo a raíz de la sobresaliente actuación de Ryan ante el Celta, protagonizando paradas casi milagrosas. Tampoco le han ayudado al de Cascante fallos como el cometido en el encuentro del Villamarín en Liga, donde una salida a destiempo propició que el equipo verdiblanco se adelantara en el marcador, abriendo el camino hacia una goleada que escoció sobremanera. Pero nadie le puede negar el pan al cancerbero blanquiazul, que está sabiendo reponerse de la mejor de las maneras. Él impidió, por ejemplo, que el encuentro de Copa frente al Betis terminara de una manera aún más abultada. Él fue el culpable de que Juanmi no se fuera de Anoeta con un hat-trick inolvidable. Lo hizo con una buena parada en el tramo final de la contienda. Ayer evitó que el Valencia se apropiara de los tres puntos con buenas intervenciones. La última, la realizada frente al que pudo ser el fichaje de la Real en este mercado invernal, que cerró sus puertas no hace demasiado. Tal y como reconoció el propio Imanol, él no quiso que acabara aterrizando en la capital guipuzcoana. Bordalás, en cambio, lo ha acogido con los brazos abiertos. Tanto es así que ha sido titular en los dos últimos enfrentamientos, en Copa ante el Cádiz, y ayer frente a la Real Sociedad.

En la vuelta de Ryan a Valencia, el protagonista de la Real en Mestalla fue Remiro. Casualidades del destino. El navarro tuvo mucho que ver para que un punto volara hacia Donostia. Y tiró de pies para evitarlo, cual portero de balonmano. Antes de esa última acción de Bryan Gil, unos minutos antes, también tuvo que tirar de extremidad Remiro para evitar el tanto de Maxi Gómez. Un excelente servicio en profundidad de gaditano tuvo como receptor a Maxi Gómez. El uruguayo, solo, disparó con la derecha y Remiró aguantó de la mejor de las maneras para, también, con la derecha repeler el intento del delantero. Pero no solo de sus pies vive Remiro. En una de las últimas jugadas de la primera mitad, también tuvo que emplearse a fondo, pero, en esta ocasión, tiró de manos para desviar un peligroso e intencionado disparo de Gayá. Unos instantes antes, también blocó a la perfección un centro del internacional valenciano.

La Real necesitaba ofrecer una imagen mejorada respecto al choque copero del jueves y lo hizo en un feudo complicado como siempre lo es Mestalla. Sumó un punto y, lo más importante, consiguió mantener su portería a cero gracias a la actuación de un Remiro notable, que salvó a su equipo de encajar una derrota que hubiera complicado aún más la situación de una Real que nunca se da por vencida. Y mucho menos, su portero.

El portero txuri-urdin salvó a su equipo de encajar una derrota que le hubiera complicado aún más la situación