Es habitual que al Gobierno vasco lo acusen desde la oposición de aplicar el rodillo o de no hacer autocrítica por la tranquilidad que le da su mayoría absoluta. Pero Urkullu ha arrancado este jueves su discurso en el pleno de política general con un ejercicio de autocrítica "en primera persona" por la gestión de la pandemia. Aseguró que la crisis ha sido imprevista y mundial, pero no se escondió: "Hemos cometido errores". El lehendakari lamentó que en ocasiones no hayan sido capaces de transmitir seguridad a la ciudadanía, y reconoció las "sombras" de este año, aunque no quiso minusvalorar que el 99% de las aulas se ha mantenido abierto, o que el 90% de la población mayor de 12 años está vacunada.

También recordó de manera expresa la catástrofe del vertedero de Zaldibar, donde perdieron la vida Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze. Apostó por trabajar para aclarar "por completo" lo sucedido y activar un plan de residuos para reducir la presión en los vertederos.

Sobre el Tren de Alta Velocidad, donde sigue el atasco con el Estado español porque no firma las obras del soterramiento en Gasteiz y Bilbao, confió en que antes de fin de año haya acuerdo. Se abrió a explorar vías. "Estamos dispuestos a explorar cualquier posibilidad que no suponga un retraso en el calendario pactado", dijo. Voces socialistas han especulado con unas estaciones provisionales que no lleguen a las capitales o que se construyan a cielo abierto, y la línea roja que ha trazado hace tiempo el PNV es que, si se plantea esa solución, se firme antes la licitación del soterramiento para garantizar que las otras vías sean provisionales. Sobre la relación con el presidente Sánchez, Urkullu no puso el foco en lo negativo y vio "avances".

En clave vasca, ofreció colaboración sobre los objetivos de la Agenda de Desarrollo Sostenible, el plan Berpiztu de reactivación, Euskadi Next para captar fondos europeos, compromisos legislativos como la reforma de la RGI, y el autogobierno. Mencionó veinte compromisos de actuación inmediata como un modelo penitenciario basado en la justicia restaurativa, renovación generacional de la Ertzaintza (con el horizonte de los 8.000 agentes), extensión de la Formación Dual con 5.000 empresas, o la transición hacia un nuevo modelo de cuidados.