El debate sobre la retirada de la mítica canción No hay tregua, de Barricada, en el estadio de El Sadar dio ayer un salto a la esfera política estatal. El diputado Oskar Matute llevó al Congreso de los Diputados la polémica decisión que Osasuna explicó en su reciente Asamblea de Compromisarios, señalando que la Policía había "recomendado" al club dejar de reproducir el tema para evitar posibles sanciones por los gritos de “ETA, ETA, ETA” que algunos aficionados lanzaban en una estrofa de la canción.

Durante su intervención, Matute denunció que "ahora que está de moda prohibir canciones en estadios de fútbol, como El Sadar" y pasó a recitar varios versos de la canción. "Cuando se aprende a llorar por algo, también se aprende a defenderlo".

Las palabras de Matute llegan después de que, en la Asamblea de socios del club, Burguete explicara que la retirada del tema había sido “una recomendación de la autoridad policial” para evitar posibles sanciones, dado el historial del club en materia disciplinaria extradeportiva. La decisión, sin embargo, generó malestar entre parte de la afición, que consideró la medida como una forma de censura indirecta.

Ahora la intervención de Matute ha elevado la discusión del ámbito local al nacional, añadiendo un nuevo capítulo a esta polémica que no parece que vaya a sofocarse pronto.