Los debates electorales televisados de las campañas vascas suelen servir para que los aspirantes a lehendakari confronten sus propuestas y, más que tratar de incrementar las adhesiones entre la ciudadanía, refuercen las ideas que quieren trasladar a su electorado. Históricamente ha resultado más provechoso guardar la ropa que aventurarse a nadar. Y la cita de ayer en ETB-1, la primera de las dos que ofrece EITB de cara al 21-A, sirvió precisamente para eso. Con un Imanol Pradales que tuvo que fajarse en defensa ante los ataques de sus cinco oponentes –Pello Otxandiano (EH Bildu), Eneko Andueza (PSE), Laura Garrido (PP), Miren Gorrotxategi (Elkarrekin Podemos-Alianza Verde) y Andeka Larrea (Sumar)–, el intercambio de opiniones fue un toma y daca del que el aspirante jeltzale salió indemne. Y alguno de sus contrincantes, también.

El debate, que fue conducido por la periodista Nerea Reparaz, fue un intercambio de golpes constante, en el que cada una de las formaciones participantes buscó colocar su mensaje y, a la mínima ocasión, tratar de lanzar alguna que otra pulla a su adversario. La cita venía precedida de la última encuesta del CIS que reflejó que EH Bildu está, hoy en día, por delante del PNV. En todo caso, captar a los indecisos (una bolsa de sufragios que alcanza incluso el 30, 1%, según el Centro de Investigaciones Sociológicas) que no decidirán el sentido de su voto hasta la última semana de la campaña se tradujo en que algunos de los participantes quisieran repetir, en ocasiones machaconamente, sus propuestas. Fue el caso, principalmente, de los partidos de izquierda y, más específicamente, de Gorrotxategi (Elkarrekin Podemos) o Larrea (Sumar). Este último ocupó ayer el lugar de la cabeza de lista de la formación magenta, Alba García.

En una cita que se desarrolló por bloques bien diferenciados e íntegramente en euskera, Pradales trató de airear una de las líneas estratégicas del PNV durante campaña. Alertó de que el 21-A se juega “entre dos modelos, el del bienestar demostrado” durante largos años o el de “la incertidumbre”.

El paquete de inversiones que realizarán si llegan a Ajuria Enea y la “contrastada experiencia del PNV para seguir en la senda del desarrollo económico y social de Euskadi” fueron algunas de las otras apelaciones realizadas por el santurtziarra. Imanol Pradales realizo esas apreciaciones en clara referencia a una EH Bildu que, por el contrario, desplegó todas sus armas a la hora de censurar la gestión de los jeltzales en las instituciones, alertando especialmente de “los problemas que se han creado estos últimos años”, tal y como afirmó Otxandiano a la hora de valorar la situación de la vivienda, la sanidad o las dificultades para la emancipación en Euskadi.

Por su parte, el tercer protagonista en discordia, Eneko Andueza (PSE), resaltó “los buenos datos” arrojados en materia de empleo por el Gobierno Vasco “gracias a la gestión de los socialistas”. Asimismo, insistió en que su formación ha sido “clave” para “quitar de la cabeza cualquier tipo de aventura en clave secesionista y a imagen y semejanza del procés catalán al PNV”. Y Laura Garrido, por su parte, incidió en que su partido, el PP vasco, “es la única opción verdaderamente constitucionalista”, en contraprestación a un PSOE “desnortado”. Abogó, además, por “abrir puertas” ante el “modelo caduco” que ejemplificaría el PNV.

Por último, las dos formaciones a la izquierda del PSE, Sumar y Elkarrekin Podemos, coincidieron en que serán “fundamentales” para alumbrar una “alternativa” al PNV en un debate de mano de hierro con guante de seda que volvió a reflejar las enormes diferencias que separan a las formaciones vascas.