En la comida de los sanitarios especulamos sobre el próximo titular de la consejería del ramo, que deberá dirigir el “Pacto de País por los Cuidados”. Palabrería hueca. De cumplirse el mal presagio, citan a un médico y concejal, mal comienzo, dicen los que saben. Amanecerá y veremos.

Los resultados de las europeas reflejan un PNV en caída libre, a pesar de haber salvado el escaño. Sólo desde la ceguera que inflige la prepotencia se pueden anunciar los cierres y recortes de horarios de los PACs y centros de salud diez días antes de los comicios. Que reflexionen, pero en su casa, que cambien el timonel por otro menos torpe y corrijan el rumbo.

Queda en el aire la Sanidad, cartera muy compleja desde siempre y ahora, tras la pandemia, más todavía por la falta de profesionales, los chanchullos y las consabidas listas de espera. A un antiguo directivo de Osakidetza, ya en el reino del olvido, el mes pasado le dieron cita con el neurólogo para el mes de febrero. Y ahí no vale el consabido, ¿sabe usted joven, con quién está hablando? Otro caso, el del amigo Dorron, con un menisco averiado hace un año. Antes de esperar otro más y terminar de estropear el hígado con tantas pastillas, se operó el lunes en la Policlínica. Cinco mil lereles. Al final, privatización de facto.

Postulante

Un contertulio de juvenil ardor aspira a un alto puesto de gestión hospitalaria en base a su experiencia, cierta, en administración empresarial. Que su abuelo fuera gudari con varias penas de muerte y prisión en Burgos y que, tras la mal llamada Transición, sirviera txikitos en el batzoki hasta su fallecimiento, a estas alturas carece de valor.

Todo apunta a que persistirán en el error de nombrar a médicos para cargos gestores, en detrimento de las necesidades de los centros de salud, su habitual caladero, a pesar de la evidente y lógica falta de conocimientos en la materia –conozco dos excepciones guipuzcoanas, en la privada, de antología–.

Desmontamos sus argumentos, aunque admito que sería un buen fichaje. Su formación no fue en Deusto, lo único que, junto al euskera, le supondría alguna posibilidad y, lo más importante, amén del carnet, no alterna con quien debiera en Bilbao, detalle muy relevante en los días y lugares oportunos. Y ahora ya es tarde para comenzar a prodigarse.

Digresión

Otra cosa son las direcciones de los hospitales. Cargos importantes y asaz complicados, no aptos para cualquiera, por buena voluntad y adecuada afiliación política que se tenga. Tienen la ventaja del turno fijo de mañana. Por lo demás, para evitar conflictos, hasta ahora ni bajan a la arena. Miran para otro lado, a tenor de lo difícil que resulta, todavía hoy, despertar a un adjunto de guardia a partir de las doce de la noche, por ejemplo. Alguno lamenta que el registro de mortalidad vaya a la deriva, al igual que el del cáncer. Sin datos no hay planificación, ni seguimiento y control. Sospecho que los rendimientos son bajos. Se intuye que falta auctoritas y que sobra potestas. Oderint dum metuant, “que nos odien, pero que nos teman”, decía el emperador Tiberio. Y al que discrepe, expediente. Y venga expedientes. Se reconduce el debate.

Sanidad

No puede caer en el paquete jacobino, cuando Pradales se comprometió a “arreglarla”, admitiendo que estaba deteriorada. Sería un mal comienzo no agarrar al toro por los cuernos, argumenta un taurino que presume de contactos.

A nadie se le escapa que Osakidetza no es una bicoca que aporte réditos electorales e imagen positiva frente al electorado. Todo lo contrario. No ha habido un gerente del Servicio Vasco de Salud que haya repetido mandato. Y la aparición en los medios preocupa sobremanera a los socialistas, que gastan ingentes sumas en promoción e imagen en los medios guipuzcoanos de mayor tirada.

Tendría su efecto beneficioso. Más de un centenar de parásitos e incompetentes que figuran como asesores u ocupando puestos de responsabilidad en “comisión de servicios”, los verdaderos causantes del caos, retornarían a sus centros de salud de origen. A alguno le reciclarían y al resto, lo recolocarían en los departamentos nacionalistas –así funciona el tema–, acabando con chanchullos y componendas, para ser sustituidos por otros tantos ineptos, o más, con credencial sanchista, nativos o procedentes de otras comunidades autónomas. Además, supondría una pérdida de seis meses a un año, hasta que comenzaran a enterarse y a tejer su correspondiente red clientelar. A la experiencia pasada me remito. No sé si la deficiente situación asistencial actual podría soportar este plazo sin degradarse mucho más. Claro que, quizás, nadie haya pensado en todo eso.

Perfil

Sin importarme lo más mínimo la reseña del futuro responsable del departamento, le pediría, con independencia de su formación y trayectoria, que ejerciera la auctoritas. Que fuera sensato, prudente y dispuesto a escuchar, sobre todo, lo que no le agrade porque, a veces, puede ser cierto.

Que cambie el modelo asistencial. La atención primaria debe asumir la cobertura de los Puntos de Atención Continuada (PAC). Que impida el colapso de las Urgencias por pacientes que no tienen médico en su centro de salud. Es un fraude al sistema. Las Urgencias no son para eso y es una pérdida de tiempo flagrante para los sanitarios, obligados a atender patología banal que conduce a su agotamiento, con el lógico incremento del riesgo de error cuando aparece una urgencia de verdad.

Brindis

Mientras llega el día 22 y se conozcan los nombres, brindamos por Pradales, deseando que se dote de un nuevo, pero nuevo de verdad, equipo, ofreciéndole nuestro crítico apoyo, al tiempo que apuramos las últimas gotas del Lagavulin 16 años, en recuerdo de aquellos 2.000 bravos highlanders que murieron con honor en la batalla de Culloden (1746).

Hoy domingo

Ensalada de endivias, tomate cherri y salmón ahumado. Albóndigas en salsa de hongos. Cerezas y fresas. Txakoli Basa Lore. Agua del Añarbe. Café y petit fours de OA de Hernani.