Pamplona. El comienzo del partido fue igualado hasta el 6-6, a partir de ahí y con un Urriza imprimiendo un gran ritmo al partido, los colorados se fueron hasta un 20-10 preocupante para el devenir de la final. En ese momento apareció el mejor Urrutia, y a base de calidad (rebotes y botes corridos) y de pegar a la pelota como un poseso, consiguió igualar el partido, cuando los corredores hacía rato que habían dejado de cantar.

Contagiado por su compañero, Urtasun, que hasta ese instante estaba desaparecido y no había conseguido pasar en todo el partido a Urriza, comenzó a jugar mejor y a cruzar la pelota consiguiendo igualar las fuerzas y pudiendo jugar un poquito más cómodo que hasta entonces.

Así se entró en la última decena con un 30-28 favorable a los colorados que, a partir de ahí, fueron ampliando las ventajas hasta el 38-30. Los azules no se dieron y recortaron hasta el 38-34 y en un final agónico consiguieron empatar a 39 tantos con un saque de Urrutia. El último tanto cayó del lado de los azules con uno de los pocos fallos de Urriza que tiro la pelota a la contracancha el saque de Urrutia.

En el aspecto extradeportivo, el frontón Euskal Jai Berri-Reyno de Navarra presentó una fenomenal entrada con un ambiente precioso, en el que ya se empieza a notar la presencia de jóvenes aficionados que dan una nota diferente a los partidos. Además, en el frontón se contó con la presencia de varios de los patrocinadores habituales del remonte y de la Fundación Remonte.