El Torneo del Cuatro y Medio, que celebra este año su 41ª edición –la primera fue en 1953 pero hubo un paréntesis de 1958 a 1988–, va a conocer este domingo por la tarde a su vigésimo campeón. Unai Laso o Peio Etxeberria, que disputan ambos su segunda final en la jaula, añadirán su nombre a esa lista de vencedores que comanda Aimar Olaizola con su increíble marca de siete txapelas en ocho finales –las que ganó en 2002, 2004, 2005, 2008, 2011, 2012 y 2013–.

Jokin Altuna, segundo en ese ranking, aspiraba este año a ser el pelotari con más presencias en finales del acotado –está igualado a ocho con Olaizola, Patxi Eugi y Martínez de Irujo– y también a quedarse en solitario con la segunda plaza del ránking –está empatado a cuatro txapelas con Julián Retegi, que ganó las cuatro finales que jugó–, pero tendrá que esperar al menos un año para lograrlo, tras su derrota en semifinales ante Unai Laso.

En todo caso, Altuna III ha establecido un récord muy difícil de igualar: ha disputado ocho finales consecutivas del Cuatro y Medio, desde 2016 a 2023, con el balance de cuatro victorias y cuatro derrotas.

Por otra parte, el vencedor de la final de este domingo ganará su segunda gran txapela: Unai Laso tiene en su palmarés la del Manomanista 2022 (venció en la final por 22-7 ante Ezkurdia) y Peio Etxeberria ha ganado este año el Campeonato de Parejas junto a Zabaleta (con triunfo en la final ante Altuna III y Martija por 22-20).

Para Unai Laso, ganar la txapela supondría quitarse dos espinas: dejar definitivamente atrás esa lesión de cadera en 2022 que frenó su gran trayectoria y relegar al olvido su decepción por la abultada derrota por 22-5 ante Altuna en la final del último Manomanista, en el mismo escenario que el encuentro de hoy.

En el caso de Peio Etxeberria, la txapela sería la confirmación de un pelotari que ha ido creciendo de manera ininterrumpida en los últimos años hasta entrar en su madurez deportiva.