La grada castigó con sendas pitadas al alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, y al diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, durante la entrega de trofeos. Mientras que uno aguantó el tipo y no reaccionó, el alcalde se mostró más impulsivo. Azkuna respondió lanzando un beso a la grada.
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