aixo afición txuri-urdin! Si os detallo las circunstancias que rodearon a mi fichaje por la Real, estaré aportando pistas casi definitivas. Suelo leer, desde la distancia, la prensa guipuzcoana. Y, hasta donde yo sé, a muy pocos refuerzos del club les ha sucedido lo que a mí. Algo similar ocurrió por allí hace algo menos de seis años. Pero lo mío no dejó de resultar inusual. Dejémoslo en que fue un culebrón de numerosos episodios, prácticamente uno diario, que yo viví en una situación muy parecida a la que ahora atravesáis en vuestros domicilios. Tranquilos. Todo pasa. Y, aunque mi caso tuvo una naturaleza muy distinta y solo atendió a algo tan banal como el fútbol, sí puede servir para ilustrar que la paciencia termina dando sus frutos.

Porque a mí me fue bien en la Real. Muy bien, diría yo. Resultó corto pero intenso, sobre todo al final. Y eso que marqué relativamente pronto. Mi primer gol como txuri-urdin os pilló a muchos de vacaciones, veraneando todavía por la zona. No fue una diana de antología. Estuvo marcada por la polémica. Pero valió al fin y al cabo, y sirvió para poner la primera piedra de un edificio que terminaríamos levantando. El éxito correspondió a todos, a toda la plantilla, por mucho que el once tipo de aquel curso pueda recitarse prácticamente de memoria. Si enumeráis ahora a sus integrantes, posiblemente me incluyáis en él. Pero mi demarcación fue la que más dudas generó al míster durante la temporada: solo jugué 80 minutos más que el compañero con el que luché por el puesto. Un compañero que entonces ya apuntaba lo que podía llegar a ser en un futuro. Lo confirmaría con creces años después.

Os preguntaréis qué es de mi vida. ¿Qué queréis que os diga? Hace unos años anuncié mi retirada y enseguida me calcé las botas de nuevo. Ahora se supone que vuelvo a ser exfutbolista. Pero quién sabe. Llegasteis a conocerme bien durante aquella recordada temporada y sois conscientes de que de mí se puede esperar cualquier cosa. Me quedan pocas líneas y creo que ya no hay espacio suficiente en este carta para repasar mi trayectoria. Resumámosla concluyendo que los clubes en los que milité tras abandonar Donostia cuentan con un perfil muy inferior al de los que integré antes de mi fenomenal experiencia como txuri-urdin.