El Aberri Eguna es una fecha de reivindicación nacional. El día de la patria vasca, como es habitual en Domingo de Resurrección, en plena Semana Santa. Los siete territorios de Hegoalde e Iparralde entendidos como la tierra todos los cuidadanos que habitamos en Euskal Herria, un país cuya dimensión real se pierde entre fronteras y divisiones administrativas y sociales también. Pero cómo es ese país en el que habitan hoy 3.188.691 personas El Observatorio para el desarrollo social y económico de Euskal Herria, Gaindegia, ofrece una foto actualizada de esta realidad. Euskal Herria en toda su dimensión, vista desde el cielo, como un todo.
Las líneas gruesas se dibujan solas. Euskal Herria es uno de los países económicamente más prósperos de Europa, pero al mismo tiempo, uno de los más castigados por el envejecimiento poblacional, que avanza a una velocidad desconocida hasta la fecha. Somos, sin embargo, una de las sociedades con mayor formación académica a nivel mundial. Incluso por delante de países más desarrollados y potentes como puede ser Alemania, por ejemplo. Hoy nos hacemos un selfie y así salimos.
Demografía
Euskal Herria lleva dos años seguidos perdiendo población. Lo ha hecho de forma exigua, en apenas unas centésimas porcentuales, pero en la serie recogida por Gaindegia desde 1987 es la primera vez que este descenso se produce durante dos años consecutivos.
Ya se perdió población en mayor medida en 1991 (2,13%), 1996 (1,61%) y 2014 (0,12%). Hoy, sin duda marcados por el exceso de mortalidad aún anormalmente alto desde la pandemia de covid (2020), todavía es pronto para determinar si esa senda a la baja se convierte en norma. Ni la llegada de migrantes, limitada en los últimos dos años, compensa nuestras carencias demográficas.
Lo cierto es que desde 2013, en Euskal Herria muere más gente de la que nace. Y que las cifras de nacimientos son especialmente pobres, de las más bajas de todo Europa, en Hegoalde, donde más población hay.
La población mayor de 65 años ha subido de 516.000 personas ha 715.000 desde el año 2000 y desde 2013 mueren más de los que nacen
Hoy en día somos un país de 3.188.691 personas. 280.000 más que en 2020. No es moco de pavo. Sin embargo, en cuanto a población hay diferencias notables. El caso de Bizkaia es el más llamativo. En dos años, desde enero de 2020 a enero de 2022 ha perdido 10.500 habitantes, lo cual es una cantidad apreciable. Gipuzkoa ha perdido 3.100 en ese periodo.
Por el contrario, Lapurdi y Nafarroa Beherea han seguido ganando población y en el caso de Zuberoa se atisban signos de recuperación, después de un retroceso poblacional constante de la Primera Guerra Mundial.
Hablamos de un país donde gana población el entorno rural y lo pierden las ciudades. Así es. Especialmente después de la pandemia. Se acumula gente mayor de 65 años en las grandes urbes y se registra mayor población infantil en pueblos. Sin duda, un efecto de las buenas comunicacones que tiene Euskal Herria.
En los últimos años se percibe una disminución de la población en las grandes ciudades en favor de las zonas rurales
El descenso de la población se ha notado más en las ciudades y grandes núcleos, especialmente en las comarcas del Gran Bilbao y Debabarrena.
Vivimos 153 habitantes por kilómetro cuadrado, por encima de los 106 de la Unión Europa (UE-27), pero las diferencias aquí son enormes. Zonas que superan los 1.000, como Donostialdea, o Bidasoa, y zonas rurales con densidades irrisorias. Poco tiene que ver la forma de vida en Bizkaia (515 habitantes por kilómetro cuadrado) o Gipuzkoa (368), por un lado; o en Nafarroa Beherea y Zuberoa, que tienen 24 y 15 habitantes por kilómetro cuadrado, respectivamente.
El desequilibiro en cuanto a densidad poblacional aumenta, además, con el paso de los años. Y el 83% de la población se concentra en el 15% de la superficie.
Somos una sociedad madura demográficamente hablando. Nuestra media de edad es de 45 años. Uno de cada tres habitantes ha nacido, de hecho, entre 1958 y 1979. Es decir, tiene entre 43 y 65, lo que sitúa a un tercio de la población al borde de la gran jubilación de los baby boomer. Y eso deja en evidencia uno de nuestros problemas, la escasez de jóvenes.
Euskal Herria tiene hoy 442.200 habitantes de menos de 14 años, un 13,8% de la población. En Iparralde son un 15% los menores de 14 años.
Nunca hemos conocido un ritmo de envejecimiento tan rápido. Un 22,4% de la población tiene más de 65 años. Había 516.800 habitantes mayores en 2000 y son 715.750 ahora. Ni siquiera la inmigración maquilla esta tragedia.
En Euskal Herria no se registraban menos nacimientos como los actuales de el año 1941
Nacen muy pocos niños. En 2021 solo nacieron 22.171 bebés en Euskal Herria. No se registraban tan pocos desde 1941, hace 80 años. Y no hay datos anteriores para comprobar el verdadero alcance de esta sequía. De nuevo en Hegoalde, echamos por tierra los datos (6,9 nacimientos por cada 1.000 habitantes), mientras que en Iparralde (8,9) se acercan a niveles en la media europea (9,1).
Lo peor de todo es que no se esperan cambios de tendencia en los próximos años. Además, las crisis económicas siempre han producido una disminución de la natalidad y últimamente, desde la pandemia, siempre vamos de susto en susto. Ahora con la invasión de Rusia a Ucrania.
Los que más hijos tienen son los migrantes. Por ejemplo, el 34% de los nacimientos registrados en Araba son de madres con nacionalidad extranjera.
Economía
La guerra de Ucrania ha echado por tierra la recuperación económica postcovid. Euskal Herria no es diferente al resto en eso. Los datos dicen que estamos perdiendo competitividad. El Producto Interior Bruto (PIB) por habitante, toda la riqueza que generamos, disminuye. Sigue siendo de los más altos del contienente: 31.600 euros por persona, frente a los 29.900 de la UE-27, pero la diferencia era de 5.100 euros en 2010 y hoy apenas es de 1.700 euros. Hemos pasado del puesto 48 al 73 en 10 años.
La industria sigue siendo la base que soporta los mejores sueldos y gran parte de la riqueza, pero los servicios acaparan ya el 68% de nuestra economía, mientras que el sector primario representa un exiguo 1,4% del PIB frente al 21,3% de la industria manufacturera, el 3,5% del resto de la industria y un 6,1% de la construcción.
La foto en 2000 mostraba un 61,2% del sector servicios y un 30% de la industria. Aún así, al peso de la industria manufacturera (21,3%) está muy por encima de la media europea 16,3%) y países como España (12,1%) o Francia (10,5%). Solo Irlanda (34%) y Alemania 21,6%) nos superan.
Tenemos una balanza comercial positiva. Es decir, exportamos más de lo que importamos; y vendemos a casi todos los países del mundo. Principalmente a España, luego Europa, pero cada vez más a Estados Unidos y China también. África, salvo el Magreb y Sudáfrica, es el único continente que se nos resiste.
Los ciudadanos de la CAV tenemos una renta disponible por persona de 20.200, solo superada por Alemania y Austria
Sin embargo, seguimos necesitando muchos otros bienes. Más de la mitad de los importados provienen de España y Francia. Junto con estos, Alemania, Italia y Países Bajos tienen una presencia importante. Y de fuera de la UE, China, Rusia, México y Estados Unido, con un importante peso de los productos energéticos.
La inversión en I+D (2,1% del PIB) aumenta, pero seguimos por debajo de la media europea (2,3%. El retroceso experimentado en este campo entre 2012 y 2015 resultó clave en este retraso. Y también estamos por debajo en cuanto a puestos de empleo proporcionados por tecnologías punteras (4,1% del total) frente al 4,8% de la Unión.
Pese a tener uno de los PIB por habitante más altos entre las regiones de Europa, hemos pasado en diez años del puesto 48 al 73
Por cada 1.000 horas trabajadas al año, generamos un valor de 44.900 euros, más que la media europea (42.100), pero éramos más productivos en 2019 (45.700) y aún hoy estamos lejos de Irlanda (72.800), Dinamarca (58.600), Belgica (54.900), Francia (51.900) o Alemania (50.300).
La reducción de la inversión empresarial también nos ha hecho dejar de ser punteros. En 2021 las empresas invirtieron un 23,2% de nuestro PIB, más que la media europea (22%), pero en 2007 alcanzábamos el 31% y eso finalmente lastra la economía local.
Sí estamos a la cabeza en riqueza renta disponible por habitante: justo detrás de Alemania (21.400) y Austria (21.300). Nuestros 20.200 euros superan ampliamente los 17.100 de la media europea y al resto de países que integran la Unión.
Configuración social
Otro de los aspectos más destacados de nuestra configuración social es que más de la mitad de los habitantes de 25 a 64 años tiene una titulación superior. Y esto es algo que no se ve salvo en algunas grandes metrópolis europeas. Mientras en países más prósperos como Alemania, todo un referente, las titulaciones secundarias son las dominantes, en Euskal Herria, un 23% tiene titulaciones básicas, otro 23% secundarias y el resto superiores. Esta tendencia es mucho más notable entre las mujeres.
Más de la mitad de los habitantes de 25 a 64 años en Euskal Herria tienen una formación académica superior
La tasa de actividad en Euskal Herria se ha mantenido estable en la última década entre el 72% y 73,5%. Aquí es llamativo el alto grado de incorporación al mercado de trabajo de las mujeres y las personas mayores de 55 años, que han compensado la disminución en el grupo de los jóvenes. Nuestra tasa de actividad es del 73,3%, semejante a la media europea (73,6%), pero estamos muy encima de la media UE (68,5%) en la tasa de actividad de las mujeres vascas (71,3%).
El paro juvenil es, por el contrario, otro de nuestros pecados. Pese a que la tasa de paro general lleva cuatro años consecutivos por debajo del 10% gracias a la incorporación de la mujer y los mayores de 55 al mercado laboral, los jóvenes siguen con tasas de desempleo inasumibles: un 28,5% entre los mejores de 24 años (UE, 17%), mientras la tasa general en Euskal Herria es del 9,7% (7% UE).
Hemos mencionado que somos uno de los países con mayor riqueza y renta disponible de Europa, pero aún así un 11,9% de la población vasca, unas 380.200 personas se encontraban en 2021 en situación de riesgo de pobreza. Son 50.000 más que un año antes (2020). En España el porcentaje se eleva al 21,7%, en Alemania al 15,8% y Francia al 14,4%.
Pese a los buenos datos relativos, no hay que olvidar que 167.600 ciudadanos sufren una situación de necesidad severa en Euskal Herria, donde la inversión en protección social (24,9% del PIB) sigue estando por debajo de la media europea (28%). Francia es líder en inversión en protección social en Europa y ellos sitúa a Iparralde (33%) muy por delante de Hegoalde (24%) en este aspecto.
Medio ambiente
El hecho de ser un territorio industrial y rico nos sitúa, por otra parte, en la parte alta en cuanto a emisiones de gases de efecto invernadero por habitante. Euskal Herria ni una décima parte de China, pero nuestra contribución por habitante es muy superior. Emitimos 8,8 toneladas de CO2 por persona en un año, casi el doble que la media mundial, aunque llegaron a ser 11,7 toneladas en 2005, cuando tocamos techo.
Las emisiones del transporte siguen siendo nuestra asignatura pendiente y la dependencia energética sigue siendo otro problema. El 43% de la energía que consumimos proviene del petróleo, de hecho.
Por otra parte, un ciudadano de Euskal Herria consume al año 111 kilos de fruta, 70 de verdura fresca, 51 de carne, 28 de pescado y 86 litros de leche. Serían necesarios 435 metros cuadrados por persona para saciar nuestros hábitos de consumo alimentario en un modelo no intensivo. Es decir, sería necesario todo el territorio de Nafarroa Beherea para alimentarnos.