James McClean, futbolista irlandés, ha protagonizado una de las imágenes más icónicas tras el fallecimiento de Isabel II. La muerte de la reina ha causado conmoción en el Reino Unido, motivo por el cual fueron suspendidos todos los partidos de la Premier League del pasado fin de semana. También están en duda todos aquellos que se deban jugar en Londres por el multitudinario funeral (entre ellos el duelo entre Chelsea y Liverpool, a disputarse este próximo fin de semana). 

En el encuentro disputado el martes entre Huddersfield Town y Wigan Athletic, de la Championship -segunda división del fútbol británico- estalló la polémica por la acción del futbolista en el minuto de silencio en homenaje a la difunta monarca. El irlandés, nacido en Derry, es un reconocido militante político, y no participó en el abrazo junto sus compañeros del Wigan alrededor del circulo central, sino que se mantuvo separado a ellos. McClean sí portó el brazalete de luto y terminó siendo clave para el triunfo de su equipo, dando la asistencia para el 2-1 definitivo, acción que fue reconocida por los hinchas presentes en el estadio que corearon su nombre al finalizar el encuentro.

El futbolista ha manifestado en toda su trayectoria el apoyo a las causas nacionalistas, lo que le ha costado la hostilidad en los campos ingleses. Se negó a jugar con la selección de Irlanda del Norte, a pesar de haber sido seleccionado, eligiendo la de Irlanda donde ha defendido en 67 ocasiones su camiseta y ha participado en dos Eurocopas, 2012 y 2016.

McClean nació en Derry, cerca donde se inició la marcha por los derechos civiles que desembocó en el Domingo Sangriento de 1972 donde soldados británicos dispararon a pacíficos manifestantes desarmados causando catorce muertos. Se declara “un orgulloso feniano” (término usado para los nacionalistas irlandeses), “un firme católico” y partidario del Sinn Fein.