- El varapalo fue de los gordos y todavía escuece. La Real inició la presente campaña muy ilusionada con sus tres frentes competitivos, y uno de ellos, la Copa del Rey, se esfumó la noche del jueves en Anoeta, en forma de un contundente 0-4 con el que el Betis apeó al equipo txuri-urdin. Cuando termina una temporada y toca echar la vista atrás, siempre hay fechas marcadas en rojo en el calendario, y en este curso la del 3 de febrero será una de ellas. Ahora le toca a la escuadra de Imanol escribir el resto de la historia y determinar qué ha supuesto la derrota: un punto de inflexión hacia una mala racha o un golpe complicado tras el que ha sabido rehacerse.

Hasta la fecha, este equipo ha demostrado que hay motivos para confiar en que ocurrirá lo segundo antes que lo primero. El técnico oriotarra acumula ya tres años ininterrumpidos en el banquillo blanquiazul, tiempo durante el que se han dado más alegrías que tristezas. Sin embargo, estas también se han manifestado, y conviene subrayar que la Real ha sabido digerirlas para hacerse más fuerte y proseguir su camino. Al fin y al cabo, todos los éxitos cosechados durante estas últimas temporadas han venido precedidos de momentos difíciles, comenzando, por ejemplo, por aquel invierno mágico que llevó a los txuri-urdin a la final de La Cartuja. Inauguraron el 2020 encadenando derrotas ligueras contra Villarreal (1-2) y Betis (3-0). Apenas mes y medio después, lanzados también en el campeonato, celebraban el histórico pase sobre el césped de Anduva.

Aquellos partidos perdidos contra el submarino amarillo y en el Villamarín, en cualquier caso, no implicaron momentos tan complicados como el vivido por la Real durante la mini temporada exprés celebrada en verano de 2020, justo después del confinamiento. Al cuadro blanquiazul le costó una barbaridad retomarle el pulso a la competición, hasta el punto de que volvió a la misma como candidato a la Champions y sufrió luego para amarrar la Europa League. En la 35ª jornada, el Granada ganó en Anoeta (2-3) e hizo peligrar sobremanera las opciones continentales del equipo, cuyo calendario final infundía temor: Villarreal, Sevilla y Atlético de Madrid. Los de Imanol ganaron en La Cerámica (1-2), empataron contra hispalenses (0-0) y colchoneros (1-1), y sellaron in extremis su pasaporte.

Durante la temporada pasada, mientras, los meses de enero y febrero vinieron cargados de sinsabores en las competiciones paralelas a la Liga. En cuestión de apenas diez días, la Real cayó en la Supercopa contra el Barcelona (1-1 y penaltis) y en la Copa del Rey contra su bestia negra, el propio Betis (3-1 en Sevilla). Sin embargo, el equipo reaccionó a la eliminación en Heliópolis empatando en el descuento en Vila-real (1-1) e iniciando así una muy buena serie liguera: catorce puntos de 18 posibles. La citada igualada en La Cerámica y otro 1-1 en Valdebebas se vieron secundados en esta fase del campeonato por cuatro triunfos contra Cádiz, Alavés, Getafe y Levante.

Los babazorros cayeron goleados en Anoeta (4-0) solo tres días después de que la Real recibiera en Turín aquel sopapo europeo contra el Manchester United (0-4), en un partido de resultado muy similar al que implicaría un mes después la visita liguera del Barcelona a Donostia (1-6). En el ensayo general txuri-urdin para la final de Copa, partido inmediatamente posterior, los culés avasallaron a una escuadra de Imanol que mostraría una cara muy diferente en La Cartuja. La derrota ante los culés no generó dudas en el plantel, que se repuso conquistando un título y firmando después un notable tramo final de temporada para lograr la quinta plaza.

El menú que se le avecina a la Real en el horizonte resulta goloso si de lo que se trata es de desquitarse. Febrero podía haber sido un mes muy sobrecargado en caso de supervivencia copera, pero su calendario sigue mostrándose exigente. De momento, mañana domingo espera el Valencia en Mestalla (14.00 horas), antes de una semana limpia de compromisos para preparar la visita del Granada a Anoeta (domingo 13 a las 18.30 horas). El duelo con los andaluces precederá a la ida de los dieciseisavos de final de la Europa League contra el Leipzig en Alemania (jueves 17 a las 21.00 horas), eliminatoria que se decidirá justo una semana después en Donostia. Entre los dos partidos ante el conjunto germano, además, tocará afrontar el derbi de San Mamés contra el Athletic, el domingo 20 a las nueve.

Después del partido de Anoeta contra el propio Leipzig, el jueves 24, pasará por el estadio donostiarra Osasuna el domingo 27, cerrándose así un febrero cuyo ritmo tendrá continuidad en marzo, al menos en primera instancia. El miércoles 2, la Real recuperará en Mallorca su partido aplazado. Y el sábado 5 visitará en el Santiago Bernabéu a un Real Madrid que encarará entonces la vuelta de su eliminatoria de la Champions contra el PSG (miércoles 9).

Billete europeo de 2020. Superando una muy mala racha de resultados tras el confinamiento.

Pase en Nápoles. Tras un inesperado y sorprendente empate ante el Rijeka en Anoeta (2-2)

Copa y quinta plaza. Logradas tras un invierno de eliminaciones en tres frentes: Supercopa de España, Copa del Rey (edición 2020-21) y Europa League.

Pase ante el PSV. Billete a dieciseisavos obtenido después de la dura derrota de Mónaco.

TORNEOFECHAPARTIDO

PARÓN INTERNACIONAL (Selecciones)

El tramo del pasado curso con eliminaciones en Copa y Europa coincidió con una fase liguera en la que la Real sumó 14 puntos de 18