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El PNV mantiene el paso, Podemos al galope, y PSE y Bildu descabalgados

Los morados conquistan Ezkerraldea y fijan ya su próximo objetivo en la otra margen y otros núcleos del Territorio

Bilbao. El equilibrio se ha roto en Bizkaia. Nada es como era excepto la hegemonía del PNV, que es fuerza mayoritaria en 76 localidades tras la inusitada embestida del vendaval Podemos en estas elecciones. Los morados se han hecho fuertes en Ezkerraldea; de hecho, dominan la totalidad de los municipios más habitados del Territorio (Barakaldo, Portugalete, Santurtzi, Sestao o Trapagaran, por ejemplo) y amenazan con popularizar su magnetismo político en la Margen Derecha y en otros grandes núcleos, incluido Bilbao donde se quedaron a 4.267 votos de los jeltzales.

Los daños colaterales recolectados tras el vaciado de las urnas han dejado tocados a las otras formaciones de izquierdas. Y es que los socialistas han sido destronados en Ermua y en Portugalete, sus dos únicos feudos; y EH Bildu ha seguido idéntico destino en trece municipios: Meñaka, Mendexa, Markina-Xemein, Mañaria, Lemoa, Iurreta, Igorre, Gernika, Forua, Etxebarria, Atxondo, Artea y Abadiño. En todos ellos la coalición abertzale ha sido descabalgada por el PNV, salvo en Abadiño donde se impuso Podemos.

La irrupción de esta formación en el nuevo escenario político vizcaino (con más de 170.000 votos y fuerza mayoritaria en 14 localidades) también ha tenido sus réplicas en otros puntos del Territorio donde ha arrebatado el primer puesto a los jeltzales. Son los casos de Leioa, Erandio, Arrigorriaga o Basauri. Y los morados han estado muy cerca de ejecutar la misma maniobra en localidades como Sopela, donde se han quedado a solo 30 papeletas del PNV, Barrika (50), Berango (79), Muskiz (40), Galdakao (147), Lanestosa (2) o Zaratamo, a tan solo un voto.

Pese a todo, la formación jeltzale ha sabido defender su voto particular en esta ofensiva contra el bipartidismo y se ha mantenido firme, con los pies en su tierra, en unos sorprendentes comicios en los que a tenor del extravagante baile de votos contabilizado, una buena parte del electorado vizcaino se decantó por mirar a La Moncloa y apostar por un cambio de siglas en el gobierno de España.

EH Bildu no suma Solo así podría explicarse el desmoronamiento del PSE y de EH Bildu; los primeros han perdido en Bizkaia del orden de 52.000 apoyos y los segundos más de 40.000. Es más, según los datos escrutados, la coalición abertzale es la única formación que no ha conseguido obtener mejores resultados en ninguna localidad en comparación con 2011.

Incluso el PP que suma batacazos en cada elección, en esta 40.000 ha logrado esta proeza. Las cifras son ridículas, sí; y las localidades donde se han registrado (Ziortza-Bolibar, Zeberio, Mendexa, Mañaria, Izurtza, Ibarrangelu, Gizaburuaga, Etxebarria y Aulesti, la mayoría de ellas lideradas además por EH Bildu), hacen sospechar que más bien haya sido por error, pitorreo o un simple desquite. Algo parecido (sin descartar la respetable posibilidad de que también en estos otros municipios se pensara en desahuciar a Rajoy) habría ocurrido con los socialistas, que también crecen exiguamente en núcleos como Murueta, Mendata, Errigoiti, Berriatua, Aulesti, Arrankudiaga, Amoroto y Ajangiz. En todo caso, la izquierda abertzale continúa concitando el quórum necesario para ser mayoritaria en 22 municipios, muy lejos de los 76 que sintonizan con las propuestas de trabajo del PNV para la próxima legislatura en las Cortes españolas.

Y todo a pesar de haber extraviado en campaña alrededor de 26.000 papeletas; el menor desgaste en cualquier caso registrado por las formaciones vascas, arruinadas por Podemos que llenaron las urnas en grandes núcleos de Ezkerraldea y Mea-tzaldea (y no tanto en las localidades más modestas del mapa de Bizkaia), y entre los simpatizantes socialistas y de la coalición abertzale, principalmente. Dentro de ese nuevo mapamundi sobresalen los casos de Gernika (donde los morados se quedan como tercera fuerza) y Getxo, donde el PNV aguanta el tirón.