Una txapela en cinco meses

Saques 5 de Lemuno y 2 de Mendizabal III.

Tantos en juego 7 de Lemuno y 7 de Mendizabal III.

Errores 10 de Lemuno y 3 de Mendizabal III.

Marcador: 1-1, 2-5, 3-6, 4-6, 4-7, 5-11, 7-12, 8-17, 11-18, 12-19, 15-20 y 15-22.

Incidencias Lleno en el Beotibar de Tolosa. Salvador Bergara fue el botillero de Lemuno y José Mari Mendizabal, el de su hijo Aitor.

Donostia. Apenas cinco meses después de debutar como profesional, el guipuzcoano Aitor Mendizabal ya puede presumir de txapela tras imponerse a Lemuno, por 22-15, en la jaula de plata. La final del Cuatro y Medio de Segunda, disputada ayer en el Beotibar de Tolosa, se antojaba como una encarnizada lucha deportiva por reinar en un acotado en el que tanto Lemuno como el propio Mendizabal III habían demostrado talento suficiente para imponerse el uno al otro. Así lo corroboraba el choque que ambos pelotaris protagonizaron en la liguilla de semifinales y que se resolvió del lado del guipuzcoano por un apretado 22-21.

Sin embargo, la final de ayer fue otra cosa. El delantero de Iparralde, aunque de origen colombiano, víctima quizá de los continuos problemas que ha sufrido en sus manos en las últimas fechas, no encontró su juego en ningún instante y solo fue capaz de hacer daño a su rival con su saque. Así llegaron cinco tantos colorados -por dos de Mendizabal III-. Insuficientes aun así para poner en entredicho la txapela del delantero de Antzuola, que bailó de un lado al otro a su rival aprovechando los continuos errores de un Lemuno que pecó en demasía de las dejadas al ancho.

A pesar de todo, el encuentro parecía seguir vivo a la espera de que el mejor Lemuno asomase por el Beotibar. Una esperanza por vivir un final de partido apretado que, sin embargo, no se produjo. Y es que, tras un amago de reacción del joven pelotari de Iparralde, Mendizabal logró reponerse para poner velocidad de crucero y finiquitar una victoria que basó en la seguridad y templanza en su juego. "He jugado bastante bien todo el campeonato y al final he logrado la txapela. Estoy muy contento", señaló lleno de alegría el delantero de Antzuola instantes antes de recoger su txapela. La primera como profesional. La que le confirma como una interesante alternativa de futuro. De momento, ya tiene plaza asegurada para la próxima edición del Cuatro y Medio de Primera. Un doble premio.