Otxandiano reclama una relación de “bilateralidad efectiva” con el Estado

El líder de EH Bildu en el Parlamento Vasco, Pello Otxandiano, ha calificado de “lamentable” que el Gobierno español no vaya a cumplir el compromiso de completar el Estatuto de Gernika antes de que finalice este año, y ha recordado que lleva 40 años “incumplido”. Añade que esta situación demuestra que es necesario “cambiar las reglas del juego y el modelo de relación” entre el Estado español y Euskadi, dado que la dinámica actual “no lleva a ninguna parte”.

En una entrevista en Euskadi Irratia, abunda en que el Estatuto “no es el marco jurídico” que necesita la sociedad vasca en la actualidad, ya que desde la aprobación de esta ley orgánica se han producido grandes cambios sociales, económicos y políticos. Otxandiano ha considerado que el nuevo modelo de relación entre España y Euskadi se ha de basar en un sistema de “bilateralidad efectiva”, en el que se determine el nivel y el tipo de autogobierno con el que ha de contar la CAV.

Este debate, según apunta, se ha de resolver en 2026, dado que se trata de una cuestión que “no puede demorarse más”. En este sentido, indica que a lo largo del año entrante podrían celebrarse elecciones generales en el Estado, ya que pese a que el fin previsto de la legislatura en el Estado es en 2027, un adelanto de los comicios se plantea como “un escenario probable”.

Suma de PP y Vox

En este contexto, ha advertido de que “lo que está en juego” es la implantación de un modelo “autoritario” de la mano del PP y Vox o la “apertura” hacia un Estado que reconozca su naturaleza “plurinacional” y se articule a partir de un esquema “descentralizado”. Otxandiano lamenta que los compromisos asumidos en este sentido por parte del PSOE no se hayan cumplido, si bien subraya que EH Bildu no recurrirá a la “amenaza” como instrumento de presión a los socialistas.

Se ha preguntado cuál puede ser “el futuro” del PSOE si no opta por la vía del reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado y por la profundización en los principios democráticos como “contraposición” al modelo encarnado por el PP y Vox. Admite por último que Euskadi no es ajena ni tiene una “vacuna” contra el avance de la ultraderecha, y recuerda las encuestas que plantean la posibilidad de que Vox incremente su presencia en el Parlamento Vasco.