Los 600 espectadores que se han dado cita hoy por la mañana en el frontón Labrit, recinto que no descansa en estos días de jolgorio en Iruñea, han disfrutado con la eclosión de una nueva figura de la pelota a mano femenina. Con solo 14 años, Goiuri Zabaleta ha puesto patas arriba la bombonera pamplonica al erigirse en gran protagonista en el tramo decisivo de la final del Torneo San Fermín de mano femenina. La delantera de Leitza ha comandado la remontada que les ha dado la victoria a ella y a Enara Gaminde, otra jovencísima pelotari de apenas 16 primaveras, frente al dúo formado por Olatz Arrizabalaga (26) y Uxue Osés (17). Este último partía como claro favorito tras haber conquistado en lo que va de año el Master Laboral Kutxa de Parejas y el Torneo Bizkaia. Parecía que iba a cumplir con los pronósticos cuando la gernikarra y la de Oñati se iban a un 17-14 a favor. Pero, cuando nadie lo esperaba, se quedaban estancadas en ese guarismo mientras asistían a la traca final que encendía Zabaleta.

El arranque del partido para nada hacía prever un desenlace así. Zabaleta ha empezado muy fallona y precipitada, sin poder aprovechar el dominio constante ejercido en la zaga por Gaminde. Por contra, Arrizabalaga mostraba más temple y, con una segura Osés como guardaespaldas, no tardaba en abrir hueco en el marcador (8-3). Varios errores seguidos de la veterana del cuarteto permitían a las azules reengancharse a la contienda y acercarse a un solo tanto (10-9), pero un pelotazo a contracancha de Zabaleta y un par de fallos de Gaminde volvían a impulsar a las favoritas (13-9).

No obstante, a partir de ahí cambió definitivamente el panorama. La de Leitza tomó las riendas y, jugando al límite, pegó las primeras sacudidas. Tras llegarse al 14 iguales, las de colorado parecían sofocar la rebelión juvenil con tres tantos seguidos (17-14). Nada más lejos de la realidad. Esa tacada era el principio del fin. Arrizabalaga llegaba a ese tramo final muy justa de fuerzas y Osés empezaba a dar los primeros síntomas de debilidad. Eso, sumado al desparpajo exhibido por una Zabaleta a la que le acompañaba la inspiración y a quien no le amilanaban los galones de su rival en los cuadros alegres, se tradujo en un parcial de 0-8 que daba por cerrado el pleito. A la leitzarra, la única navarra sobre la cancha, le correspondía firmar la sentencia con una bonita dejada al txoko. Zabaleta se enfundaba por primera vez la txapela del torneo sanferminero, mientras que para la laukiztarra Gaminde era la segunda, después de haberse proclamado campeona en 2022 junto a la alavesa Garai.