No aparecían en la nómina de favoritos a la txapela del Manomanista de Segunda, pero Aritz Lasa y Mikel Beroiz serán los finalistas de un torneo en el que los pronósticos han quedado pulverizados. Las lesiones de Aimar Olaizola y Sébastien Gonzalez catapultaron hacia Primera a dos de los más firmes candidatos al título de plata, Iker Arretxe y Julen Retegi. Ambos tenían pie y medio en semifinales antes del cambio de categoría, por lo que sus ausencias abrieron el abanico de aspirantes. Así quedó pulverizado el pronóstico inicial y este fin de semana se quebró su reedición en unas semifinales en las que Lasa y Beroiz también contradijeron a la cátedra.

El delantero guipuzcoano fue el primero en dar la sorpresa. El viernes por la noche se enfrentó a Iñigo Leiza, que alcanzaba la penúltima ronda del torneo como primero de su grupo, con sólo una derrota (la que le endosó Julen Retegi en la segunda jornada de la liguilla de cuartos de final). Con tres victorias de cuatro posibles en su haber (el vizcaino tuvo que superar una previa para entrar en el torneo), la cátedra le situaba como favorito ante Aritz Lasa, segundo de su grupo, aunque con unos números similares a los de su rival (cayó únicamente ante Urrutikoetxea y además superó dos eliminatorias previas). En un duelo tremendamente igualada, el guipuzcoano se llevó el gato al agua en el tramo decisivo (16-22).

Pero el sorpresón definitivo lo protagonizó el sábado el defensor del título. Mikel Urrutikoetxea, pese a su condición de debutante, estaba considerado como el favorito número uno al título entre el cuarteto de aspirantes a la txapela. El entorchado del Cuatro y Medio de Segunda que conquistó a finales del pasado año y sus grandes dotes para el mano a mano le colocaban muy cerca de la final. También los 11 tantos de renta (7-18) que dilapidó ante un Beroiz que protagonizó una remontada (22-20) que le permite seguir aspirando a renovar su corona.