Cuando se anunció la alineación que eligió el sábado Marcelino García Toral para medirse al Eibar, a pocos les cupieron dudas de que ese equipo era también el que tenía en mente el técnico para la final de la Copa del Rey finalCopa del Rey ante la Real. Fue un once compuesto por Unai Simón; De Marcos, Yeray, Íñigo, Yuri; Berenguer, Unai López, Vesga, Muniain; Raúl García y Williams.

Aunque también es cierto que, ya desde el principio de su andadura en Bilbao, el técnico asturiano ha dejado entrever ciertas dudas en el doble pivote, ubicación donde se centran todas las posibles incógnitas de cara a La Cartuja. Con Unai López lesionado, Marcelino arrancó en enero, con la pareja Unai Vencedor-Mikel Vesga, pero ya para la Supercopa, en su segundo y tercer partidos, se decantó por Dani García en detrimento de Vesga. Con el tiempo fue perdiendo fuerza Vencedor, que cometió algunos errores gruesos que costaron goles. Y Unai López, nada más regresar, se hizo con un puesto. El donostiarra y Dani García tomaron ventaja.

Tampoco ha parecido nunca que al técnico le acabe de llenar el de Zumarraga, muy táctico y defensivo pero menos vertical en el juego de ataque, algo a lo que el técnico da mucha importancia. Con el paso del tiempo, la pareja Unai-Vesga se ha ido haciendo con las preferencias del entrenador y, al ser elegida en el último ensayo antes de las grandes citas de abril, el misterio pareció quedar desvelado el sábado: ambos eran los elegidos para la final.

Sin embargo, ante el Eibar Unai López repitió errores que habían lastrado a Vencedor, Vesga no mejoró la peor versión de Dani García y Marcelino se enfadó. Al descanso, los titulares al banquillo. Y los suplentes, que algo mejoraron a los sustituidos, al campo. Con ello, se acrecenta la incógnita en ese doble pivote para una final, la prevista ante la Real, en la que todo lo demás está claro. Unai López, Vesga, Vencedor y Dani García, mientras, se disputan las dos vacantes.