Esquerra parece hartarse de los desplantes de Junts hacia su estrategia y le emplaza a adoptar las “decisiones” que estime oportunas si la formación posconvergente no se siente cómoda. Después de que la propia Marta Vilalta asistiera el pasado domingo, como invitada, al congreso donde JxCat abogó por retomar la vía del procés, afeando a Pere Aragonès la política fiscal y su apuesta por la mesa de diálogo; la portavoz republicana precisó que el Ejecutivo catalán está cumpliendo los objetivos acordados en el Plan de Govern. “A lo mejor la incomodidad la tienen ellos de formar parte de un Govern republicano, de izquierdas e independentista”, les espetó Vilalta, invitando a preguntar al socio de gobierno si piensa dejar el gabinete por no compartir la hoja de ruta. A su juicio, quienes critican la mesa deberían proponer una alternativa y no quedarse en la crítica vacía, y que el Govern estará en ella con o sin Junts.

En este escenario, el secretario general de JxCat, Jordi Turull, entiende esa herramienta como “una operación estética, más que de contenido”, que tiene una función “anestesiadora” del movimiento independentista. En declaraciones a Catalunya Ràdio, aseguró que, si el PSOE se tomase en serio el “conflicto político”, la mesa de diálogo no se reuniría una vez al año y hubiese hecho una propuesta para Catalunya. “Cuando en un año no te llega ni una, eso es que no se lo están tomando nada en serio”, indicó Turull, a la par que insistió en que ese foro sirve para mostrar a la comunidad internacional que “no hay conflicto”. El líder posconvergente señaló que el propósito de Junts pasa por reunirse con el conjunto de actores del independentismo para intentar encontrar un punto en común y “reempezar”. “Llevamos cinco años en los que solo recibimos estopa, solo recibimos represión. Creemos que la estrategia tiene que ser diferente, no tiene que ser la de verlas venir sino pasar a la acción”, manifestó Turull.

En este contexto, la ponencia de Junts recoge la supresión de los impuestos de sucesiones y donaciones, y estudiar eliminar el de patrimonio. Para Vilalta, “en todo caso, lo que hacen es definirse claramente como lo que han sido siempre: un espacio de la derecha, de la derecha soberanista e independentista de nuestro país. Está bien que se desacomplejen a nivel ideológico”, destacó. La republicana se abrió a rebajar el mínimo contributivo del IRPF, como plantea JxCat, aunque advirtió de que el plan de Govern es claro sobre los impuestos: “Todo lo que sea una política fiscal para que los que más tienen tengan más, no estaremos de acuerdo”.

‘Caso Borràs’

Sobre la causa por presunto fraude contra la presidenta del Parlament, Laura Borràs, Vilalta aseveró que el escrito de la Fiscalía “no cambia” el posicionamiento de ERC, que cree que el delito de prevaricación por el que se acusa a la también presidenta de Junts es presunta corrupción. “No es ERC quien decide qué son delitos de corrupción o no, lo que decide ERC es cómo actuar ante ellos y es siempre siendo muy claros”, sostuvo al ser preguntada por el artículo del reglamento del Parlament que obliga a suspender a los diputados a los que se abra un juicio oral por estos delitos. Vilalta pidió a Borràs a anteponer los intereses colectivos a los individuales para preservar la institución.

Con este horizonte, ERC pretende rehacer consensos con la CUP, después de que en un documento interno los anticapitalistas apuesten por romper definitivamente con el Govern y por una estrategia “mucho más beligerante”.