- La afición de la Real se está acostumbrando mal por todos los elogios que está recibiendo el equipo...

-Con motivo. Este año es absolutamente evidente porque, encima, está liderando la clasificación. Pero ya lleva unos años, desde que Imanol llegó al banquillo, en crecimiento constante, y con una apuesta clara, definida, sobre un fútbol atractivo, ofensivo, una apuesta por gente de la casa. Con Roberto Olabe e Imanol están construyendo algo realmente no solo bonito, sino que está dando un rendimiento excepcional.

¿Qué es lo que más le gusta de esta Real?

-Muchas cosas. No podría quedarme solo con una. Lo primero, el convencimiento absoluto que tienen la plantilla y los jugadores en el modelo de juego, en la idea. Se ve que hay una comunión perfecta entre el técnico y lo que sucede en el campo. Eso es porque el futbolista está absolutamente convencido. Luego, que, a pesar de las rotaciones, por lesiones o porque lo decide así Imanol, el equipo no se resiente nunca en la labor colectiva. Eso significa que está muy bien entrenado y que todos lo tienen clarísimo. Además de todo esto, creo que se ha convertido en un equipo versátil. Quizá el salto cualitativo, en mi opinión, que ya se atisbó el año pasado y que se ha plasmado en este, es que la Real se adapta a diferentes tipos de partidos y que es capaz de sacar resultados los días que no está inspirada. Y eso significa estar muy cerca de los grandes. Obviamente, los partidos que estás bien, los sacas, pero los partidos que no estás bien son los partidos que los grandes también los sacan por calidad individual o por lo que sea, también por mentalidad. Este año la Real está sacando los días que está bien y los que no está tan bien, también.

Álvaro Benito se formó en una cantera, en este caso, la del Real Madrid. ¿Cómo se consigue que los jugadores que debutan del filial no desentonen en el primer equipo?

-El jugador tiene que sentir que eso es tangible. El otro día hablaba de este tema con Jorge Valdano, que fue el que nos sacó a nosotros, y cambió nuestra percepción de ver el primer equipo como algo de otro planeta a algo que se podía conseguir, porque nos conocía el entrenador del primer equipo, porque hacíamos trabajo con él todas las semanas. Luego ya, cuando subió Raúl y vimos su rendimiento, lo vimos todavía más claro, que no estábamos tan lejos. Eso es lo que sucede en la Real. Cualquier jugador sabe que si se esfuerza y tiene un buen rendimiento en el Sanse, va a disponer de opciones de progresar. Y eso es muy importante, porque la ilusión es el motor de todo. Y luego es que hay un muy buen trabajo de base, porque aquí las casualidades no existen y la alta competición te devora. En Primera no se regala nada. Primero tiene que haber un buen trabajo de base, la detección del talento, porque tiene que haber buenos futbolistas y estar muy bien trabajados. Todas estas cosas juntas se tienen que dar, más el atrevimiento y una apuesta clara por el modelo. A Imanol no le tiembla el pulso por poner a cinco o seis chavales juntos en una alineación. Todas esas cosas juntas hace que funcione el sistema.

De los últimos que están saliendo, de los Lobete, Turrientes y compañía, ¿con quién se queda?

-De los que no están tan asentados, entre lesiones y que no ha tenido continuidad, a mí me gusta mucho Barrenetxea. No es tan reciente como estos que has señalado, que no los he visto tanto y para hacer una valoración necesito verlos con más continuidad. Barrenetxea es un chico que en cuanto tenga la continuidad necesaria va a ser un jugador importante porque tiene gol, es rápido, agresivo, vertical, tiene un muy buen uno contra uno. Este tipo de jugadores son mi debilidad. Pero hay muchos. Lo sorprendente en la Real es lo de los mediocentros; parece que tienen ahí una cadena de montaje y salen muchísimos. Hacer una valoración de chicos tan jóvenes es difícil. Cada uno tiene una evolución diferente en función de su mentalidad, de su afán de superación, de su humildad, de su capacidad de superarse y de la confianza del entrenador. Al final, el entrenador es un tipo como tú y como yo que tiene jugadores que le entran más por el ojo y otros menos. Ahí va a estar la evolución de unos y de otros.

Barrenetxea es muy Álvaro Benito...

-Sí. Hay similitudes. Yo era más de banda natural. El año de Fabio (Capello) también jugué a banda cambiada, que era algo que no se estilaba entonces. Al principio era algo que se me hizo un poco raro. Barrenetxea es un jugador muy decidido. Me gustan ese tipo de jugadores, sin miedo al error, muy verticales, y el chaval tiene gol.

¿Hay motivos para confiar que la Real puede aguantar ahí arriba?

-Ya sabes que en el fútbol es difícil hacer predicciones. Siempre digo una frase, y es que el fútbol se comenta en tiempo presente. Ahora mismo te diría que sí. ¿Por qué? Se prevé una Liga a pocos puntos. En una Liga donde el Madrid, el Barça o el Atlético alcancen los noventa y tantos puntos, equipos como Real o Sevilla sí que tienen pocas opciones. Pero se prevé una Liga a menos puntos y ahí se abre el abanico. Lo importante es ser capaz de sacar adelante los partidos en los que no estás brillando, que eso sí que lo consiguen los equipos grandes por la calidad individual de los Benzema, Luis Suárez, Ansu Fati, que te resuelven partidos que están más atascados. Si la Real es capaz, por medio de Isak, de hacerlo, claro que va a tener opciones. Yo creo que es el saltito que le falta a Isak para convertirse en un cañón total, porque juega y hace jugar, pero para dar ese salto tiene que empezar a hacer más goles. Si da ese saltito, o por medio del colectivo, como están haciendo ahora, sacan adelante esos partidos que están más igualados, claro que van a estar con opciones.

¿Cuál es la línea del equipo que más le gusta?

-Te diría que el centro del campo. Futbolistas como Merino y Silva, cuando se juntan, están a la altura de los mejores. Merino, si no es uno de los jugadores de la Liga, ahí está. Para mí, es el mejor centrocampista de la Liga junto a Toni Kroos, que también está en un momento brutal. Merino es un jugador completísimo, muy competitivo. Y Silva, cuando está bien, es una delicia verle jugar por la comprensión que tiene de todo y la manera que tiene de mover el equipo. Es ahí donde la Real tiene mucho más nivel. Isak es un cañón, pero la línea más completa es el centro del campo. Además, hay muchas opciones para acompañar a estos dos. Estos dos marcan la diferencia. Tener dos futbolistas de este nivel en el centro del campo define a un equipo.

Aquí está muy bien considerado, pero cuando sale fuera hay muchas dudas sobre el rendimiento que puede ofrecer. ¿Cuál es su opinión de Mikel Oyarzabal?

-Siempre me ha gustado mucho. No sé dónde pueden estar las dudas. Creo que es un futbolista muy completo, capaz de hacer muchas cosas en el campo. A mí no me genera dudas. Es un jugador que me ha gustado mucho. Además, Imanol le ha acercado al gol. A pesar de partir muchas veces desde la izquierda, es un punto de partida, porque pasa mucho tiempo en espacios interiores también o cortando desde dentro hacia afuera, ese movimiento que hace muy bien Mikel Oyarzabal. Creo que es un futbolista físicamente muy bueno, muy comprometido por lo colectivo y que tiene una zurda magnífica, capaz de asistir, de jugar de falso nueve, como ha demostrado en muchas ocasiones, y de tener un buen juego de espaldas, y también con mucho gol. Me parece un futbolista muy completo.

Suele destacarse el potencial ofensivo de la Real, pero es un equipo que encaja pocos goles...

-Eso es algo de buen equipo. Ese es el salto cualitativo. Hace dos temporadas, por ejemplo, tengo el recuerdo de que los partidos en los que le sometían, cuando les tocaba defender cerca del portero, sufrían mucho y encajaban. Ahora es un equipo que puede estar perfectamente sometido durante mucha parte de algunos partidos y se defiende bien. Es uno de los saltos cualitativos que ha dado el equipo, que cada vez se adapta mejor a diferentes tipos de partidos. No siempre tiene que dominar, no siempre tiene que robar y correr. Quizá en el primer año de Imanol era un equipo que verticalizaba más que ahora, que ahora controla más todo lo que pasa. Me acuerdo de los primeros partidos de Imanol, que eran muy de ida y vuelta, que casi siempre se acababan rompiendo. Y ahora ya no sucede tanto, con lo cual eres menos vulnerable. Luego ha habido saltos cualitativos dentro del equipo, como el de Le Normand. Está haciendo un temporadón y, más allá de lo colectivo, esto también ayuda. A Aritz no le nombro porque ha tenido un rendimiento regular y muy bueno todos los años.

¿Cómo se ve a Imanol Alguacil fuera de Donostia?

-Con la sensación de que es un entrenador muy cercano, que actúa desde el convencimiento, que es la única forma que puede un entrenador llevar a un equipo. Un entrenador tiene que convencer. Esa labor la tiene conseguidísima. Es lo más difícil. Creo que es un entrenador muy cercano, muy competitivo, a pesar de que parezca muy buena gente, que lo será. El equipo es el espejo de su entrenador. Quizá se habla poco de Imanol. Otros entrenadores con menos méritos tiene mejor marketing que Imanol. Es el entrenador de la Liga este año. Y está en el top 3 de estos los últimos cuatro años. No es cualquier cosa.

¿Hay motivos para venirse arriba?

-Claro. ¿Cómo no los va a haber? El fútbol da muchos sinsabores. Cuando pasan cosas buenas, hay que disfrutarlas, porque no sabes cuánto va a durar. Y no es fácil mantener el nivel que está ofreciendo la Real este año, porque incluso equipos grandes con mucho talento, con grandes entrenadores y grandes futbolistas, no todas las temporadas salen igual. Eso es lo bonito e impredecible que tiene el fútbol también, que ayer uno más uno eran dos, y ahora la suma no sale así. El fútbol tiene esto. Creo que hay que disfrutar de los buenos momentos. Lo de la Real es una realidad, el año pasado ganando títulos, estando cerca de las primeras posiciones, y este año estando líder a estas alturas, jugando bien; hay que disfrutar. Lo que está claro es que hay que ser consciente de que nada es eterno. Por eso hay que disfrutar las cosas buenas cuando pasan.

¿Ve a la Real como un equipo serio para aspirar a algo en Europa?

-La fase de grupos siempre es complicada de analizar porque hay mucho partido, es la fase del campeonato dónde más partidos se concentran. Es a partir de las eliminatorias donde todo el mundo se pone las pilas, por así decirlo. Habrá que esperar a esa fase y, en función de qué equipo caiga de la Champions, la Real puede estar ahí compitiendo contra cualquiera. Así lo creo. No debe tener temor a ningún equipo que le pueda tocar más adelante en unas hipotéticas eliminatorias. Entiendo también que va a depender mucho de la marcha de la Liga.

Se habla muy bien de la Real Sociedad, pero se habla también muy bien de Álvaro Benito como comentarista de partidos. ¿Cómo lleva los elogios?

-Es una sorpresa, muy agradable, el cariño que me está manifestando la gente. Lo he hecho de la forma natural que me salió desde que empecé a comentar; también con el hecho de, como soy entrenador, intentar acercar el juego al espectador, sin que el lenguaje sea demasiado complejo, pero sí intentar que la gente pueda acercarse más a los entresijos del juego, pero, bueno, estoy muy satisfecho de la recepción de la gente. Hay que intentar seguir haciendo las cosas bien porque se está muy expuesto. Es un trabajo también donde están en juego la sensibilidad y los sentimientos de la gente. Hay que prepararse bien, hay que medir también tus palabras. Es lo que intento, que la gente se sienta satisfecha de cuando hablo de un equipo y de otro.

Siendo músico como es, ¿qué música le viene bien a la Real?

-Yo te diría que la Real es bastante rock and roll. Los equipos que van hacia arriba, que son ofensivos, que son agresivos en la presión son rocanroleros.

"Me gusta Barrenetxea. En cuanto tenga continuidad, va a ser importante. Tiene gol, es agresivo, vertical y tiene muy buen uno contra uno"

"En mi trabajo está en juego la sensibilidad y los sentimientos de la gente. Hay que prepararse bien y hay que medir tus palabras"

"El salto cualitativo que ha dado la Real es que se adapta

a diferentes tipos de partidos y ahora saca adelante aquellos en los que no está inspirada"