La decisión de Junts de votar en contra de la regulación de los alquileres de temporada, anunciada apenas cinco minutos antes de la votación del pasado martes a pesar de que esa misma mañana se había comprometido a abstenerse, ha colmado la paciencia del PSOE y sus socios parlamentarios, que ayer cargaron duramente contra la formación que lidera Carles Puigdemont desde Bélgica.
Por el fondo, ya que se trata de una medida destinada a “mejorar la vida de la gente”, como dijo ayer la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; y por las formas, toda vez que los posconvergentes habían acordado, en las negociaciones llevadas a cabo en los últimos días, permitir que la medida saliera adelante. Su no supone que el Gobierno de Pedro Sánchez ya ha perdido 35 votaciones en el Congreso por los votos del bloque formado por Junts junto al PP y Vox.
El portavoz parlamentario del PSOE, Patxi López, calificó de “incongruencia” el voto en contra de Junts a una proposición de ley promovida por organizaciones sociales y de inquilinos para combatir el uso fraudulento de los contratos de alquiler de temporada y de habitaciones. “Nosotros vamos a seguir trabajando y a seguir hablando con todos los grupos”, apostilló en los pasillos del Congreso.
La formación catalana, que forma parte de la mayoría de la investidura, ha tumbado importantes votaciones como la senda de estabilidad para elaborar los Presupuestos Generales del Estado. En el Ejecutivo achacan el viraje de Junts hacia un discurso “incendiario” al hecho de que el socialista Salvador Illa fuera investido nuevo president de la Generalitat de Catalunya.
Especialmente duros se mostraron ayer Sumar y ERC, y así la líder de la formación magenta, Yolanda Díaz, afirmó que “Junts tiene que decidir el camino que toma, si el del futuro, de la construcción, del avance o del bloqueo”. En el marco de un encuentro con empresarios y sindicatos en Barcelona, añadió que los votantes de Junts “no comprenden” su voto en contra. “Que se tumbe una medida que mejora la vida de la gente es difícil de explicar”, apostilló.
Esta cuestión fue también objeto de debate en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, con un intercambio dialéctico entre el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, y el presidente español, Pedro Sánchez. El dirigente republicano le preguntó cuánto va a durar la legislatura al tiempo que le alertó de un pacto de Junts con el PP y Vox que supondría una mayoría alternativa a la del Gobierno en la Cámara Baja, por la vía de una moción de censura, y que a su juicio ya está “conformado”.
Sánchez no entró al cuerpo a cuerpo y reiteró que tiene la intención de agotar los cuatro años de mandato hasta 2027 porque “hay mucho por hacer”. Añadió que la situación en Catalunya, después de la acción de su Gobierno en los últimos seis años, es ahora mucho mejor que en 2017, y reivindicó el pacto para una financiación singular de esa comunidad firmado entre PSOE y ERC.
Imposición
El expresident Carles Puigdemont instó ayer al PSOE a “digerir” que gobierna en minoría y le advirtió de que “con Junts no funcionan los chantajes”. En un mensaje en la red social X, admitió que es “farragoso” gobernar en minoría, pero el Gobierno de Sánchez “no debe olvidar que no dispone de mayoría absoluta”, ni en España, ni en Catalunya, ni en Barcelona.
“Cuando haya digerido que un gobierno en minoría no puede actuar como si tuviese mayoría absoluta, saldremos ganando todos. Porque querrá decir que sustituirá la imposición por la negociación, y no confundirá la disposición a negociar y a acordar con una vocación de alfombra donde secarte los zapatos antes de entrar en casa”, dijo.