donostia - La Real lo tiene a tiro. Hace apenas quince días, el entorno txuri-urdin vivía aterrado tras encajar su equipo una dolorosa derrota en el campo del Sporting (5-1). Hoy es el día, por contra, en el que los fantasmas del descenso pueden quedar desterrados de forma casi definitiva, tal y como ocurriera la temporada pasada, al sumar los guipuzcoanos su tercera victoria consecutiva. La tranquilidad con Moyes llegó al encadenarse triunfos ante Espanyol, Getafe y Córdoba. Y la calma con Eusebio debe llegar tras ganarse a Betis, Espanyol y Granada. Los dos primeros escollos están superados. El tercero lo afronta la Real este mediodía en Anoeta, y dejarlo atrás con éxito no va a resultar tan sencillo como parece.
Tras un gran partido en Cornellà y un resultado tan contundente como un 0-5, el siguiente compromiso acostumbra a presentarse peligroso. A lo que cabe añadir que el Granada ofreció la semana pasada ante el Real Madrid una notable imagen que pareció desmentir su mala situación clasificatoria. Los andaluces han puntuado en sus tres últimas visitas a Anoeta, y hoy intentarán repetir ante una Real que ha terminado recuperando a sus futbolistas tocados durante la semana.
Finalmente, Eusebio pudo incluir en la convocatoria a Iñigo Martínez, Asier Illarramendi y Xabi Prieto, así como recuperar a Aritz Elustondo, ausente la semana pasada. El beasaindarra ocupa el hueco en la citación de Esteban Granero, descartado por decisión técnica. Zurutuza, con el alta médica pero sin el alta deportiva, y Navas también quedaron fuera, como los lesionados Canales, Agirretxe y Carlos Martínez. Respecto a la alineación, lo más lógico parecería repetir respecto al 0-5 de Cornellà, pero el partido puede resultar tan diferente a aquel que no son descartables los habituales matices que el técnico acostumbra a introducir en sus onces.
Las principales incógnitas atienden a la posición de pivote, donde el técnico podría buscar un perfil distinto al de un Reyes notable el lunes, y a la de lateral diestro, donde Aritz Elustondo podría regresar al equipo en detrimento de Zaldua. La receta pasa por controlar la velocidad que caracteriza el ataque visitante para, a partir de ahí, intentar desarrollar el fútbol que atesora la plantilla txuri-urdin.