e ha llegado un SMS de una entidad bancaria diciéndome que creen que alguien ha entrado en mi cuenta y que me la van a bloquear por seguridad, así que pinche rapidito en el enlace para evitar males mayores. Sabía que era un timo de cajón porque no tengo ninguna cuenta en esa entidad, pero es cierto que cuando la tienes ahí ya dudas. No con ese mensaje, claro está, porque ningún banco te va a pedir ninguna clave propia, ya las tienen. Pero también me ha llegado un correo electrónico de un servicio de paquetería para que les dé, eso sí que tiene coña, la dirección de mi casa para entregármelo porque quieren contrastarla, ejem. Y lo último me ocurrió hace unos días cuando una persona se puso en contacto conmigo por wasap para informarme de que me había ingresado por error 25 euracos por Bizum y pedirme que se los devolviera. Le expliqué que no tengo Bizum así que la pasta volvería por sí sola, si es que alguna vez pudo salir hacia un destino inexistente. Esto último ni siquiera sé si fue, o no un timo, porque esto de robar a la peña al descuido avanza a una velocidad endiablada, pero esa persona nunca me respondió. Ni un puto gracias, un ya está de vuelta la pasta o un actualízate, que me has jodido la engañifa. La Ertzaintza nos advierte de que no seamos primos.