- De repente Mikel Merino se perfila como uno de los jugadores clave para la final. Después de quedarse fuera de la lista de España aún más. El navarro cree que el club necesita una gran alegría: "Ha pasado mucho tiempo desde el último título. Un club como la Real echa de menos jugar finales. Es un momento único y especial. Todos creemos que tenemos la posibilidad de conseguirlo y debemos aprovecharlo", dijo en Radio Euskadi.

Imposible un aliciente mayor con un derbi en una final de Copa: "Hay una rivalidad muy importante entre la Athletic y la Real. Si cualquier derbi se toma con la máxima intensidad, encima si hay un título de por medio, aún más. En una final de este calibre, no creo ni en los favoritismos ni en las inercias. El Athletic está bien; con la llegada de Marcelino tienen otra vida y energía que igual antes no tenían".

Merino cree que hay una baza que juega a su favor pese a que muchos temen la bisoñez del equipo: "La experiencia siempre ayuda. Nosotros tenemos la suerte de tener a gente top mundial en el equipo como Silva o Monreal".

El jugarse a puerta cerrada es una decepción para todos: "Va a ser una pena. Las aficiones iban a montar una fiesta y el ambiente iba a ser espectacular. Íbamos a recordarlo para siempre y ahora será más light, ya que pierde magia".

Su aita le ha contado como era la Real campeona: "Vi con él la final de 1987 en el confinamiento. Me contó que era un equipo muy valiente, atrevido y que no daba un partido por perdido. Y también es la seña de identidad de esta Real".

En el plano personal, lo juega todo: "A todos se les nota cuando tienen las piernas frescas, pero en mi caso, como me gusta abarcar mucho campo y llegar a área, el tener aire en los pulmones hace que pueda dar una versión mejorada de mí mismo. Ha habido fases en las que me he encontrado cansado, pero es normal".

Zubieta. La Real regresa al trabajo hoy en Zubieta después de descansar ayer. Lo hará con la incertidumbre de los jugadores tocados. Monreal y Carlos Fernández tienen opciones de regresar, aunque lo harán siempre en función de sus sensaciones. A Zubimendi todavía le falta, aunque no se encuentra lejos de asomar en el verde, mientras que la gran incógnita será David Silva. Como es un fuerte golpe el que sufrió en la espalda en Granada, lo lógico es que hoy continúe dolorido, por lo que haya que esperar a comprobar su evolución. Zaldua, Aritz Elustondo y Moyá continuarán con sus respectivos procesos de recuperación.