donostia - Toño Ramírez se convirtió ayer en el segundo fichaje de la Real para la próxima temporada. El club realista anunció por la tarde el acuerdo que había alcanzado con el AEK Larnaca por una cantidad que no llega a los 100.000 euros. De esta forma, el riojano regresa a su “casa”, a donde llegó en 2005 cuando el director deportivo por aquel entonces, Roberto Olabe, le fichó de la Valvanera, uno de los clubes convenidos de la entidad txuri-urdin. Después de jugar más de 50 partidos con el Sanse, subió al primer equipo, en el que llegó a debutar en Segunda División a finales de la temporada 2008-09, cuando en la penúltima jornada tuvo que sustituir a Ros tras ser expulsado Zubikarai. Fue titular en el partido final del campeonato en Elche, en el que los realistas se impusieron por 1-2. El siguiente curso, el del ascenso, estuvo cedido en el Tenerife B, y, a su vuelta, no logró encontrar oportunidades, por lo que finalmente salió del club para recalar en el Guadalajara, luego en la Cultural Leonesa y, finalmente, en el AEK Larnaca chipriota, donde ha jugado 58 partidos en las dos últimas campañas, lo que le ha permitido volver a llamar la atención de Lorenzo Juarros.
A sus 29 años, Toño vuelve con el cartel indiscutible de segundo portero, algo que no va a provocar que esté demasiado exigido Rulli, tal y como ha sucedido esta campaña con Oier Olazabal. Eso sí, va a tener una gran ocasión al inicio de la temporada al jugar el primero, y puede que el segundo, encuentro de Liga en previsión de que Argentina gane medalla en los Juegos Olímpicos. Jokin Aperribay tenía claro que, si lograba hacerse con los servicios de Rulli mediante una importante inversión -finalmente va a ascender a siete millones de euros-, no iban a poder afrontar otro pago relevante para un suplente. Ramírez responde a este perfil y es este motivo el que les ha hecho decantarse por un meta que apenas dejó recuerdos en la afición realista.
ilusionado El guardameta, que firma hasta 2018, se mostraba muy ilusionado ayer en declaraciones a la web oficial del club tras consumarse su fichaje: “Estoy contento e ilusionado por haber recibido la llamada de la Real después de cuatro años fuera de casa y haber recibido de nuevo la llamada de la Real, que fue mi casa durante ocho temporadas”.
Como suelen declarar muchos de los futbolistas que, por un motivo o por otro, se ven obligados a abandonar Zubieta, el riojano se siente orgulloso de haber sido capaz de poder regresar tras una carrera en varios equipos: “El marcharte te permite conocer otro fútbol. Cuando militas en un club como la Real hace que vivas un poco en una burbuja en cuanto a instalaciones y club, ya que no tiene nada que ver en comparación con otros conjuntos en los que he estado. Me ha servido, sobre todo, para coger experiencia y minutos, y madurar futbolísticamente”.
Es su rendimiento en el AEK Larnaca lo que le ha permitido volver a llamar a la puerta de la Real: “He pasado dos años en Chipre, que la verdad es que estaba lejos de aquí, y el volver a la Real y estar cerca de Logroño, donde viven mi familia y mis amigos, lo valoro mucho más ahora. No es lo mismo estar fuera, que te sientes como más aislado y provoca que puedas estar con tu gente cada bastante tiempo”.
Lo que no ha perdido es el contacto con sus excompañeros en el vestuario txuri-urdin: “He estado cuatro años fuera, pero tengo mucha relación con muchos compañeros que siguen; ya he hablado con muchos de ellos, y ahora tengo muchas ganas de empezar y de estar con ellos. Me han dado la enhorabuena”.
El vicepresidente Ángel Oyarzun fue el encargado de darle la bienvenida: “Para nosotros es una satisfacción, porque se trata de un jugador experimentado, que conoce la casa y que viene a reforzar la estructura de porteros”. Loren explicó más detalles de su fichaje: “Le damos consistencia y experiencia a la portería del primer equipo, con un jugador formado en Zubieta, que conoce perfectamente la Real y que fuera ha ganado la experiencia que entonces no pudo tener. Viene para compartir ese puesto con otros dos porteros. Sabemos lo que nos puede dar y será un buen complemento. Además, dará tiempo a ese grupo de porteros jóvenes que tenemos y que esperamos que en un tiempo ocupen esa plaza. Nos aportará en el césped y también fuera de él”.