Esperanza. Por la designación del viceconsejero Peiró, de bajo perfil gestor, pero bien conceptuado como epidemiólogo desde los lejanos tiempos del Consejo Asesor sobre el Cáncer de Euskadi, de las pocas cosas significativas que hizo Azkuna gracias a su colaborador Negueruela. Una iniciativa que sirvió para la mejora de la atención oncológica. De ahí surgieron el cribado del cáncer de mama, las inversiones para la actualización tecnológica y la ordenación de la atención de estos pacientes con los comités de tumores. Un gran trabajo en el que participó el recién designado, lo que a algunos nos hizo albergar esperanzas sobre un necesario impulso de la ordenación y planificación sanitaria, hasta ahora agonizante por el conocido método de no sustituir las vacantes por jubilación de las personas formadas al efecto por los gestores de la señorita Pepis.

Desencanto

Con el nombramiento de la nueva directora general de Osakidetza, la que adoctrinaba a los inspectores médicos para que no prosperara ninguna de las más de 200 reclamaciones anuales de los pacientes que, algunas, seguro, tenían razón. Sólo los que pudieran afrontar la vía judicial podrían ver atendidas sus demandas. Alaban, quienes la han padecido, su destreza con la vizcaina, sin perder la sonrisa. Deusto Factory. Interpretan en los mentideros que ponen en práctica la lección de Tomasi de Lampedusa en El Gatopardo. Cambiarlo todo para que nada cambie. Más de lo mismo. Amanecerá y veremos.

Gesta épica

Ya ocurrió con unas vaquillas en fiestas de Pasaia. Sirve para llenar una página de periódico veraniego, aunque este año entre los duetos, Kamala & Biden y Begoña & Peinado hayan resuelto la tradicional sequía informativa.

Agentes especializados, después de desalojar un edificio de oficinas, abaten de cinco disparos de escopeta a una ternera –no era un Victorino de 600 kilos– que se había escapado del matadero. Deberían saber los “hombres de Harrelson”, que existen rifles que disparan dardos anestésicos utilizados en parques zoológicos, por ejemplo, para manipular fieras. La Guardia Municipal donostiarra dispuso de uno, que los veterinarios utilizamos en un par de ocasiones, sin tener que llegar al extremo del sacrificio del animal, imposibilitando su posterior aprovechamiento.

Fraude en Venezuela

Este domingo celebra sus elecciones generales. Adelanto que los “buenos”, desde su centro de operaciones de Miami (EEUU) ya venían anunciando el fraude para ir calentando el ambiente. Por lo demás, bastante indiferente en estas latitudes. Pucherazo, que se decía antaño si no ganaban ellos. En Bruselas, Úrsula y Borrell harán el eco al frente mediático de las agencias AFP, de Francia; Efe, de España; y la estadounidense CNN. Por si acaso, nadie pedirá la opinión al expresidente Zapatero, conocedor de la situación venezolana, no vaya a ser que se descuelgue contracorriente.

La abanderada opositora al gobierno de Maduro es la multimillonaria María Corina Machado, que no ha podido ser candidata por estar inhabilitada ya que, en un arrebato de patriotismo, pidió a EEUU que derrocase a Maduro invadiendo Venezuela con sus marines. Esta gente tiene el mismo sentido patrimonial de la patria en todas las latitudes. Machado eligió a Edmundo González Urrutia, su testaferro político, de momento, y uno de los nueve candidatos de una dividida oposición. Es, según las encuestas, el que mayor respaldo tiene entre los electores. Por cierto, ¿alguien se acuerda de Guaidó?

Machado dispone de sólidos apoyos fuera de su país. El más importante, Washington. También el argentino Milei, el Partido Popular español, con Isabel Ayuso como figura más representativa –hace poco también condecoró a Machado–, el ultraderechista bilbaino de Amurrio, Santiago Abascal, el brasileño Bolsonaro… Es decir, la extrema derecha pura y dura.

Y, gracias a los medios, hay mucha gente por aquí que ve a Machado como una alternativa “democrática” al autobusero Maduro. No quieren darse por enterados de que Machado es lo que ninguno de ellos querría para sí mismos. Se sentirían espantados, horrorizados, si en su feudo electoral se presentase una candidatura de sus características. Y, sin embargo, les parece la opción mejor para Venezuela. Se asustan con un Milei en Argentina y quieren otro Milei caribeño.

En Latinoamérica, siguiendo el manual elaborado por Washington, las únicas elecciones en las que no hay fraude son las que, planificadas desde la “embajada”, gana la derecha. Lo acabamos de ver en México. La derechista Xóchitl Gálvez adelantó que, si no ganaba ella, era porque habría fraude electoral. Perdió por la aplastante diferencia de 30 puntos, tan aplastante que ningún gobierno occidental se atrevió a cuestionar el resultado. Y, sin embargo, siguiendo el guion previsto, gritó “fraude” a las pocas horas de oficializarse los resultados. Quiso embarrar la victoria de Claudia Sheinbaum, pero nadie le hizo caso.

En Venezuela se va a repetir lo ocurrido en México. Machado y sus comparsas van a gritar “fraude” esta misma noche, cuando vean que ni se han acercado a los números de Maduro. Los medios occidentales van a difundir a los cuatro vientos la misma tesis, a sabiendas que eso forma parte de su estrategia. No les importa. El objetivo es tratar de hundir a Maduro, aunque para ello tengan que ensalzar a un personaje como Machado del que huirían, ellos mismos, si tuviese que gobernar en sus propios países.

La alternativa en Venezuela para el domingo es clara: optar por una opción a la derecha de Vox, o aceptar, incluso como mal menor, la otra alternativa, aunque no resulte simpática. Y mientras el resultado no sea el que desea la “embajada”, se mantendrá el bloqueo que disfrazarán de mala gestión del dictador bolivariano.

Hoy domingo

Ensalada de endivias y salmón. Kokotxas en salsa verde. Melón y cerezas. Rosado de Inurrieta. Agua del Añarbe. Café y petit fours de Oa de Hernani.