Landaburu fue víctima de un atentado de ETA el 15 de mayo de 2001, cuando recibió en su domicilio de Zarautz un paquete bomba oculto en una revista cuya explosión le causó heridas en las manos.
Además, el tribunal ha aceptado la petición realizada por la abogada Jone Goirizelaia, que defiende a Permach y Otegi, de renunciar a cuatro de los testigos que había solicitado inicialmente.