- La preparación de la Real de cara al regreso de la competición continúa avanzando. Imanol Alguacil quiso ayer dar una nueva de vuelta de tuerca a los suyos organizando un partido once contra once en el estadio de Anoeta, que los txuri-urdin pisaron de nuevo más de tres meses después de ganar al Valladolid (1-0) el 28 de febrero. El encuentro se disputó sin público ni medios de comunicación, y el club no comunicó la composición de los equipos. Sin embargo, sí publicó una extensa galería de fotos en la que la indumentaria de los futbolistas (vestidos de blanquiazul o de verde) sirve como referencia para componer los onces diseñados por el oriotarra.

Entre las conclusiones que pueden destacarse de sus planes resalta la composición de una defensa muy susceptible de ser titular y que compondrían Zaldua, Le Normand, Llorente y Monreal, ayer vestidos de verde. Se midieron a una delantera blanquiazul que jugó de inicio el último partido de Liga en Eibar, integrada por Willian José, Januzaj y Oyarzabal. En lo que respecta a la medular, el técnico mezcló a sus pupilos, pues separó a Odegaard y a Mikel Merino. El noruego formó junto a Zurutuza y Zubeldia, mientras que el navarro actuó de txuri-urdin con Illarramendi y Luca Sangalli.

Los jugadores del Sanse que habitualmente entrenan con el primer equipo, reforzados en esta ocasión por Aranbarri y Robert Navarro, comenzaron el encuentro en la grada, dispuesta a modo de banquillo moderno, con distancia de seguridad entre futbolistas. Las imágenes ofrecidas por el club al respecto apuntan a que el único potrillo que jugó de inicio fue Jon Pacheco, pareja de Aritz Elustondo en el eje de la zaga del equipo txuri-urdin.

Ander Guevara estuvo en Anoeta, pero continuó en la banda con su trabajo de recuperación. Aún sufre las secuelas de un esguince de tobillo. Su percance, que tuvo lugar la semana pasada, ha sido hasta la fecha el único digno de mención en la plantilla realista, después del regreso a los entrenamientos hace ya un mes.