Imagino un cierto vértigo el 1 de agosto de 2019, cuando entró en el Parlamento y obtuvo la mayoría.
Para nosotros era algo histórico. No hay mayor honor que estar en la presidencia del Gobierno de Navarra. Para el PSN después de una trayectoria complicada que heredé como secretaria general, que pudiéramos estar en la presidencia del Gobierno, era un orgullo para ese proyecto que empezamos en el verano de 2014. La responsabilidad te viene el primer día que te sientas aquí (sonríe). Había un poco de vértigo, pero sobre todo un sentido de trabajo bien concluido.
¿El verano de 2019 le cambió la vida?
En el Gobierno tienes la responsabilidad de una gestión económica, y los recursos son limitados, y por lo tanto tu responsabilidad es todavía muchísimo mayor. Hasta entonces no conoces todos los entresijos de la Administración, seguridades jurídicas...
¿La vida va más rápido con una agenda que no se detiene?
Rapidísimo, hay que buscar momentos para pensar en estrategia y visión general, y mirar las cosas con perspectiva sociológica. No siempre disponemos del tiempo necesario para tener una visión del conjunto, y la tranquilidad y objetividad de poder analizar.
“Chivite aboga por el diálogo y el acuerdo frente a la crispación de las derechas”, tituló nuestra portada tras su primera mayoría.
Este titular sigue estando hoy plenamente en vigor. El diálogo es el mejor instrumento que tenemos para luchar contra todos los radicalismos y extremismos, no solo de la ultraderecha.
“La derecha navarra no ha visto el cambio de contexto, sigue anclada diez años atrás”, dijo por entonces.
Creo que el tiempo me ha venido a dar la razón. Navarra ha cambiado mucho en los últimos quince años y la derecha navarra, –ya no sé si llamarles regionalistas de UPN, ni si les queda algo– no ha percibido el cambio, y sigue abogando por que en el pasado nos iba mejor, cuando no es cierto.
¿Su nueva investidura hace un año espanta definitivamente los traumas históricos contemporáneos del socialismo navarro?
Nos ratifica en el camino emprendido en 2014. Entonces queríamos darle un nuevo rumbo, tener otra visión, ampliar nuestro espectro de alianzas, entendernos y conectar con la mayoría social de esta comunidad. Cuando conseguimos la presidencia yo me decía: Pff, esto va a ser muy complicado; un Gobierno de coalición, en minoría.... con ciertas desconfianzas por cuestiones pasadas. Oiga, segunda legislatura. Esas decisiones que tomamos no fueron alocadas, sino que teníamos razón, y creo que la mayoría social de Navarra así lo ha venido respaldando, también en las Generales del 23 e incluso, salvando las distancias, en las Europeas.
¿El peso de la responsabilidad y el poder generan una cierta soledad?
Al final la decisión la tienes que tomar tú. Eso es así. Y asumes en primera persona la responsabilidad, pero soy una persona de equipos. Me gusta ejercer el liderazgo a través de la escucha de las opiniones; yo tengo la mía, pero escuchando la acabas moldeando.
Nos dijo entonces que Cintruénigo era su “entorno de seguridad”.
(Chivite trata de no emocionarse al ver un recorte en el que se presentaba como “María caracola, hija del caracol”, fallecido en febrero de 2020). Es importante tener los pies en el suelo, y contar con una familia con la que estoy muy vinculada, especialmente desde que falleció mi padre. Tengo también una cuadrilla de amigas que somos muy piña. El seguir siendo yo, intentando ser una persona normal, es muy importante para equilibrar.
Le tocó aparcar el duelo del fallecimiento súbito de su padre y afrontar la emergencia de una pandemia.
Fue absolutamente inesperado, un 5 de febrero, y el primer caso de covid en Navarra lo tuvimos el 29 de ese mes. Era sábado por la tarde. Me llamó la consejera de Salud. Yo estaba con mi madre, y le dije al ver la llamada: Mamá, este va a ser el primer caso, y fue así. Efectivamente yo no pude hacer el duelo. Me tuve que dedicar a a la tarea, y hubo un momento en que dudaba de si había cogido el covid. Me apretaba el pecho al respirar, pero lo que tenía era ansiedad. Una vez que todo esto fue remitiendo fui consciente de que no había hecho ningún tipo de duelo. No me lo había podido permitir. Pero sé que mi padre era sobre todo trabajador, y que hubiera estado también a la tarea, que es a lo que tocaba estar.
En el balance del primer año de la actual legislatura subrayó la gestión y la buena marcha de la economía.
Tenemos buenos datos económicos, y de empleo, y lo digo con absoluta prudencia, porque debemos hacer unas transiciones en la industria. Sobre todo tenemos un Gobierno tranquilo, que saca adelante las cosas que se ponen encima de la mesa. Llevamos doce iniciativas legislaturas y han salido las doce. Nueve de ellas o votadas a favor o con abstención incluso por el Partido Popular. Por lo tanto, situados muy en la centralidad política. Eso también lo agradecen los ciudadanos. Un Ejecutivo que no haga ruido y que trabaje. Que ofrece tranquilidad y certidumbres. Más allá del ruido de un Gobierno que llega acuerdos con Bildu y toda la hipérbole alrededor de esto, creo que el conjunto de la ciudadanía navarra lo ve con absoluta normalidad.
Hace un año costó la reedición del Gobierno. ¿Cuánto ha costado recuperar la confianza con Geroa Bai?
Ponerse a trabajar. Y ya está.
¿Desde el minuto uno?
La dinámica de funcionamiento del Gobierno funciona muy bien. Hemos reforzado los mecanismos de coordinación interna, sobre todo en la preparación del orden del día de las sesiones de Gobierno. Hay más diálogo entre los grupos parlamentarios y más reuniones de los grupos que sustentan al Gobierno, y, en general, de los departamentos. Incidimos en que los grupos estén informados de cada decisión. Una vez que el Gobierno echó andar, los consejeros y consejeras se centraron en la tarea, en sacar su trabajo y tener un soporte político que les sustente. Aquí no quiero ningún consejero ni consejera, me da igual de qué partido, que vaya por libre. Hay tres formaciones a las que responder, que son los que te dan sustento parlamentario. Al menos tres.
Y luego está el sustento presupuestario de EH Bildu. Entiendo que va a decir lo que falta para que se termine de normalizar la relación: una condena al terrorismo etarra.
Es que hay cosas que en fin, todavía tienen un camino que andar. En la condena de lo que ha ocurrido ahora con la alcaldesa de Estella, o los insultos en la calle Curia, en la procesión de Tudela, o en cualquier otro sitio. O todo lo que tiene que ver con la trayectoria de la banda. Ya es el momento, ¿no? Esas cosas les faltan. Ahora bien, en el ámbito presupuestario, las cosas, en la medida de que el Gobierno cumple, entiendo que tienen más fácil seguir acordando presupuestos.
TAV: ¿Mantiene el compromiso de que el tramo Castejón Campanas funciones esta legislatura?
Espero que sí. Desde luego la obra terminada seguro.
En la visita del ministro Puente a Pamplona, él se decantó en principio por Vitoria. ¿Esa es la posición de la presidenta?
Tiene que haber un acuerdo a tres: Gobierno Vasco, Gobierno de Navarra y Ministerio.
Ahí está el quid de la cuestión.
Es verdad que hay dificultades, porque las pruebas para la viabililidad de Ezkio, particulares o entidades públicas no están dando permisos para hacer las excavaciones, y tomar decisiones técnicas. Estamos a la espera de qué planteamiento se nos hace, y que haya un acuerdo a tres. Pero lo importante del tren es que venga cuanto antes, porque llevamos 20 años de retraso, que no son achacables a un Gobierno que lleva cinco.
¿En una década cómo se imagina?
Pues no lo sé, la verdad (se ríe). Yo ahora personalmente me encuentro en un momento muy bueno, de seguridad personal, de sentirme acompañada, con un buen equipo y una situación interna en el Partido Socialista muy buena, y lo que tenga que venir ya vendrá.
¿Cuándo es un momento idóneo para que un partido comience a delinear un relevo a futuro?
Los relevos hay que saber organizarlos muy bien, que no se vean como una ruptura interna de las organizaciones. En el Partido Socialista de Navarra hemos hecho un gran relevo en estos diez años, y tendremos que seguir haciéndolo, porque es fundamental para la supervivencia de las organizaciones. Hablamos de un partido con 145 años de historia, y lo importante es el instrumento, las personas al final pasamos. Cuando deje de ser secretaria general, cuando toque, no lo tengo ahora en mi cabeza, me gustaría que la persona que la asuma reciba un partido mucho mejor que el que asumí yo.
¿Ha tenido ocasión de hablar últimamente con Pedro Sánchez?
Sí, hace unos días, cuando salió el tema de la citación para declarar, estuvimos mensajeándonos, y le mandé todo el apoyo.
¿Hasta qué punto se está intentando quebrar a los políticos en lo personal como forma de oposición?
Atacan al entorno familiar, como le está pasando a él, para hacer daño al presidente.
Pero luego un juez coge el testigo.
Bueno, sí, en fin, ya veremos a ver qué es lo que pasa, pero van a lo que más daño te hace, que es la familia. ¿Qué tiene que ver tu familia con tu cargo institucional? Y no lo hacen por Pedro Sánchez, sino por presidente del Gobierno. Lo mismo que cuando hicieron pintadas en la casa de mi madre. ¿Por qué dañan a tu familia? Porque saben que así te dañan a ti. Creo que hay una pretensión de conseguir por otros medios lo que no han conseguido por las urnas, claramente. Una cosa es que se critique la gestión, tener que responder y rendir cuentas o someterse al control parlamentario, por supuesto. Pero de ahí a que te hagan temas personales...
Pedro Sánchez ha abierto un debate sobre el federalismo. ¿Hay suficientes federalistas?
El Partido Socialista tiene la Declaración de Granada, que se hizo con Rubalcaba, en torno al federalismo. El miércoles un viejo militante en Navarra me decía que él estaba de acuerdo en lo negociado en Cataluña. Yo también lo estoy. ¿Por qué no se extiende a todos los territorios de España? Siempre desde el principio de la solidaridad, ojo. Mire, la gestión directa de la hacienda tiene una consecuencia muy directa: baja el fraude fiscal. Porque tener una Administración cercana, más conocedora, y que se haga responsable de sus propios recursos, te obliga a muchas cosas. Parece que se va a romper el país, y en la fiscalidad alemana los lander alemanes recaudan impuestos. ¿Se ha roto Alemania por eso? No. ¿Qué problema hay por articularnos en un modelo federalista?
En su propio partido...
Hay debate.
Sánchez ironizó sobre la crítica redundante de García-Page. Usted al compartir la línea de Sánchez no es tan explícita o visible.
No ejerzo mucho el papel de baronesa.
¿De forma pensada?
No, porque tampoco soy muy de confrontación. Soy respetuosa, jamás me he metido con un compañero mío, con el que puedo o no estar de acuerdo. Si me preguntan opino, pero no soy de llamar a los medios nacionales y hacer declaraciones. No he ejercido ese papel, pero porque creo que hay polémicas creadas artificialmente donde entras en el marco de la derecha y no contribuyen a un debate sereno. Si se quiere ese debate, sentémonos y debatamos. No hagamos hipérboles del hoy se rompe España. Hombre, por favor, es poco serio.
¿Qué opinión tiene de Salvador Illa?
Que sea president es lo mejor que le puede pasar a Cataluña. Es un hombre moderado y firme a la vez, con capacidad de diálogo y buena gente; catalán y a la vez comprometido con el país, con solvencia más que demostrada.
¿Teme este debate justo en el momento en el que la reforma de la Lorafna pasa por Cortes, o el contexto no tiene que influir?
La Lorafna ya ha sido modificada en Cortes generales y ningún partido se ha puesto en contra.
Pero esta vez, en un asunto en el que la derecha ha hecho campaña.
Ya, pero la hipocresía de la derecha que se la haga mirar. Que fue Aznar quien transfirió Tráfico a Cataluña. Lo vendieron como algo positivo para España, ese acuerdo del Majestic, donde hasta se quitó el servicio militar obligatorio. No le digo nada si eso lo llega a hacer el Partido Socialista. O sea, si lo hacen ellos es bueno, si lo hace el Partido Socialista rompemos España. Hombre, hombre... Que el PP quisiera Tráfico para Cataluña y no para Navarra tendrán que explicarlo ellos.
En su balance de un año de legislatura dijo que su Gobierno es “orgullosamente feminista”. ¿Ha sentido el peso del machismo y micromachismo como presidenta?
Eso de que te saluden como ‘bonita’. Esto te lo hacen. El libro de Nuria Varela, El síndrome Borgen, está muy bien, sobre cómo las mujeres en política suben pero desaparecen pronto, y qué tipo de ataques sufren. Son patrones que se repiten. A mí me han atribuido que como tengo dos hombres alrededor fuertes, Ramón (Alzórriz) y Santi (Cerdán), soy una mujer florero. ¿Por qué? ¿Y si yo fuera un hombre y ellos mujeres dirían lo mismo? ¿Por qué no se me atribuye a mí el reconocimiento de mi trabajo, que siempre he dicho que soy de labor de equipo? ¿Por qué lo logros son menos logros si los consigue una mujer? ¿Por qué si una mujer está liderando es una....? En fin, hay mucha historia ahí, y con los micromachismos entiendo que no lo hacen a veces con mala voluntad, pero yo no he visto jamás que a un presidente del Gobierno se le llame ‘bonito’.
Sobre usted pende que su raíz ribera le empapa de un entorno sociológico anti euskera.
No le compro eso. No considero que el partido Socialista de la Ribera sea anti euskera. Es un reconocimiento de la realidad social de la Ribera.
Le pregunto por la mayoría social.
Mire, mi primer contacto con el euskera fue en la Universidad, cuando vine a estudiar a Pamplona. Esa realidad ya no es así. Tú puedes estudiar en la Ribera, y saber euskera, porque puede haber modelo D allá, cosa que yo no pude. Y eso es gracias al Partido Socialista; no es cierto que el PSN es anti euskera. Mis hijos lo estudian, porque la realidad social de la Ribera no es la de la Comarca de Pamplona. Creemos sobre realidades, porque pienso además que es la mejor manera de poder crecer.
El Gobierno de Navarra reconocerá en septiembre el trabajo de UNRWA. Es un posicionamiento político y humano.
Lo es. Yo me hice de UNRWA a raíz de lo de Gaza. En Gaza hay terroristas de Hamás a los que condeno absolutamente. Pero no podemos exterminar a una población por eso.
¿Y qué más se debe hacer frente a ese exterminio?
Sinceramente, de política internacional o de geopolítica no soy conocedora, no le puedo decir cuál es la solución, pero pasa por el reconocimiento de los dos Estados, y también por que pueda haber ayuda humanitaria, porque esto está siendo un exterminio. Es dramático, ver las imágenes que estamos viendo, se me pone hasta la carne de gallina; lo que está pasando con los niños allá, y no se deje entrar ayuda humanitaria. Cuando nos reunimos en este despacho con la directora de UNRWA nos explicó que jamás habían vivido esto en ningún otro sitio ni momento de la historia. ¿Y estamos permitiendo esto? ¿Simplemente porque no nos queremos posicionar, porque si te posicionas con Gaza te vinculan con Hamás? No, perdone, a mí con Hamás no me van a vincular, sino con la ayuda humanitaria a Gaza. El derecho internacional les ampara, y no se está cumpliendo con el derecho internacional