- Hay algunos temas que Jokin Aperribay controla especialmente desde que es presidente de la Real. Uno de ellos es la remodelación de Anoeta, que le ha salido a la perfección; otro, los contratos televisivos; y, por último, el tema de la SuperligaSuperliga. Entre otras cosas, porque es un buen amigo de Florentino Pérez y Miguel Ángel Gil Marín, propietarios de Madrid y Atlético y alma maters de la nueva competición.

El presidente txuri-urdin se ha mostrado muy atento con los movimientos que se han precipitado en las últimas horas y ha reconocido que llevaba tiempo trabajando buscando un espacio ideal para su Real en el nuevo escenario que se iba a plantear en el Viejo Continente: "Pensamos que no es necesaria ni conveniente para la afición y para el futuro del fútbol que haya una Superliga europea. Consideramos que el principio fundamental por el que en Europa te ganas el derecho a jugar en sus competiciones es en función de lo que hayas hecho en la Liga. Parece que es un principio a mantener, y el mejor respeto que podríamos hacer a las aficiones es que se mantenga la importancia de las competiciones ligueras tal y como están diseñadas en este momento", declaró hace unos meses. Las redes sociales, siempre tan traicioneras, rescataron también unas palabras suyas en 2018 cuando le preguntaron por el nuevo orden europeo en la Junta de Accionistas de 2018: "Del mismo modo que se habla de próxima creación de una Superliga europea, estoy convencido de que, cuando esta sea un hecho, también nacerá una liga europea de segunda división. Y la Real debe estar preparada para entrar en ella".

En los últimos meses, consciente de que se estaban produciendo muchos movimientos respecto a la creación de la nueva competición, Aperribay y varios de los presidentes de los clubes españoles de la zona intermedia de la Liga que se quedan fuera parecen haber constatado que no cuentan para un torneo más poderoso sin que se valoren los pertinentes y habituales méritos deportivos.