Humanismo y pragmatismo son las dos palabras que me vienen a la mente para evocar a Iñigo Urkullu. Sin duda han encontrado su aplicación más hermosa en la crisis migratoria que atravesamos y que ve a mujeres y hombres cruzar nuestra frontera arriesgando su vida. Inmediatamente el presidente del Gobierno vasco hizo balance de la situación y, más allá de nuestras respectivas gestiones, enseguida organizamos una colaboración más estrecha.

En noviembre de 2021 publicamos una Declaración Conjunta en la que recordamos con una sola voz la tradición humanista profundamente arraigada en la identidad vasca, pero también nuestra historia de emigración y nuestra cultura de acogida. Sobre la base de esta base común, hemos llamado solemnemente a los Estados y a Europa a una acción fuerte y coordinada para encontrar nuevas respuestas que, sin renunciar a las exigencias de seguridad y de lucha contra la trata de seres humanos, permitan afrontar con estos hombres, mujeres y niños con respeto efectivo a sus derechos fundamentales.

Además, desde marzo de 2022 y por invitación de Iñigo Urkullu, la Comunidad de Aglomeración participa de forma permanente en el Comité de Coordinación Institucional y Social para la acogida de emergencia de migrantes en tránsito. Este Comité permite, entre otras cosas, intensificar la comunicación entre nuestras administraciones y los actores sociales, y compartir datos sobre la llegada de migrantes en tránsito. Ser tierra de exilio es también ser tierra de acogida, recordamos una vez más juntos el Día de la Diáspora, organizado por primera vez en Iparralde, en Garazi, el pasado 8 de septiembre.

Organizamos nuestras primeras reuniones transfronterizas a principios de este mes en Baiona. Iñigo Urkullu recordó con fuerza su profundo apego europeo, dando así cuerpo a nuestro deseo común de construir una Europa de los territorios, más verde y más humanista. Estos momentos de diálogo y reflexión alimentarán nuestros proyectos de futuro al servicio de nuestros conciudadanos en ámbitos tan importantes como la movilidad, la economía, la educación superior y obviamente el euskera. Y si la cooperación transfronteriza tomó un nuevo impulso con la creación de la Comunidad de Aglomeración de Iparralde en 2017, sin duda también se lo debemos al voluntarismo político de Iñigo Urkullu. l

Presidente de la Mancomunidad de Iparralde