En Madrid, inmersa desde hace años en un clima de sobresaltos, crispación y ciertas dosis de política espectáculo, el PNV ha vuelto a presentarse este jueves con su traje más institucional, como un partido que ofrece estabilidad, solvencia y diálogo y que es la antítesis de unos populismos que se encuentran en auge en Europa, en Estados Unidos, en el Estado y, según su análisis, también se ciernen sobre los vascos. El candidato jeltzale a lehendakari, Imanol Pradales, ha apostado en un desayuno informativo de Nueva Economía Forum por preservar un clima de sosiego en la comunidad autónoma vasca y ha avisado de que las elecciones del 21 de abril son "muy importantes para que Euskadi no entre en un clima de inestabilidad populista". También ha ofrecido esa estabilidad en el Estado, donde el PNV tiene un pacto de investidura con Pedro Sánchez.

Esa ha sido la carta de presentación de Pradales en el acto celebrado en la capital del Estado, en un clima de expectación y con una nutrida representación de agentes económicos y sociales, donde el PNV ha vuelto a hacer valer esa auctoritas de la que presume, y esa reputación que cree que se le reconoce como partido centrado.

Nuevamente sin citar siglas, y en un sentido más amplio refiriéndose a Europa, Pradales ha alertado de que el debilitamiento de las clases medias y la desafección hacia los partidos políticos "es el perfecto caldo de cultivo para el aumento de los populismos de izquierdas y de derechas". "Y nos corresponde combatir democráticamente los mensajes demagógicos, extremistas y radicales", añadió, unos mensajes que ofrecen soluciones rápidas a problemas sencillos y que habría que combatir "utilizando el diálogo, el debate de ideas y la razón", y los consensos amplios y la defensa del pluralismo. Presentó al PNV como el cauce de la pluralidad y un partido capaz de dialogar con todos, para huir de ese ruido y esa desafección. La precampaña de Pradales, de hecho, va en esa línea y evita la confrontación.

Pradales ha realizado un análisis de la realidad política en el Estado, en una Europa que afronta unas elecciones el 9 de junio, y en Euskadi. Lo ha hecho tras un momento embarazoso en el que ha sido presentado por la organización del acto como Imanol Otxandiano, el apellido del candidato de EH Bildu. A esta coalición no la ha citado de manera expresa el candidato jeltzale, pero ha sobrevolado en su contraposición de modelos, como también lo ha hecho la derecha de adscripción estatal, a la que ha parecido reprochar de manera implícita el enfrentamiento en el Estado. El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ha presentado a Pradales como un representante político que "ha gestionado mucho y muy bien", y ha advertido de que "hay gente que querrá desestabilizar Euskadi para que se desestabilice el Estado".

El candidato jeltzale ha abordado la situación en el Estado, donde ve "demasiados representantes políticos más preocupados por azuzar la inestabilidad que por debatir las cuestiones en las que nos jugamos el futuro". "No lo comparto. No es momento de buscar el enfrentamiento continuo. De desunir. De buscar titulares estridentes que busquen crear estados de opinión excluyentes. Es momento de todo lo contrario. De compartir diagnóstico, del debate sereno de ideas, de trabajar acuerdos y tratar de alcanzar consensos", dijo, en lo que parecía una referencia a la actitud de la derecha española agitando las calles en contra de los acuerdos de Sánchez con el soberanismo catalán.

"Somos capaces de dialogar y acordar, no puede ser de otra manera, para defender los intereses de las vascas y de los vascos, y lo que siempre hemos tenido claro es que, cuanta mayor estabilidad y certidumbre haya en el Estado y en Europa, mejor será para Euskadi", resumió.

Fondos europeos y autogobierno

Pradales también ha tenido margen para recordar al presidente español, Pedro Sánchez, que debe cumplir sus compromisos de investidura, y le ha afeado por otro lado el reparto centralizado de fondos europeos. El PSOE acaba de rechazar en el Congreso el reparto regionalizado. "La realidad es que los fondos llegan a cuentagotas al tejido productivo. De los 24.500 millones de euros en subvenciones disponibles para los Perte, el Gobierno español ha distribuido 6.350 estos tres años. Solo el 26%. No es admisible. Por ello, desde el PNV reclamamos que sean los gobiernos autonómicos los actores protagonistas para canalizar y distribuir los fondos", recalcó.

Sobre el autogobierno, recordó que el PNV siempre ha defendido ahondar en él como vía hacia un mayor bienestar. Recordó que el Estatuto sigue estando incumplido 45 años después de su aprobación, y que el acuerdo de investidura con el PSOE recoge también que las transferencias deben realizarse en dos años y, en ese mismo plazo, se debe alcanzar un nuevo estatus. "Las bases para negociar y acordar ese nuevo estatus son el reconocimiento de Euskadi como nación; la salvaguarda de las competencias vascas, y un sistema de garantías basado en la bilateralidad y la foralidad. Entendemos que la Disposición Primera de la Constitución y la Disposición Adicional del actual Estatuto de Gernika permiten avanzar en esta hoja de ruta desde el máximo respeto al principio democrático", expuso.

También pidió foros de trabajo que den "visibilidad a las naciones sin Estado y regiones con competencias políticas y legislativas" en Europa, y volvió a poner sobre la mesa la macrorregión atlántica. Tras defender un modelo de bienestar, cohesión social, competitividad y refuerzo de la industria, ha sacado brillo a las cifras, a una tasa de desempleo del 6,3% en Euskadi según el INE y una renta per cápita de 41.488 euros, frente a los 30.320 estatales. Ortuzar había destacado unos minutos antes que el PNV está en política para "generar bienestar", no para "imponer ningún modelo ideológico". "Queremos generar riqueza para repartir bienestar: salarios dignos, empleos de calidad y políticas públicas de primer nivel”, sentenció.