El Gobierno español cuenta desde febrero de 2018 con un importante volumen de documentos, armas y otros efectos cedidos por las autoridades francesas para ayudar a esclarecer los atentados de ETA sin resolver. Se trata de los conocidos como sellos de ETA, que se componen de efectos y documentación incautada en Francia en las operaciones contraterroristas realizadas en los últimos 20 años.

“Esta documentación está siendo analizada e investigada por equipos de técnicos del Ministerio del Interior, así como expertos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, todo ello bajo la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional”, afirma el Ejecutivo en una respuesta parlamentaria a Vox. Añade que, del análisis de este material, “se pueden destacar varias investigaciones concluidas” además de “numerosas investigaciones en curso”.

La formación de Santiago Abascal pedía información acerca de los avances en la investigación del material incautado a la banda y si esta podría llevar a esclarecer “los 379 atentados cometidos por la organización” y que están pendientes de resolución. El Gobierno aclara en su respuesta que “los crímenes de los que no se conoce autor o autores son una preocupación constante para el Ministerio del Interior y para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que tienen instrucciones muy concretas de perseverar en la investigación de todos los atentados de ETA”.

Va más allá y explica que la Policía Nacional y la Guardia Civil han analizado “más de 200 armas de fuego” pertenecientes a la organización terrorista. En consecuencia, han elaborado “centenares de informes judiciales en los últimos años para poner elementos probatorios a disposición de jueces y fiscales” y esclarecer de esta forma los crímenes que siguen sin resolver.

Además, “a través de estas actuaciones policiales se consigue interrumpir los plazos legales de prescripción sin perjuicio del tiempo transcurrido” desde que ocurrieron los hechos, concluye.