El aplazamiento no está descartado

donostia. La posibilidad de que Aimar Olaizola necesite un aplazamiento para disponer de algo más de tiempo para reponerse lo mejor posible de la fisura que sufre en la última falange del dedo corazón de su mano izquierda comienza a sonar con algo de fuerza en el ambiente pelotazale. Pese a que en su empresa, Asegarce, todos se mostraban muy optimistas hace un par de días y confiaban en que estuviera en condiciones de disputar la final del Cuatro y Medio el próximo 27 de noviembre, las cosas han cambiado. El goizuetarra sigue sintiendo dolor, tiene el dedo amoratado y además ha retrasado la prueba que tenía previsto hacer en frontón hoy o mañana hasta el próximo sábado. Son las muestras más evidentes de que Aimar está valorando seriamente la opción de solicitar un aplazamiento al que, según recoge el reglamento elaborado por la LEP.M para la presente edición del Cuatro y Medio, el goizuetarra tendría derecho, siempre que su duración no sea superior a una semana.

Sin embargo, se trata únicamente de especulaciones que quedarán resueltas el próximo sábado. Es el día que ha elegido Olaizola II para viajar hasta Bilbao y ejercitarse en el frontón Bizkaia, escenario de la final, y comprobar si está en condiciones de actuar el 27 de noviembre o necesita una semana más para recuperarse. En el caso de solicitar un aplazamiento, la final pasaría a disputarse el 4 de diciembre, circunstancia que alteraría la despedida de Rubén Beloki, puesto que Aimar figura como compañero del burladés. Pero, de momento, habrá que esperar.