Allegados de Mikel Zabalza, el conductor de autobús donostiarra cuyo cadáver apareció en el río Bidasoa cuando estaba detenido por la Guardia Civil, en 1985, han pedido al delegado del Gobierno español en Euskadi, Denis Itxaso, que éste sea "reconocido como víctima de la violencia policial" por el Ejecutivo español.

La iniciativa ciudadana Altzako Herri Ekimena y familiares de Mikel Zabalza han hecho esta petición a través de una carta dirigida a Itxaso que han registrado hace unos días en la sede de la Subdelegación del Gobierno en Gipuzkoa, iniciativa de la que han dado cuenta este sábado en un acto celebrado en el barrio de Altza de Donostia, con motivo del 37º aniversario del arresto por parte de agentes del instituto armado.

El portavoz de la entidad, José Ramón Zapirain, ha denunciado, en su intervención en euskera durante el acto de recuerdo, que, a pesar de que el Ayuntamiento de la capital guipuzcoana y el Gobierno Vasco "han reconocido" expresamente que "Mikel murió a causa de las torturas" sufridas, el Ejecutivo central "no ha reconocido nada oficialmente".

Zapirain ha asegurado que, durante el homenaje que hace dos años tribuyó a Mikel Zabalza el consistorio donostiarra, al que asistió "a título personal Denis Itxaso", éste transmitió a los familiares que "personalmente se solidarizaba" con ellos y que "iba a hacer todo lo posible por aclarar el caso".

Ha considerado que "ya es hora de que pase de la solidaridad personal a la responsabilidad política e institucional" puesto que "sin verdad política ni judicial, la verdad popular no sirve".

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"Falta que lo reconozcan los que tenían la responsabilidad entonces y los que la tienen ahora, que son los mismos", ha declarado Zapirain, quien ha precisado que, en su escrito al delegado vasco del Gobierno, le piden una reunión y que "use las herramientas que tenga a su alcance para aclarar la verdad" de manera "oficial".

Al acto de recuerdo, celebrado en la plaza San Marcial de Altza, barrio en el que residía Mikel Zabalza, han asistido medio centenar de personas, entre ellas, dos hermanas de la víctima, así como familiares de la que era su novia, Idoia Aierbe, y de Jon Arretxe, dos de las personas que fueron detenidas junto al chófer de autobús y puestas después en libertad.