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“Si tantas cuestiones quedan por resolver, ¿dónde están las apuestas de la oposición?”

Con las elecciones a la vuelta de la esquina, Susana García Chueca (Donostia, 1969) hace balance de una legislatura en la que el PSE ha sido parte del Gobierno foral

“Si tantas cuestiones quedan por resolver, ¿dónde están las apuestas de la oposición?”Iker Azurmendi

Donostia - La agenda foral marca, pero con la hipótesis del superdomingo electoral a vueltas, cada vez menos cuestiones de la actualidad política son independientes de lo demás.

¿La legislatura se ha desarrollado como esperaba en junio de 2015?

-Con creces, porque en Gipuzkoa teníamos una serie de cuestiones pendientes, proyectos estratégicos para el desarrollo y el bienestar del territorio. Todos los puntos que comprometimos, el Gobierno los ha llevado a término o están en vías. La gestión de nuestros residuos, que no era solo la incineradora -que además es una planta de valorización energética- sino no tener que mandar fuera lo que nos sobraba; la rotonda de Gipuzkoa que estaba suspendida, el centro internacional del transporte, pasos importantes en la regeneración de Pasaialdea, las bases de un modelo turístico que aúne consenso, la promoción del empleo? Pero el compromiso fundamental que aportaba el PSE al acuerdo de gobierno era no solo mantener sino consolidar las políticas sociales.

¿Qué ha sido lo más destacado de la legislatura?

-Tras una crisis durísima, se ha dado un paso fundamental en el Departamento de Política Social. Ha tenido un impulso muy importante viniendo como se venía de una situación dura en lo económico, que afecta a las personas y a las instituciones. Hemos puesto las bases para corregir las desigualdades que se han generado, que son económicas y de igualdad de oportunidades. Los partidos de la coalición acordamos generar un marco, que es Elkar-Ekin, con las organizaciones que ya trabajaban en la inserción para poder trabajar de manera más operativa. Cada uno por su lado no mejoramos los resultados.

¿En qué ha fallado el Gobierno foral?

-Tiene retos importantes. Dos en los que estamos de acuerdo. Por un lado, el envejecimiento poblacional, que tiene una incidencia superior a la que pensamos, porque si no hay gente joven para trabajar, no podemos atender a los mayores ni cubrir el trabajo de la industria. Hemos empezado a profundizar en ello. Y por otro lado, hemos puesto las bases para luchar contra las desigualdades, pero es un camino que en una legislatura no se puede atajar. Son cuestiones en las que nos queda camino por recorrer. Siempre se podrán hacer las cosas mejor, pero el Gobierno se ha puesto a mirar al futuro desde el primer minuto con Etorkizuna Eraikiz, que tampoco le gusta a la oposición porque dice que solo hacemos publicidad aunque ahí estén los hechos. ¿Qué retos nos plantea el futuro inmediato y cómo resolverlos? Adinberri, el centro de ciberseguridad o la fundación sobre el cambio climático son pasos que están dados.

¿La mejoría económica ha sido la clave de esta legislatura?

-Si tienes esa mejora, dispones de más recursos, pero hay que tener voluntad de hacerlo, porque ha habido gobiernos con dinero y no han hecho lo que tenían que hacer. La mejora económica ha sido fundamental. Este Gobierno la tomó desde el principio como uno de sus retos, y cada año se han puesto los 50 millones comprometidos para ello, pero de los 100 millones de más que ha habido de presupuesto, 63 se han destinado al Departamento de Política Social. Es un dato objetivo que hace indiscutible la apuesta de este Gobierno por las personas.

¿La relación entre los socios del Gobierno ha supuesto alguna dificultad?

-Cuando vienes de trayectorias diferentes es normal, pero más que algún problema, ha habido algún roce en ciertas cuestiones, no igual tanto como aparece luego en prensa. Por ejemplo, al PSE no nos da ninguna envidia lo que ocurre con la cuestión catalana, y a quienes apreciamos a los catalanes y a las catalanas nos da cierto coraje ver cómo se lleva esta situación a este extremo de confrontación y no gobierno. Me extraña que dé envidia y más con la situación tan complicada que hemos vivido durante tantos años. Más roces tampoco ha habido, porque si no, los habríais detectado en seguida.

¿Volvería a pactar con el PNV o el cuerpo le pide un perfil más de izquierdas con EH Bildu y Podemos?

-A mí el cuerpo me pide pactar con aquellos partidos que sean posibilistas y pragmáticos. No me vale quien plantea ideas muy potentes y atractivas pero no tiene voluntad de llevarlas a cabo. No voy a criticar a nadie sin hacer autocrítica, pero hay partidos que se presentaban como la solución mesiánica a todos los problemas de la sociedad y han terminado desdibujados. Me da más garantía el acuerdo con partidos que tienen voluntad de desarrollar políticas que generan respuestas.

¿Tiene la sensación de que las Juntas han pasado desapercibidas esta legislatura?

-Pueden haber pasado, pero depende de la actividad de los grupos de la oposición. Si en otras legislaturas estas Juntas han pasado menos desapercibidas, igual es porque los grupos que entonces estábamos en la oposición teníamos más capacidad de poner los debates en los medios y la sociedad. Hay una responsabilidad importante de los grupos que no apoyan al Gobierno y su falta de actividad política.

¿Ha visto a la oposición inactiva?

-Más que otra cosa, desdibujados. No es presentar más o menos iniciativas, a peso, sino que sean de peso. Si tan mal lo está haciendo este Gobierno y tantas cuestiones quedan por resolver, ¿dónde están las apuestas de la oposición? De lo único que se ha hablado más es de la incineradora tras una legislatura de Bildu espeluznante en esta cuestión: ni la resolvió, ni dio la solución ni la enseñó. El Gobierno de ahora ha cogido las riendas y lo único que hemos tenido son recursos y denuncias, todas perdidas. Si es el único debate que pone en el debate público, igual es porque no tiene otro.

Les acusan de mucho anuncio y poca ejecución.

-Ha sido el mantra de cada debate. Quien anuncia cosas es porque las hace. Todos los anuncios de este Gobierno o están en marcha o ya culminados. ¿Dónde está el humo? Resulta titánico tener que estar diciendo que el complejo medioambiental de Gipuzkoa se abre este año y que lo hemos visitado; o la fundación contra el cambio climático; o las obras de Pasaialdea que hemos ido a visitar. ¡Pues lo siguen negando!

¿La relación del PSE con el PP aquí es mejor que en Madrid?

-El PP en Juntas tiene un representante y a nivel personal tengo muy buena relación con Juan Carlos (Cano), compañero desde hace muchos años y a la gente se le coge aprecio. Ahora bien, lo que es el PP? La posición de hastío que mucha gente tiene con la política en este momento deriva de la posición que tiene el PP. Es impresentable la involución que suponen las políticas que tiene el nuevo líder, una persona joven. Soy bastante mayor que él y no entiendo esa deriva. Entiendo que tenga que competir con dos partidos cuyo aliento nota en el cuello, pero todos los días te despiertas con una serie de afirmaciones? El aborto, la violencia de género? Cuando los partidos perdemos la perspectiva perdemos parte de nuestra esencia. No tienen ningún pudor y el nivel de crispación que imprimen al país? ¿Solo si están en el gobierno hay tranquilidad? Nadie de la oposición, y digo nadie, es como esta gente. Si no están, esto se hunde. Da lo mismo lo que hagas. Es todo un despropósito y una vergüenza.

Habla de “perder la perspectiva”. ¿La han perdido los dirigentes del PSOE que estos días se alinean con Casado en el tema catalán?

-La cuestión territorial no tiene una posición unánime creo que en ningún partido, ni en los nacionalistas. En el PSOE llegamos a un acuerdo para pasar de lo autonómico a lo federal, pero no todo el mundo está de acuerdo siempre con lo que se hace. Tampoco en el nacionalismo catalán, donde gente del PdeCAT no está de acuerdo con Puigdemont y Torra. La cuestión territorial, que a veces se une demasiado a lo sentimental, genera diferencias que hay que ir salvándolas, no montando grandes manifestaciones en Colón.

¿Cómo ha vivido las declaraciones de dirigentes socialistas contra Pedro Sánchez?

-A mí me han enseñado desde bien joven que las diferencias es mejor resolverlas dentro. Dar la imagen de división solo fuera de casa? Es un poco como en las familias. Los problemas se resuelven si se resuelven dentro. Hablarlos fuera solo genera mal rollo. No sé a dónde conduce.

¿Al PSE de Gipuzkoa le favorece un ‘superdomingo’ electoral?

-Pues sería incapaz de dar una respuesta tal y como está la política, que cambia en cuestión de minutos. Ahora bien, ese macrodomingo con tantas urnas nos puede llevar a desvirtuar las elecciones previstas para ese día, que ya eran muchas: juntas Europa con municipales y forales. Toda la acción de los partidos que han gobernado esta legislatura en los municipios y en las Juntas quedaría solapada por el discurso de unas generales. A la gente no hay que confundirla y hay que darle los elementos para que decida quién gobernará su municipio, sus Juntas o su comunidad autónoma. Luego está ya el conjunto del Estado y la pelea titánica para ver quién gobierna España la siguiente legislatura.

¿Qué se juega el PSOE ese 26-M?

-Seguir en las instituciones para seguir haciendo políticas que creemos honestamente que redundan en beneficio de la sociedad. Creo que se juega mucho la sociedad. Cuando piensas que tu voto no vale para nada y luego ves lo que pasa, cada uno y cada una tenemos que reflexionar seriamente qué suponen las siguientes elecciones. Los partidos nos jugamos estar y seguir gobernando, pero la gente se juega mucho más: quién te gobierna. Algunos no están disimulando lo que quieren hacer.

¿Dónde estará la clave de las forales?

-Uy, buena pregunta. Si la supiera, igual tenía una consultoría y me estaba haciendo rica (ríe). La clave fundamental es lo que has hecho estos cuatro años. La gente ha podido percibir que el acuerdo ha primado en Gipuzkoa, que los que hemos llegado a acuerdos nos hemos dejado cosas en la gatera porque buscábamos sumar las coincidencias para mejorar el territorio y situarlo ante los retos que vienen. Si la gente ha percibido el desarrollo de este trabajo, tiene elementos de juicio suficientes para decidir qué hacer.

¿Lo ve como una reválida?

-Siempre es así. Nos examinamos cada cuatro años con base en lo que has hecho y con las propuestas de futuro que se lleven. No obstante, lo que se va a ofertar va a ser lo que has ido trabajando para poder ir haciendo.