donostia - Con el caso Nóos visto para sentencia, corren nuevos tiempos para Pedro Horrach. Sus planes de futuro están alejados del cargo de fiscal Anticorrupción que ha venido desempeñando durante la última década y ahora su mirada se dirige hacia la abogacía. Era un secreto a voces que ayer confirmó ante los medios de comunicación el todavía representante del Ministerio Público, quien afirmó sentirse “liberado” por su marcha tras “diez años muy intensos de mi vida con muchas luces y alguna pequeña sombra en el camino”.

El polémico caso que ha llevado a la infanta Cristina al banquillo ha supuesto un antes y un después en la carrera profesional de Horrach. “Ha sido el caso que más intensamente he vivido durante estos años y también por el que más críticas he recibido por su parte”, declaró en alusión a los medios. No obstante, el fiscal negó que esta causa haya sido el detonante de su decisión de abandonar, algo que justifica por “un cúmulo de cosas”. Horrach no desaprovechó la ocasión para arremeter contra el juez instructor, José de Castro, y la acusación popular ejercida por Manos Limpias, a quienes acusó de haber instalado en la sociedad un “prejuicio” sobre la supuesta participación de la hermana del rey Felipe en la trama investigada.

Con su marcha, Horrach desoye las continuas peticiones del fiscal superior de Baleares y del fiscal jefe de Anticorrupción, quienes le habían rogado que permaneciera en su puesto al menos hasta conocer la sentencia del caso Nóos para poder preparar un hipotético recurso ante el Tribunal Supremo. Ana Lamas, que le acompañó durante la fase final de instrucción y en la vista oral, se perfila ahora como su sustituta.

El conocido fiscal habría recibido ofertas para dedicarse a la docencia en Sudamérica, pero sus planes no lo alejarán de Palma de Mallorca, donde se dedicará a la abogacía. Lo más probable es que lo haga en un nuevo despacho fundado por él mismo y que, según fuentes de su entorno, estaría especializado en temas de derecho mercantil y tributario. - X. G.