"El mano a mano ha sido la guinda"
campeón del manomanista de segunda
donostia. Jon Jaunarena (2-III-1992, Leitza) se llevó la txapela del Manomanista de Segunda el sábado ante Joseba Ezkurdia en un envite duro. El delantero leitzarra, además, estrenó como botillero a Barriola y se ganó un billete al Manomanista de Primera de 2013.
Ganó la final del Manomanista de Segunda ante un Joseba Ezkurdia, ¿cómo recuerda el duelo?
Para mí fue un partido muy duro. Al principio estuve bien, pero después se me acercó bastante. Así, a mitad de partido, fuimos muy igualados y yo empecé a acusar el cansancio de un encuentro tan duro. En ese punto del partido hicimos tantos buenos y disputados y desde ahí no sé si él bajó un poco su rendimiento o yo estuve más por encima. Lo cierto es que acerté más con el saque y en ese punto de una final el que acierta más es el que se lleva la victoria.
La importancia del saque en el mano a mano...
Sí, es muy importante en esta modalidad, pero ni él ni yo sacamos al nivel que podemos sacar en otros momentos. Él sacó mucho a mitad de cancha o con mucha pared. De todas maneras, yo hice siete y él seis, que son muchos para un encuentro de estas características, pero al nivel que podemos dar podemos acertar aún más.
Ya tiene experiencia calándose txapelas en profesionales, ya que hace unos meses se llevó el Parejas de Segunda, ¿qué se le pasó por la cabeza en esta ocasión?
Mucha alegría la verdad. Tenía muchas ganas de conseguir esta txapela y me puse muy muy contento al hacerme con el título.
Además, se trata del billete para el curso que viene estar en el Manomanista de Primera.
Algún periodista me lo dijo después, porque no me había dado ni cuenta. Así que cuando fui consciente de que conseguía eso me supo mejor. Me puse aún más contento al saber que el año que viene jugaré en Primera.
En Iruñea comentó que un sueño por cumplir sería ganar el Manomanista de Primera, ya tiene su oportunidad.
Tendré una oportunidad, pero el primer partido será muy difícil.
¡Vaya año que lleva!
Sí. En el Parejas me encontraba muy bien y con Cecilio me compenetré muy bien. Ahora, el mano a mano ha sido la guinda. Cuando las cosas salen así te quedas muy contento.
¿Cómo fue la celebración?
Hicimos una cena en una sociedad de Leitza y luego fuimos de juerga a las fiestas de Doneztebe. La txapela la llevé a la cena para que la vieran todos y la perdí de vista y no sé ni dónde está. Pero perdida seguro que no (risas).
Y vaya debut como botillero de Barriola, ¿qué le trasmitía en los momentos clave?
En todo momento me supo llevar. Me decía sobre todo que diera a la pelota con ganas y violencia. Que le diera más agresividad. Y en los momentos difíciles me decía que me tranquilizara y siguiera sufriendo hasta el final.