donostia - A sus 99 años, Miguel Gallastegui sigue la actualidad de la pelota con interés y con la experiencia que le da toda una vida con la mirada puesta en los frontones. El campeón manomanista en 1948, 1950 y 1951 tampoco piensa perderse la final de mañana entre Iker Irribarria y Oinatz Bengoetxea, y apuesta por un nuevo título del pelotari de Arama. Antes de pronunciarse, Gallastegui avisa de que ve a la prensa de hoy en día muy “blanda” con los pelotaris, y advierte de que él puede parecer “duro” al opinar: “Si pienso que algo es negro, no digo que es blanco”.
El eibartarra cree que Irribarria puede volver a ser campeón, pero considera que debe seguir progresando: “Tiene facultades y es un gran pelotari, pero creo que todavía debe jugar más. En el buen sentido, tiene que hacer un repaso. Tiene que subir mucho más. Con 20 años, no sabemos hasta dónde puede llegar. Todavía no se le ha visto jugar un partido duro en el mano a mano, quitando el que jugó contra Rezusta, y con una mano es difícil jugar lo que juega” el de Bergara.
La pegada del de Arama no explica por sí sola sus buenos resultados, porque “Rezusta tiene más golpe que Irribarria, pero tienen estilos diferentes. Uno le da solo con la izquierda y el otro con las dos manos. Rezusta me da pena, porque juega casi todo el partido con una mano. Antes no existía eso”.
Para el campeón eibartarra, el oponente de Irribarria en la final, Oinatz Bengoetxea, “es muy buen pelotari. No tiene mucha fuerza, pero es duro. Tengo mucha amistad con él. Ya le apretará. Creo que será un partido bonito, pero que ganará el campeón. Harán buenos tantos”.
Gallastegui también lamenta que algunos partidos de este torneo han sido “ridículos”, porque los pelotaris “no saben jugar mano a mano”.
El eibartarra tiene previsto acudir a ver la final de mañana a Bilbao: “Primero iré a comer, luego a la final, y después, discutiremos sobre el partido”.
Irribarria, olaizola, irujo... En opinión de Gallastegui, “Irribarria es bueno”, pero, “Aimar Olaizola ha sido un poquito mejor” que el actual campeón, “aunque ahora ha bajado mucho”. El eibartarra tiene claro que los dos dominadores de los torneos de pelota de este siglo, Olaizola y Juan Martínez de Irujo, “eran mejores que Irribarria”, y el mejor de los tres ha sido “Irujo, porque tiene un toque especial”.
Eso sí, Gallastegui no duda en señalar como el mejor pelotari de la historia a Juan Bautista Azcárate, Mondragonés: “Mondragonés jugaba 90 partidos y Atano III, entre ocho y diez. Eso es una ventaja terrible. Pero Atano III fue el más listo en la cancha. Cada uno en su estilo fueron los dos mejores. Yo jugué cuatro partidos mano a mano con Atano y le gané los cuatro, porque me daba cuenta de a dónde quería sacar”.
En la actualidad “hay dos o tres buenos pelotaris, pero los demás no les siguen. Antes éramos ocho o diez; uno era bueno y el otro mejor. Uno jugaba con un estilo y otro con otro. Entonces se discutía mucho sobre el estilo de los pelotaris. Para jugar mano a mano tenías que estar bien preparado. Al que no valía, no le ponían. El pelotari se cuidaba mucho. El público era muy exigente, y los periodistas también eran muy duros. Ahora son más blandos”.
Un juego “diferente” Gallastegui explica que el estilo del juego mano a mano “ha cambiado completamente, es totalmente distinto. El estilo de pegar a la pelota ha cambiado y las pelotas también. Se jugaba al bote, pero se pegaba mucho más fuerte que ahora. El saque de un pelotari de antes no se podía restar en el cuadro cuatro; le rompía la mano. Ahora se entra de aire en el cuatro. El saque era libre. La pelota se golpeaba en la mitad del frontis. Al aire se jugaba muy poco. Yo, en todo el partido, una vez o así. Era otro estilo. A jugar de aire se ha aprendido ahora. A mí no me gusta. Atano VII ha sido el mejor jugando de aire, pero jugaba cuatro o cinco pelotazos así, porque los zagueros le quitaban el aire. Creo que había mejores manomanistas antes que ahora”.
tres títulos El eibartarra fue campeón manomanista en 1948, 1950 y 1951. El primer título del zaguero eibartarra vino precedido de “uno de los mayores disgustos” de su carrera, en el campeonato anterior: “Perdí en Vitoria contra Felipe” -llamado José Aramendi-. “Yo había jugado ya tres partidos mano a mano. Me sentí fracasado completamente. En 1948, sin decírselo a nadie, decidí participar y, sin ir a ninguna empresa, hablé con la Federación para jugar”. En esa edición, Gallastegui llegó a la final, donde venció a Atano III (22-6): “El dinero salió doble a mi favor, porque le había ganado ya tres partidos antes. Por eso mismo, ser campeón no me hizo tanto efecto. Luego Atano III y yo fuimos a comer juntos a Eibar”.
El eibartarra jugó junto a Atano III uno de los partidos más recordados de su carrera. Fue en el Campeonato del Mundo de 1944. Bizkaia y Gipuzkoa participaban entonces en este torneo, y los pelotaris vizcainos habían dominado las últimas ediciones. Ambos se enfrentaron a Onaindia y Kortabitarte, “que estaban en su mejor momento. El encuentro generó una gran expectación y “Madrid se quedó parado”. La victoria fue para los guipuzcoanos por 22-16.
En las finales de 1950 y de 1951, Gallastegui derrotó al vizcaino José Luis Acarregui: “Con él jugué siete partidos. Perdí el primero, en Ondarroa, con él sacando del dos y yo del cuatro. Luego le gané los demás”. El campeón eibartarra también llegó a otras finales, pero renunció a jugarlas por desacuerdos con la empresa u otros motivos.
Una de estas temporadas, Gallastegui aprovechó su ausencia del mano a mano para jugar contra los dos campeones de Francia de trinquete, Ladouche y Harrambillet, en Donibane Lohizune: “Yo les había ganado en 1952 en Madrid y les dejé en cero”. En esa época, los pelotaris de Iparralde gozaban de un nivel similar o superior incluso a los de Hegoalde. “Los dos querían la revancha y jugamos otra vez. Ese partido sacó un ruido terrible”.
El duelo, sin embargo, estuvo a punto de costarle caro: “Vino al partido” el lehendakari “José Antonio Aguirre, y luego comimos juntos. Como había suspendido la final del mano a mano, dos empresarios dijeron que estaba allí por temas políticos, que no iba solo a jugar. No fui a la cárcel de milagro”.
Como consecuencia a una nueva negativa a jugar la final, el eibartarra sufrió una sanción de seis meses lejos de las canchas. Pero las empresas perdían dinero sin el tirón de Gallastegui en las carteleras: “Un día vino a verme un empresario para decirme que no podía estar así. Yo le dije que ya estaba casi convencido de no volver jugar más. Al día siguiente me vino otro empresario. Pensé en el dinero que yo creía que había perdido en este tiempo y le dije Si me lo das, empiezo a jugar mañana. Soltó el dinero y volví a jugar”.
Parejas contra tríos El caso del zurdo Beñat Rezusta hizo recordar al eibartarra que también jugó partidos “a zurdas”, en los que los pelotaris solo podían usar su mano izquierda: “En 1946, cuando me llevé el disgusto con Felipe, a Zurdo de Mondragón -Santiago Echeverría- le pasó algo parecido. Entonces, una empresa, con mucha vista, nos montó un mano a mano a zurdas. Era un gran pelotari. Yo me preparé durante quince días. La gente decía ¡Qué poca cabeza tiene Miguel! ¿Cómo puede jugar este partido? Primero lo dejé 22-0, y en la revancha también gané, 22-16. Si hubiera entrado el doble de gente en el frontón, también se habría llenado. Jugamos uno de los mejores partidos de la historia”.
El campeón, además, echa de menos los partidos entre un pelotari contra una pareja, o entre una pareja contra un trío. Gallastegui, zaguero, recuerda que en ocasiones tuvo que jugar contra tríos “con un delantero de segunda”. A lo largo de su carrera, el campeón eibartarra se enfrentó en solitario a parejas en 54 ocasiones, con un saldo de 41 victorias y 13 derrotas. Unos partidos de los que ya no se ven.
Nombre. Miguel Gallastegui Ariznavarreta.
Nacimiento. 5-2-1918, en el caserío Asoliartza de Eibar.
Debut. 29-6-1936, en el Astelena.
Retirada. 17-1-1960, en Bergara.
Palmarés. Campeonatos manomanistas de 1948, 1950 y 1951.