arrasate - Las elecciones municipales han transformado el mapa político de Debagoiena, liderado por Bildu en estos últimos cuatro años. La coalición soberanista ha gobernado con cómodas mayorías absolutas en seis de las ocho localidades de la comarca (salvo Elgeta y Leintz Gatzaga). Pero la cita con las urnas del domingo ha dado un vuelco a este escenario.

El PNV se ha impuesto no solo en Arrasate, uno de los bastiones guipuzcoanos de la izquierda abertzale, sino también en Bergara, Eskoriatza (el PSE-EE se queda sin su concejal) y Aretxabaleta; tres municipios, sobre todo los dos primeros, que han encabezado una fuerte oposición popular al sistema de recogida de residuos puerta a puerta que, de algún modo, ha pasado factura a la coalición soberanista. Todo apunta a que en las localidades donde funciona el PaP y a las que el PNV acceda a las alcaldías, habrá cambios o, por lo menos, se celebrarán consultas tal y como los jeltzales anunciaron durante la campaña electoral.

Mientras tanto, en Oñati EH Bildu ha revalidado el apoyo que logró en 2011 tras arrebatar entonces al PNV uno de sus fueros. Mikel Biain repetirá como alcalde con diez concejales, uno menos que en la legislatura que está a punto de concluir, fruto de los 400 votos que han perdido. Los jeltzales, por contra, acortan distancias, sumando 500 votos más que hace cuatro años que les permiten hacerse con un séptimo concejal.

La coalición soberanista vuelve a consolidar su mayoría absoluta en Antzuola, y se hace también con la Alcaldía de Elgeta.

La pluralidad en el panorama político de Debagoiena lo protagoniza, asimismo, la irrupción de fuerzas como Baleike en Arrasate, y la marca Irabazi que se hace hueco con un concejal respectivamente, en Arrasate, Bergara, Eskoria-tza y Aretxabaleta. -A.D.