Los tres rivales de la Real en la Europa League
El mejor equipo ruso de la década baja de estatus
En la parte frontal de la camiseta del Zenit de San Petersburgo, un emblema publicitario sirve para explicar el dominio del fútbol ruso que este club ha mostrado durante la última década: Gazprom. Los petrodólares de la empresa gasística han resultado claves para confeccionar durante las últimas campañas plantillas muy caras, que hasta hace bien poco se codearon con los mejores equipos del continente en la Champions League. Especialmente recordado a estos efectos es el verano de 2012, durante el que la directiva dirigida por el magnate Aleksandr Diukov pagó cien millones de euros por Hulk (Oporto) y Witsel (Benfica).
El Zenit actual es un equipo potente, que además inicia un nuevo proyecto de la mano del entrenador italiano Roberto Mancini. Pero un repaso a su plantilla evidencia un estatus menor al de, por ejemplo, hace solo un lustro. El perfil de sus fichajes ha bajado, centrados este verano en la contratación de jóvenes promesas del fútbol argentino como el central Mammana (Lyon), el medio Paredes (Roma) o el delantero Sebastián Driussi (River Plate). De momento, las cosas marchan en liga, pero el equipo ha sufrido mucho para superar en las rondas previas al Bein Yehuda israelí (2-1 global) y al Utrecht (2-1 también, este tras prórroga).
El gigante noruego se reinventa para volver
Los tópicos futboleros definirían al Rosenborg de Trondheim, una ciudad costera con 180.000 habitantes situada en el centro de Noruega, apuntando a un equipo fuerte en su zaga, poderoso en el juego aéreo y directo en sus tentativas ofensivas. Pero las cosas han cambiado en el club más laureado de Noruega en las últimas décadas. Ganó trece ligas consecutivas entre 1992 y 2004. Pero luego solo ha obtenido cinco de las doce celebradas desde entonces. Vivió incluso cuatro campañas de sequía, dominadas principalmente por el Molde.
Ahora parece que, poco a poco, las aguas vuelven a su cauce en el país escandinavo, cuyo fútbol tiene de nuevo en el Rosenborg a su principal exponente. Los de Trondheim ganan ligas de nuevo (llevan dos seguidas y van camino de una tercera) gracias a un atrevido fútbol combinativo. Y es que no se cortan un pelo a la hora de rasear el balón, aunque hacen gala también de una candidez defensiva que en las competiciones europeas pueden pagar muy cara.
Apeados por el Celtic de Glasgow en su lucha por entrar en la Champions, cayeron a la ronda final de la UEFA, en la que apearon al Ajax. Lo hicieron gracias a un 4-2 global que tuvo en el nigeriano Samuel Adegbenro a su principal estrella. Fichado el pasado 15 de agosto procedente del Vikin Stavanger, ha marcado tres de los cuatro goles noruegos en la eliminatoria.
Una gesta histórica para el fútbol macedonio
Cuando hace más de un mes, el 18 de julio, el Vardar eliminó al Malmo sueco de las previas de la Champions, gracias a un contundente 4-2 global, al club de Skopje se le presentaron dos oportunidades para hacer historia. Si apeaba luego al Copenhague, optaría a la fase de grupos de la máxima competición continental o, como mal menos, caería a la de la Europa League. Pero salió cruz. Tras ganar 1-0 en casa, perdió 4-1 en la capital danesa. Aún restaba una opción para convertirse en el primer club macedonio en acceder a una liguilla continental.
Tocaba jugar la última ronda veraniega de la UEFA, ante el Fenerbahce turco, y la fortuna se alió con el conjunto que entrena el recién llegado Cedomir Janevski. Que el partido de ida en Skopje terminara con victoria local (2-0) supuso un auténtico milagro, viendo las ocasiones de unos y de otros. Y en la vuelta del jueves en Estambul, mientras, un letal contragolpe con 1-0 en el marcador, cuando los otomanos buscaban igualar la eliminatoria, sentenció un billete inolvidable para los macedonios.
Se trata de un equipo muy discreto, con amplísima mayoría de futbolistas locales, y aderezado eso sí por los típicos jugadores sudamericanos de segunda fila que buscan suerte en ligas exóticas. Asumido el papel de escuadra débil del grupo, el Vardar buscará hacer un buen papel haciéndose fuerte atrás y buscando sorprender en transición.