Jaunarena busca el pleno

donostia. Jon Jaunarena se cita esta tarde con la historia. El leitzarra tiene ante sí la posibilidad de conquistar los tres grandes títulos de Segunda en un solo año. Ganó el Parejas a finales del mes de marzo en compañía del zaguero riojano Cecilio Valgañón, triunfó el 31 de junio en el Manomanista tras batir en la final a Joseba Ezkurdia y ahora se dispone a hacer lo propio en el Cuatro y Medio. Su último escollo para hacerse con la triple corona de Segunda es Álvaro Untoria, zaguero najerino al que se mide en el Labrit en el tercer partido de un festival que arranca a las 16.45 horas y con el que Nitro conectará en directo a partir de las 18.00.

Ningún pelotari ha completado el hito al que hoy aspira Jaunarena. Al menos en su categoría. Sí ha ocurrido en la elite. El primero en ganar Parejas, Manomanista y Cuatro y Medio de Primera fue Julián Retegui, el pelotari más laureado de la historia de este deporte. Ocurrió en 1990. Aquel año el eratsundarra se caló la txapela del Parejas en compañía de Inaxio Errandonea (ganaron la final a Salva Bergara y Etxenagusia, por 22-3, en Anoeta), se hizo con la del Manomanista a costa de Joxean Tolosa (al que derrotó por 22-8 en una final disputada también en Anoeta) y en la segunda edición de la jaula se alzó con la victoria tras tumbar en la final a Ladis Galarza (22-15, cómo no, en Anoeta).

Retegui se alzó con la triple corona en edad ya bastante avanzada. Tenía 36 años. Pero hubieron de pasar 16 más para que otro pelotari le emulara. Fue Juan Martínez de Irujo. El delantero de Ibero ganó los tres grandes torneos en 2006. A los 25 años y solo tres después de haber debutado como profesional. En 2006 se hizo con el Parejas (junto a Eulate, venció en la final a Olaizola II y Zearra, por 22-11, en el Ogueta), el Manomanista lo conquistó tras batir en la final a Aimar Olaizola (22-17 en el Atano III) y logró su primer Cuatro y Medio por la mínima ante Barriola (en una final disputada en el Ogueta).

Así que a Jon Jaunarena, aunque un escalón por debajo de los grandes especialistas, como Aimar, que ha ganado los tres campeonatos más importantes del calendario aunque nunca en el mismo año, se le abre una oportunidad histórica. Asegura el leitzarra que no ha pensado en el éxito que le espera si gana, a pesar de que prensa y afición no han parado de recordárselo en las últimas fechas. Jugar las tres finales representa ya de por sí una hazaña, pero ganarlas la convertiría en algo más. Eso sí, con permiso de Álvaro Untoria, su rival.