“Me gusta jugar contra Aduriz porque es un futbolista en el que me veo reflejado”
Iñigo Martínez, el realista más imprescindible de los últimos cinco años, regresará al once el domingo para intentar asaltar San Mamés. El central reconoce que llegan al derbi en su mejor momento, aunque no se fía de un rival al que respeta y elogia
Mutriku - Lo primero, ¿ya recuperado?
-Sí, después de llegar del partido del Espanyol, esa misma noche ya notaba algunas sensaciones raras en el cuerpo y al día siguiente por la mañana me encontraba peor. Fui a Zubieta, hice el trabajo que tenía que hacer y por la tarde tenía catarro, pasé una mala noche con fiebre, pero con la medicación me he encontrado bastante mejor.
Tres de tres. ¿Por qué ahora ganan partidos y antes les costaba tanto?
-El equipo ahora está mejor y a cualquier equipo tres victorias seguidas siempre le da más confianza y más todo. Ahora estamos bien y lo importante es seguir en esta línea, que es bastante complicado. Hay que aprovechar las pocas oportunidades que se nos presentan. En Primera es muy complicado ganar tres o cuatro partidos seguidos.
Toda la temporada hablando de la irregularidad del equipo, pero pasar en dos semanas de un 5-1 a un 0-5 es lo máximo...
-Veníamos de unas derrotas muy duras para el equipo, pero superar esas derrotas, tal y como lo hemos hecho, tiene su mérito. Sabíamos que podíamos dar mucho más y esa ha sido la clave. El equipo, a pesar de eso, ha seguido adelante y llevamos tres victorias consecutivas. Yo creo que lo más difícil en el fútbol es ser regulares. Tenemos que aprovechar las oportunidades de cada partido y a partir de ahí nos irá mejor.
¿Se puede decir que el 5-1 hizo saltar la alarma y ha venido hasta bien por el momento en el que se produjo?
-De hecho, cuando perdimos ese partido, en el que el Sporting nos marcó cinco, dolió mucho y al día siguiente hablamos los jugadores y el míster y dejamos las cosas claras. Cada uno aclaró sus problemas y eso siempre suele venir bien.
¿Cómo llegaron a eso? ¿Qué conclusiones sacaron en esas conversaciones?
-Que estábamos con la moral por los suelos y en ese momento lo más importante era estar unidos. Nos faltaba confianza y decidimos levantarnos de esa situación. Al final, cuando se pierde no es porque seamos malos y cuando se vence tampoco es porque somos los mejores. Los que estamos en la Real ganaremos si estamos bien y si damos el 100%, seguro que al final nos irá mejor.
¿Han notado una sensación de depresión y decepción en el entorno?
-Por supuesto. Desde pretemporada se pusieron expectativas muy altas en el equipo; yo siempre he dicho que no soy partidario de eso. Es cierto que tenemos un buen grupo y se podían hacer cosas bonitas este año, pero se han torcido las cosas. Empezamos a flaquear y el equipo no avanzó en el juego. Hubo momentos de dudas y es normal que la afición también las tenga y se preocupe. Nosotros, por supuesto, somos conscientes de que la afición exige y hay que saber llevar la situación. En esos momentos es cuando más unidos tenemos que estar. Yo estaba preocupado, no veía clara la situación del equipo. Ahora ves que llevas tres partidos consecutivos ganados y a cualquier futbolista le dan ganas de seguir peleando.
¿El momento más duro de esta temporada fue al final en el vestuario de El Molinón?
-Sí, claro. Creo que fue uno de los golpes más fuertes que he recibido desde que debuté. Sinceramente, ir allí y llevarte esa goleada nos dolió mucho. Ya sabíamos que ellos necesitaban ganar y no iban a salir a pasar el rato. Fueron momentos muy complicados para el equipo.
¿Han cambiado algo en la forma de jugar para alcanzar esta buena racha?
-Contra el Betis empezamos bien, pero en la segunda parte, pese a que salimos a rematar el partido, ellos cambiaron de sistema y nos costó. Son momentos en los que uno dice igual es mejor quedarnos atrás y defender el resultado, pero eso a veces es peor. Lo pasamos muy mal, nos metieron el gol, empezaron a presionar y a crearnos ocasiones y sabíamos que teníamos que ganar sí o sí, y más jugando en casa. A partir de ahí, lo importante era sumar y, no sé si hemos cambiado o no, pero es cierto que nos sentimos más unidos en el campo y todos luchamos por lo mismo.
Poco a poco hay jugadores claves en la Real que están cogiendo su mejor nivel personal.
-Sí, puede ser que varios jugadores destaquen en estos momentos tan difíciles que afrontamos; al equipo le da mucho y se ve. Que Jonathas vaya marcando goles, que Asier (Illarramendi) esté en el nivel que está, que Rubén (Pardo) siga metiendo esos pases que muy pocos son capaces, que Vela demuestre de nuevo que cuando está bien tira del equipo como sea y asume el rol esté el equipo como sea... Estos jugadores son muy importantes para el equipo y para el club, porque atesoran una calidad que muy pocos tienen.
La irrupción de Oyarzabal? ¿le recuerda en algo a cuando debutó usted?
-Ya dije en una entrevista que me recordaba a él, porque veía un chaval humilde, que venía a querer jugar de titular, a aprender de los Xabi (Prieto) y compañía y de los que juegan en su posición. Es un jugador que respeta, que, aunque aún no tenga tanta confianza con los demás, le ves con ganas de poder hacer cosas bonitas. Es un jugador que está al 100% por la Real.
¿Tiene algo diferente a lo que ha podido ver antes en Zubieta?
-Es cierto que desde que ha saltado al césped se lo ha comido y se ve un chaval que tiene unas ganas tremendas de demostrar que puede ser titular. Es muy joven y le queda mucho camino y hay que tener mucho cuidado con él también.
¿Cree que la etapa de Moyes ha dejado secuelas en el equipo?
-Podría ser? Creo que el estilo que quería Moyes no era el mejor para la Real. Había jugadores que no sabían adaptarse a ese juego y que no tenían condiciones para hacerlo. La Real es más del estilo de Eusebio. Se vio que el equipo no sabía en muchos momentos cómo afrontar los partidos, aunque sabíamos que el juego de Moyes era de correr mucho delante y atrás, y le importaba poco tener la posesión. Se centraba en el fútbol inglés, de mucho físico, mucha ida y vuelta, muchas disputas, muchas peleas... Y esas condiciones no teníamos. La Real hizo bien en traer a Eusebio, que desde que llegó nos dejó claro cómo quería que jugáramos y desde el primer minuto organizó entrenamientos con rondos y posesiones, y así hemos seguido desde el primer día.
¿Es el entrenador con el que más a gusto ve al grupo en general?
-Hubo otro entrenador que fue Montanier, que una de las cosas que mejor sabía hacer era llevar bien al grupo. Todos los entrenadores deben lograrlo porque es una de las cosas más importantes. Montanier sabía llevar a los suplentes, algo muy complicado, y Eusebio también sabe hacerlo con los no titulares, o los que juegan poco.
¿Utiliza estrategias de motivación?
-Nos llevamos muy bien con él, siempre está pendiente del jugador, del que se encuentra mal. A mí me ha subido al despacho a hablar con él varias veces para saber qué pensamos cada jugador. Da gusto ver que quiere avanzar y que quiere que los demás mejoremos.
¿Usted podía haber jugado el domingo y le reservó por tarjetas?
-Bueno, es cierto que entrené solo un día con el grupo. El día anterior ya me encontraba bien, pero por si acaso el médico y el entrenador me dijeron que era mejor que descansara. Creo que su intención inicial era que jugara contra el Granada.
Ya asentado y mucho más maduro, ¿sigue viviendo de forma muy especial la semana del derbi?
-Es cierto que a medida que pasan los años lo ves de otra forma distinta, tanto el derbi como cualquier otro partido. Pero un derbi es un derbi, la palabra lo dice todo, y al final saltas al campo y lo vives de una forma distinta a cualquier otro partido. Es un encuentro diferente porque significa mucho y en el que da gusto participar porque se respira un ambiente impresionante. Sin darte cuenta ya lo vives de otra forma.
Las relaciones actuales entre ambas plantillas son muy buenas.
-Nos llevamos genial entre todos, porque muchos coincidimos en la selección de Euskadi. Las relaciones son muy buenas, pero cada uno lucha por lo suyo y todos queremos ganar sea como sea. Es lógico que a lo largo de los 90 minutos haya roces, pero al finalizar todo vuelve a la normalidad.
Se comenta mucho la diferencia de importancia que se le da al derbi en ambas plazas, pero si algo suele escocer de verdad en Bilbao es perder el derbi...
-Digan lo que digan, todos queremos ganar, a nadie le gusta perder un derbi. Yo lo he vivido así desde pequeño y lo sigo haciendo. Conozco a mis amigos, que son del Athletic, y sé muy bien cuando les molesta de verdad perder y cuando no. Un derbi es un derbi para todos. A todos nos duele mucho más salir derrotados que en cualquier otro encuentro.
Ansotegi dijo el otro día que siempre había sido de la Real. Como vizcaino, su caso creo que es distinto.
-Como sabe todo el mundo, yo, como buen vizcaino y además de estoy muy orgulloso de serlo, de pequeño era del Athletic, que es lo normal en la zona en la que vivía. Cuando fui a la Real con 13-14 años, mi sentimiento cambió hacia el otro lado.
Pero suelen decir que en Ondarroa también hay muchos realzales.
-Sí, yo creo que hay mucha gente y creo que cada vez hay más. No sé si es porque hemos salido Eñaut (Zubikarai) y yo, y Anso (Ansotegi) también, que es de esa zona, pero hay muchísima gente de la Real y además apasionados, de los que suelen animar a tope.
Me imagino que pasear por las calles de su pueblo esta semana debe ser divertido...
-La semana del derbi notas otro clima y suele ser bonito el ambiente que se forma. Es lo bueno que tiene el fútbol. En Ondarroa hay mucha más gente del Athletic, pero el pique es sano ya desde el mismo lunes.
La afición de la Real está ilusionada porque el equipo llega en el mejor momento de la temporada.
-Sí, es verdad que ahora estamos en el mejor momento de la temporada y nos va a venir muy bien para afrontar el derbi. Cuando saltas a San Mamés empiezas a jugar contra doce. Es impresionante lo que anima su afición y ganar allí suele ser muy complicado. También es verdad que últimamente se nos está dando bien y nos estamos malacostumbrando. Lo importante es competir bien y luego, al final, pueden suceder mil cosas y salir con buenas sensaciones.
¿Cuando juegan en ese escenario se dan cuenta de lo importante que sería quitar las pistas?
-Sí, un campo de esos da muchos puntos. Es difícil de conseguir en Anoeta, porque las dos aficiones son distintas. Yo creo que la hinchada de la Real también nos anima mucho, pero en Bilbao el fútbol se vive de forma distinta y hay que tener en cuenta que son muchos más. Se nota mucho que están muy encima, por lo que soy partidario de que remodelen Anoeta para que las acerquen porque en el terreno de juego se nota mucho cuando te apoyan.
Aduriz, un enemigo complicado en el mejor momento de su carrera.
-Aritz es uno de los jugadores más complicados de marcar de Primera. Siempre me ha gustado mucho, porque da el 100% en cada partido, que saca goles de la nada. Es muy complicado frenarle y sabemos que si le dejas, te la lía en cualquier momento. A todos nos gustaría tenerle en nuestro equipo porque da muchos puntos. Aunque no marque, deja su huella en cada partido.
Es muy bueno, pero también domina otras artes con las que consigue expulsar injustamente hasta a un madridista en todo un Santiago Bernabéu.
- Es muy competitivo, va al máximo a cada balón. Yo creo que da gusto jugar contra rivales así. Es un tío en el que me veo reflejado porque siempre juega al 100%, que tira del carro, que lucha, pelea, pega, se deja pegar...
Creo que habla más que usted en el campo.
- Bueno, parecido (risas). Eso sí, fuera del campo cambia totalmente. Es muy buena persona y da gusto jugar contra ese tipo de jugadores.
¿Cuál es su mejor recuerdo en un derbi?
-Me acuerdo del gol en Anoeta desde el centro del campo, que fue el primero, da gusto verlo, pero al final perdimos. Todos son especiales y de cada uno recuerdas algo siempre.
Muchos consideran que la plantilla de la Real es tan buena como la del Athletic.
-Yo creo que ellos tienen buena plantilla y la Real, por supuesto, que también. No voy a empezar a comparar. Ellos cuentan con buenos jugadores, que luchan todos al máximo por lo mismo, y al final se ve que cada año, aunque les quiten jugadores, rinden igual y están haciendo temporadones.
Es el equipo que más fuerte presiona...
-Sí, y no lo hacen en los primeros quince minutos, sino a lo largo de todo el encuentro. Cuando juegas contra ellos te das cuenta de lo que corren por ganar. Es terrible, son futbolistas que lo viven así y a los que les enseñan desde pequeños a jugar con ese estilo. Son muy competitivos.
¿Les pica la típica crítica del aficionado de la Real de “por qué no corren como los del Athletic”?
-Somos distintos a ellos. Nosotros hacemos muchas cosas bien y otras mal, como ellos. La característica suya es apretar, pelear y no tirar nunca la toalla. En ese aspecto nosotros podemos fallar un poco, porque no somos así. Pero lo que está claro es que nosotros vamos a salir a ganar en San Mamés.
¿Cuántas veces le ha querido fichar el Athletic a lo largo de su carrera?
-Si quieres que te diga la verdad, no tengo ni idea. Nunca me ha llegado nada de eso.
La afición está nerviosa con su renovación. ¿Ha cambiado algo en las últimas reuniones?
-Soy consciente de que la gente me quiere y quiere que siga. Creo que siempre he dejado claro cada vez que he salido a cualquier sitio cuál es mi postura, que es renovar y seguir en la Real. Es lo que siento y es lo que decidí en su momento cuando empezamos a hablar de todo eso. No tengo por qué mentir.
¿Pero están más cerca?
-Ha habido momentos anteriores en otras negociaciones que he estado más nervioso que ahora. Sé que al final, quieras o no, el tiempo corre a mi favor y de todas formas está claro que yo quiero renovar, quiero seguir, pero todas las negociaciones llevan su tiempo. No ha habido más novedades y todas las negociaciones llevan su tiempo. Espero que se llegue a un acuerdo.
¿Le ha molestado algo, como que le relacionen con el Athletic?
-El Athletic a la mínima que vea una opción lo intentará; es de cajón que estará a lo que tiene que estar. Me parece normal. Pero siempre he estado tranquilo en ese aspecto, no le doy vueltas a la cabeza. Sé que podemos llegar a un acuerdo con la Real y espero y deseo que sea así. Ni me fijo ni me preocupo ni nada por el estilo. Estoy tranquilo en lo que estoy, que es seguir en la Real. Me queda un año más y espero que nos vaya igual de bien que nos está yendo estas semanas.
¿Cómo valora su temporada?
-La estoy viendo bien. He tenido alguna pequeña lesión, pero no me ha impedido seguir jugando y lo importante es eso, tener pocas lesiones, y a partir de ahí siempre estaré disponible para jugar y para dar lo mejor de mí al equipo.
¿Siente que ha madurado mucho?
-Es cierto que a medida de que pasan los años uno madura en muchas cosas, aprende de los demás y me noto mejor en el campo en todos los aspectos.
Este año lleva muchas parejas en el eje de la zaga...
Llevo años jugando con distintos centrales y la verdad es que nunca he tenido ningún problema con ninguno. De hecho, me he llevado muy bien con ellos tanto dentro como fuera del terreno de juego. Cualquier jugador que salte al campo va a dar el 100% por el equipo, no lo dudo para nada. De hecho, con los que estoy ahora, Mikel (González), Aritz (Elustondo), en su día Jon (Ansotegi) y Diego (Reyes), me llevo genial y lo importante es eso. Nos compenetramos bien y lo importante es que nos ayudemos el uno al otro. Aritz me ha sorprendido porque le veía de lateral. Es cierto que en el Sanse ha jugado de central, pero yo no había tenido la ocasión de seguirle. Es un chaval que da todo por el equipo y que está muy centrado en lo suyo. Tiene carácter, fuerza, rapidez... Unas buenas condiciones para ser central.
¿Siente que se le exige demasiado?
-No sé si mucho, pero hay veces que veo que se me exige más que a algún otro. No es que me moleste, sino que yo siempre intento dar lo mejor de mí. Hay veces que incluso yo reconozco que no he estado a la altura, pero hay otras en las que sí que veo que la exigencia hacia mí suele ser mayor que hacia otros.
Quizá sea porque le consideran mejor...
-Puede ser por mis condiciones, pero ha habido veces que me he sentido mejor de lo que me han visto. A pesar de todo, yo sé cuándo doy lo mejor de mí y al final lo que diga la gente, sinceramente, si uno se para a pensar en eso y empieza a comerse la cabeza, no dura ni un asalto. Hay que tener en cuenta la opinión de los demás, pero lo importante es trabajar y saber uno cuándo hace bien y cuándo no.
Solo lleva un gol...
Uno y otro que me robaron. Tres goles es la media de cada año. Este curso me está costando más que los anteriores, pero quedan partidos por delante y es una de las cosas que a todos nos apetece. A mí sí me gusta, pero lo que trato más bien es que no me marquen a mí. A todos nos gusta ayudar al equipo en ese aspecto. Creo que para eso están otros, que deben asumir ese rol, pero lo mío es defender y que no nos marquen.
¿Se ve con opciones de ir a la Eurocopa?
Sé que es complicado. Por supuesto que me encantaría volver, pero bien sabemos todos que tendré que hacer las cosas realmente bien para contar con opciones de ir. Es así. Al final, hay que asumirlo aunque haya veces que me moleste porque no lo comparta. Pero siempre he dicho que para mí lo primero es la Real y a partir de ahí si hay opciones iré encantado y si no seguiré peleando aquí.
¿El hecho de que sea menos agresivo tiene algo que ver con que se haya venido a vivir a Donostia?
-(Risas) En los primeros años uno intenta mantenerse fuerte en ese aspecto porque eres un recién llegado, intentas marcar tu territorio porque no conoces bien ese mundo o a esos jugadores. Es cierto que era más agresivo antes, aunque creo que lo sigo siendo pero de otra forma distinta. La realidad de ir a vivir a Donosti ha sido porque tanto viaje a uno le cansa, le pasa factura, y decidí venirme con mi chica y estoy muy a gusto
Un pronóstico.
Lo importante es sumar y ganar. Ganar el derbi para nosotros serían tres puntos más para mirar hacia arriba de una vez por todas. Sabemos que es complicado llegar a Europa porque lo más difícil en esta categoría es ser regulares, por eso hay que ir partido a partido e ir sumando, que es la clave.