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“Es injusto que los vascos digan que el PP no pelea por el fin de ETA”

Llanos afirma que el PP de la CAV trata de recuperar la “confianza” del ciudadano y ve “injusto” que los vascos crean que los ‘populares’ “no pelean por el fin de ETA”

“Es injusto que los vascos digan que el PP no pelea por el fin de ETA”

Donostia - La secretaria general de los populares de la CAV, Nerea Llanos (Bilbao, 1967), se convirtió el pasado marzo en la mano derecha de Arantza Quiroga en unos momentos convulsos, con un partido roto por el relevo de Iñaki Oyarzábal y en vísperas de unas europeas que resultaron desastrosas para el PP vasco. Ahora, inmersa en la preparación de las municipales y forales de 2015, defiende la utilidad de su formación para los vascos y su criterio propio frente a Madrid.

¿Cómo ha notado el pulso del partido en estos cuatro meses al frente de la secretaría general?

-Es un partido con muchas ganas, que trabaja con mucha más tranquilidad que cuando ETA nos amenazaba, y que está deseoso de salir a la calle y estar con la gente. Está más vivo que nunca y con la vista puesta en las elecciones municipales y forales.

Iñaki Oyarzábal está encargado de coordinar la campaña en Araba, el territorio fuerte del PP. ¿Significa que se ha instalado la paz en el partido tras el impopular relevo decidido por Arantza Quiroga?

-Cada uno de los territorios es el que elige al coordinador de campaña, porque cada territorio es diferente. La relación con el PP alavés tanto por mi parte como por la de Arantza Quiroga es muy buena.

Las encuestas pronostican que el PP seguirá perdiendo votos y en las últimas europeas solo han superado a Podemos por apenas 25.000 votos. ¿Qué piensan hacer para revertir esta situación?

-Las elecciones municipales son un reto para todos los partidos y no creo que los resultados de las europeas se puedan extrapolar a otros comicios. Ya reconocimos en el PP que ha habido un desapego de los ciudadanos. Muchos votantes populares se quedaron en casa en las europeas, así que uno de los grandes retos del PP del País Vasco es volver a ganarnos la confianza de los ciudadanos. Ya lo estamos haciendo. Estoy acompañando a Arantza Quiroga a los ayuntamientos en los que tenemos representación para testar el trabajo que están haciendo alcaldes y concejales. Seguiremos con los militantes y con el entramado social de los distintos municipios para conectar y saber los problemas en cada localidad.

¿Sería un fracaso para el PP vasco perder la alcaldía de Gasteiz y la Diputación alavesa?

-Para cualquier partido que gobierne perder las elecciones supone pérdida de poder, pero otros que antes gobernaron allí como el PNV también perdieron elecciones en su momento. Aspiramos a ganar y a conseguir más cotas de poder. Vitoria y Álava son dos bastiones del PP, en los que estamos gestionando muy bien. Además tenemos una gran implantación en la sociedad alavesa. De hecho, a la hora de trabajar en el resto de los territorios una fórmula es seguir ese camino emprendido en Álava. Uno de nuestros objetivos es trasladarla a otros municipios del País Vasco.

La política de Mariano Rajoy en general y sobre pacificación en particular tiene muy mala venta en Euskadi. El último Euskobarómetro reveló que solo un 1% de los vascos considera positivamente la gestión del Gobierno español.

-Me parece absolutamente injusto que los vascos digan que el PP no pelea por el fin de ETA. Toda la sociedad sabe que si ha habido alguien que ha dado lo máximo por el fin de ETA, por conseguir la libertad, ha sido el PP. Ha habido gente que ha dado hasta su vida con el fin de que ETA desaparezca, y se imponga la libertad y la democracia. En el tema del fin de ETA hay que trabajar desde la seriedad y la responsabilidad, y con altura de miras. Lo que no se puede es jugar al oportunismo y exigir pasos a un gobierno que con sus medidas ha hecho que ETA vaya llegando a su final, y no exigir esos mismos pasos a ETA y al mundo de la izquierda abertzale, que son las que tienen que darlos y que siguen sin reconocer lo evidente, que ETA nunca tuvo que existir y que no debió matar. No se puede estar exigiendo pasos a un gobierno democrático, y no pedírselos a ETA y EH Bildu.

¿Se refiere a...?

-Al lehendakari Urkullu, que le está pidiendo pasos a Rajoy, y no a ETA y EH Bildu.

¿Está segura de ello?

-El lehendakari equipara las dos peticiones y eso no es más que un símbolo de la ambivalencia del PNV durante mucho tiempo. No son comparables. El Gobierno de España está haciendo lo que debe, cumplir la ley y aprobar medidas que con el tiempo se han demostrado absolutamente beneficiosas para acabar con el terrorismo. A la que hay que exigirle todos los días que entregue las armas de manera incondicional es a ETA, y al mundo de Bildu exigirle que condene la violencia. Y el lehendakari no lo está haciendo.

Quiroga ha renunciado a mediar con Mariano Rajoy para propiciar una reunión con el lehendakari. ¿No será porque ha encontrado un frontón en el presidente del Gobierno?

-No. Mariano Rajoy no tiene problemas para reunirse con Urkullu, la cuestión es para qué. El lehendakari tiene que dirigir su acción de gobierno a lo que realmente importa a los ciudadanos, que es el empleo y la crisis económica. Sin embargo, está todo el día hablando de los presos y las encuestas demuestran que para los ciudadanos vascos los presos no son una de sus preocupaciones. Pueden serlo para el mundo de EH Bildu, que tendrá que dar muchas explicaciones a los presos porque han tenido que dejar la violencia sin ninguna contrapartida política. Pedir al Gobierno español que se salte los requisitos penitenciarios y que dé un trato diferenciado a los presos de ETA es pedir que cometa una ilegalidad.

Lo que dice no casa con que el portavoz, Josu Erkoreka, haya sido abroncado por Sortu por decir que los presos están incumpliendo los requisitos para su reinserción.

-Es la ambivalencia de la que hablaba, la de poner una vela a Dios y otra al diablo. Hay temas como este en que las posturas deben ser claras, no valen las ambigüedades ni las equidistancias. Puedo estar de acuerdo con lo que dice Erkoreka pero el PNV no puede estar al mismo tiempo en una pancarta con Sortu pidiéndole al Gobierno español pasos con los presos.

¿Qué le parece la visita a Euskadi de los mediadores?

-No necesitamos injerencias ajenas para saber lo que está pasando aquí y a quién hay que hacerle las exigencias. La figura de los mediadores se ha ido devaluando y quienes pusieron su esperanza en ellos, como el Gobierno Vasco y otros partidos, después del sainete del desarme han visto cómo su actuación ha quedado devaluada. Somos los vascos y las fuerzas democráticas las que tenemos que acabar con ETA.

El PP vasco defiende la reforma electoral que prepara Rajoy para que sea el candidato más votado el que gobierne. ¿Cómo casa esto con que trataran de desalojar a Bildu de las instituciones guipuzcoanas?

-A Bildu le queda mucho camino por recorrer para ser un partido demócrata y, de acuerdo a las actuales reglas, nosotros hubiéramos peleado por que no gobernaran en favor de partidos con mucho más label. De todas formas la reforma que se plantea no significa que gobierne el más votado de cualquier manera. De lo que se trata es que la lista más votada gane con una autoridad suficiente. Se habla de más del 40%, y con una distancia suficiente de la segunda. Pienso que si los ciudadanos han votado mayoritariamente a favor de una lista, que no sea esa opción la que gobierne es falsear esa voluntad.

Tal y como plantean la reforma, blindaría muchos municipios gobernados por Bildu.

-Probablemente, pero en muchos otros ganó Bildu a muy poca distancia del segundo. Según lo que sabemos de la reforma no le daría automáticamente la alcaldía a la izquierda abertzale.

¿Comparte la afirmación del alcalde de Gasteiz, Javier Maroto, de que los argelinos y marroquíes son grandes defraudadores en la percepción de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI)?

-Javier Maroto conoce Vitoria como nadie y si él ha puesto de manifiesto determinadas cuestiones es porque son así. Desde el PP del País Vasco respaldamos totalmente a Maroto, porque conoce esas situaciones. Es un tema complicado pero desde hace mucho tiempo estamos diciendo que hay una percepción en la calle de que las RGI no se controlan suficientemente. Las instituciones deben poner medios para que las ayudas lleguen a quienes deben llegar.

Acusan a Maroto de avivar la llama de la xenofobia cuando pone el foco en unos inmigrantes en concreto aun cuando el fraude afecta a otros inmigrantes y autóctonos.

-Insisto en que Maroto tiene sus datos. Yo no digo que haya que investigar solo a los inmigrantes, hay que hacerlo con todos, y no solamente en las ayudas sociales sino también en las Viviendas de Protección Oficial (VPO) y en todo lo que suponga utilización de recursos públicos.