donostia - Anduva. La Copa. Granada o Athletic. Abril. La Cartuja. El próximo 4 de marzo, la Real afrontará en el campo del Mirandés el penúltimo obstáculo del camino que le conduce a la gloria. Esta se encuentra, por lo tanto, demasiado cerca como para que su proximidad no haya centrado debates y tertulias futboleras. Levantar un título en Sevilla implicaría reabrir unas vitrinas que el equipo masculino del club no alimenta desde hace 33 años, campeonato de Segunda División (2010) al margen. Y supondría además el premio añadido del billete europeo. Redondearía, en definitiva, una temporada perfecta, una campaña sobresaliente que a estas alturas, sin embargo, conviene no fiar a los 90 minutos de una eliminatoria o una final en las que puede suceder cualquier cosa. Resulta más recomendable tejer una red de seguridad por si las cosas no salen bien en el torneo del KO. Incluso por si salen bien y la suerte es esquiva. Resulta más recomendable mantener el pulso de la Liga.

Regresa la liga Y la Liga vuelve hoy, trece días después del triunfo contra el Athletic en el derbi de Anoeta. Solo trece días después, cualquiera diría. Parece que han transcurrido meses enteros. Vino luego la ida contra el Mirandés, y tenía que haber venido igualmente la visita a Ipurua, aplazada hasta marzo. Ahora, para reanudar el camino aparcado con aquella exhibición de Isak, toca recibir al Valencia, un rival directo (aventaja en un punto a los txuri-urdin con un partido más) que llega a Anoeta de aquella manera. Aunque la Real también tiene sus bajas. La ya de sobra conocida de Asier Illarramendi. Las de los también lesionados Diego Llorente y Ander Barrenetxea, apuntando este último a recuperarse para el partido del próximo viernes contra el Valladolid. Y la del sancionado Cristian Portu, quien iba a cumplir castigo en Eibar y finalmente lo hará esta tarde contra el equipo en cuya cantera se formó. El resto del plantel está disponible para Imanol Alguacil, quien ayer apostó por citar a todos los disponibles (el excluido Zurutuza tiene el alta médica aunque aún se encuentra falto de ritmo). Así, convocó a 17 integrantes del primer plantel y también a los potrillos Naïs Djouahra y Xeber Alkain, ambos hombres de ataque.

el once No se contemplan para hoy decisiones técnicas enfocadas a otros compromisos. El partido de Anduva queda lejos aún. Y el mencionado aplazamiento de Ipurua ha supuesto oxígeno, en forma de descanso para un plantel que acumulaba ocho partidos consecutivos alternando domingos y miércoles (o jueves). Los teóricos titulares llegan frescos y con tiempo suficiente para recuperarse de cara a futuros encuentros, lo que, unido a la trascendencia del partido, un duelo directo, apunta a un once muy cercano al de gala. Esto significa que, si asumimos que Januzaj va a ser titular en el extremo, las dudas en la previa se centran en una única interrogante: Aritz o Guevara. Si el beasaindarra juega de inicio, Zubeldia ocupará un puesto en el centro del campo. Si Imanol opta por retrasarle, mientras, quedará una vacante en la media cubierta por Ander Guevara. Remiro, Zaldua, Le Normand, Monreal, Merino, Odegaard, Oyarzabal e Isak son los favoritos para completar el equipo en el arranque.

la champions marca En una época en la que el tiempo de descanso entre partido y partido acapara polémicas y quejas, no pueden obviarse las circunstancias en las que el Valencia aterriza en Donostia. Los de Celades apenas han disfrutado de 70 horas para lamer las heridas propias de una batalla como la que dirimieron el miércoles contra el Atalanta italiano. Disputaron en San Siro un partido de ritmo elevadísimo, muy exigente, que además se saldó con una contundente derrota (4-1) de consecuencias difícilmente reparables. Les costará darle la vuelta a la eliminatoria en Mestalla. Les costará igualmente comparecer esta tarde en Anoeta con las piernas necesarias para plantear algo distinto a un encuentro largo y pausado. Los che apuntan a enfundarse esa versión Marcelinizada que ya han lucido en más de una ocasión con su actual entrenador para hacerse fuertes desde el repliegue y el contragolpe, el registro, por cierto, con el que más cómodos parecen seguir sintiéndose. A la Real, mientras, le va a tocar armarse de paciencia, idear caminos para abrir vías de agua en un bloque medio-bajo y cuidar las transiciones defensivas.

bajas en el rival Ese planteamiento que parecen destinados a protagonizar hoy los valencianos no es el más halagüeño para un cuadro txuri-urdin a menudo espeso ante semejantes circunstancias. Pero sí encuentran motivos para el optimismo los de Imanol en el estado de la plantilla visitante, azotada por las bajas en forma de lesiones y de sanciones. Gabriel y Maxi Gómez vieron sus respectivas quintas amarillas de la temporada contra el Atlético. Y el central integra además la larga lista de lesionados, en la que también figuran José Luis Gayà (su baja se conoció ayer), Ezequiel Garay, Rodrigo Moreno, Francis Coquelin, Alessandro Florenzi, Manu Vallejo y Cristiano Piccini. En total, nueve ausencias ante las que, eso sí, Albert Celades sigue pudiendo alinear un equipo de garantías. Con Parejo y Kondogbia en el doble pivote. Con Gameiro y Guedes en punta. O con los canteranos Soler y Ferran ocupando dos bandas de características tan diferentes como peligrosas para el rival.