La pelota está de moda

El del domingo fue para mí uno de los días de mayor alegría desde que estoy metido en el mundo de la pelota. La final entre Aimar y Xala tuvo una gran audiencia en televisión y un enorme seguimiento a través de las redes sociales. Superó a retransmisiones como la final de Wimbledon y el Gran Premio de Italia de motociclismo. A pesar de la competencia, uno de cada tres espectadores del País Vasco y la zona de influencia de Euskal Telebista disfrutaron del partido a través de la televisión. Y a todos estos datos habría que sumar la audiencia de Iparralde y también de otros países como Chile, México y Estados Unidos, ya que hubo aficionados que también comentaron el partido desde la distancia a través de las redes sociales. Una barbaridad que tiene una única lectura: la pelota está de moda.

Los datos de audiencia que se conocieron ayer tienen un mérito especial por competir con otros deportes de gran tirón en cadenas nacionales, ya que el tenis se emitió por Telecinco y TVE1 fue la encargada de dar las motos. Pero hay más datos que revelan la repercusión de la final del Manomanista. Por ejemplo, el hecho de que Xala y su victoria se convirtieran en trending topic de twitter, es decir, en uno de los 10 temas más mencionados en la concurrida y famosa red social.

Está claro que la final entre Aimar y Xala había levantado una enorme expectación. ¿Por qué? Por toda la movida que se había montado en la previa con la operación de apendicitis de Xala, su exclusión de la final y su posterior inclusión después de que el pelotari reivindicara a bombo y platillo su derecho a disputarla. Y es que Xala no es precisamente un pelotari con tirón mediático, pero todo lo que le sucedió invitó a muchos a seguir la final. Ya lo dijo en su día Joao Havelange, expresidente de la FIFA: "El fútbol vive de la polémica". Y el domingo quedó demostrado que el resto de los deportes, incluida la pelota, también. Además, el brillante espectáculo que ofrecieron Aimar y Xala también ayudó a elevar las audiencias. Fue una de las mejores finales de la historia. La pelota lo necesitaba.