El Congreso está a punto de estrenar un nuevo sistema de votación en el hemiciclo, que ha sido creado por una empresa vasca y que sustituirá los tradicionales botones por un sistema de pantallas táctiles en los escaños, y todo ello en una legislatura en la que casi todas las votaciones se prevén muy ajustadas y los errores pueden ser determinantes.
Aunque en un principio se informó de que la actualización del denominado sistema de conferencias del Salón de Sesiones no iba a afectar a los botones de votación, finalmente no ha sido así y los diputados van a tener que acostumbrarse a estos terminales táctiles cuando puedan volver a sus escaños tras el paréntesis de enero.
Las obras para colocar estas pantallas arrancaron a finales de diciembre y, si se cumple la fecha prevista, finalizarán el próximo lunes. A partir de ahí, los Plenos podrán volver a convocarse en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo -durante este mes ha habido dos sesiones en el Senado, que cedió sus instalaciones a la Cámara Baja- y se podrán estrenar las pantallas táctiles.
RETIRADA DEL 'ESCAÑO ELECTRÓNICO' DE MARÍN
La remodelación, que ha costado tres millones de euros, ha consistido en la retirada de los monitores y teclados que se habían instalado bajo la Presidencia del socialista Manuel Marín (2004 y 2008) y que habían quedado obsoletos.
En aquellas pantallas sus señorías únicamente podían consultar la intranet de la institución, y de hecho, dejaron de utilizarlas muy pronto, porque poco después de su puesta en marcha se les empezaron a entregar ordenadores portátiles en los que ya sí tenían acceso a Internet. Más adelante llegaron las tabletas que se les sigue proporcionando cuando llegan al Congreso.
En las nuevas pantallas táctiles seguirá luciendo el nombre del ocupante de cada escaño y sus dueños podrán ver de cerca el panel de la votación electrónica que también pueden consultar en las dos pantallas gigantes que hay en los laterales del Salón de Plenos. Asimismo, les servirán para conectarse a la traducción al castellano de las sesiones plenarias y para seguirlas mediante subtítulos.
TRADUCCIÓN SOBREVENIDA
La idea inicial del Congreso era llevar a cabo la renovación del sistema el pasado otoño cuando estaba previsto que se disolvieran las Cortes para celebrar elecciones generales a finales de año. Sin embargo, la decisión del presidente Pedro Sánchez de adelantar las legislativas al 23 de julio dio al traste con ese plan.
Este cambio en el calendario también obligó a introducir nuevas prestaciones en el sistema, puesto que se decidió aprovecharlo para facilitar el acceso a la traducción simultánea al castellano de las sesiones.
La reforma del Reglamento que dio vía libre al uso del catalán, el gallego y el euskera se aprobó en septiembre y entonces, el Congreso invirtió 45.900 euros (IVA incluido) en el alquiler y mantenimiento hasta finales de este año de petacas y antenas de radiofrecuencia.
Según han explicado a Europa Press fuentes parlamentarias, con el nuevo sistema esas petacas ya no harán falta, puesto que los diputados podrán conectarse a la traducción simultánea directamente a través de los nuevos dispositivos que se van a instalar en los escaños, donde también podrán seguir los subtítulos en castellano de las intervenciones que se hagan en otras lenguas.
La instalación de este sistema de conferencias y la adaptación de los sistemas audiovisuales necesarios para su funcionamiento se adjudicó a la pyme vasca Telesonic SA, que se impuso a otras tres empresas.
El presupuesto base de licitación sin impuestos ascendía a 2,6 millones de euros y tenía un valor estimado de 3,1 millones. Finalmente el contrato, negociado sin publicidad y por el trámite de urgencia, fue adjudicado por 3.020.426,2 euros (impuestos incluidos) a la empresa que, según la documentación consultada por Europa Press, presentó la mejor oferta.
Telesonic SA es una compañía radicada en Lasarte (Gipuzkoa) que ya ha trabajado para otras instituciones como los parlamentos vasco, navarro y aragonés, las Juntas Generales de Bizkaia o Gipuzkoa o las Cortes de Aragón, así como para centros como Kursaal de Donostia y el Palacio Euskalduna de Bilbao o el Museo Arqueológico Nacional.